Luego de que el dólar superara el lunes la barrera de los $ 1.400 en el mercado libre, y que el Banco Central volviera a tener un cierre con saldo comprador, esta vez de US$ 50 millones, las consultoras del mercado salieron a advertir sobre la falta de señales claras sobre cuáles son los pasos a seguir en política cambiaria.

Mas allá de los dichos del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre que se mantendrá el ritmo de devaluación del 2% mensual, y el “dólar blend” para las exportaciones, un reporte de Adcap-Inversiones dio cuenta que “para los próximos meses, el mercado posiblemente quede pendiente de una menor acumulación de reservas en torno a los US$ 2.000 millones esperada para el tercer trimestre y al avance de la formula previsional en el Senado que impulsa la oposición y que podría complicar el equilibrio fiscal”.

“Por un lado, la pregunta de fondo respecto de la sostenibilidad del modelo sigue sin encontrar respuesta y esto pone limitaciones a escenarios más optimistas. Por el otro, el riesgo de un presidente gobernando sin apoyo del Congreso, parece haber desaparecido”, destacó.

Sin embargo, matizó esta incertidumbre dando cuenta que desde esa casa de inversión siguen viendo que la cantidad de dólares y de pesos “siguen evolucionando de manera positiva”.

Por su parte, la Fundación Capital consideró que la “segunda etapa” del plan económico anunciado el viernes por Caputo es “para disimular la demora de la salida del cepo, proceso en el que no se define el sendero” de una manera secuencial que permita anclar expectativas de los sectores productivos.

En el terreno operativo, el reporte señala que “esto debería implementarse con una dinámica que vaya eliminando restricciones del Banco Central y de la Comisión Nacional de Valores (CNV), semana tras semana, y de menor a mayor".

"De esta forma, se marcaría un sendero que ofrecería certidumbre a la producción. Tampoco en esta segunda etapa se aporta certeza alguna respecto del cómo se sale del cepo, antes era competencia de monedas versus dolarización y ahora se plantea que será con tipo de cambio fijo o flotante”, señala el estudio que dirige Martín Redrado.

Por su parte, el director de Fundación FIEL, Juan Luis Bour, aseguró que el plan económico “necesita de una segunda etapa”, y cuál será su dirección es lo que está en discusión, ya que el año que viene vencen US$ 17.000 millones de deuda, “que no se pueden enfrentar con las reservas del Banco Central”.

El plan “tuvo ‘una fase uno’ de shock, destinado a corregir un conjunto de precios, tarifas, tipo de cambio, y frenar fuertemente el gasto público, junto con tener algunas anclas nominales: el tipo de cambio y, de alguna forma, también el salario”, dijo Bour al programa “Es por acá” por Radio Milenium.

“Es un plan que en esa primera parte utiliza instrumentos que no se pueden utilizar permanentemente, o sea, no podés pensar que vas a estar toda la vida licuando gasto, licuando ingresos para frenar los procesos inflacionarios, y tampoco es un plan que puede durar toda la vida si vos tenés un ancla cambiaria, que se te atrasa constantemente”, aseguró Bour.