La cotización del dólar estadounidense en Brasil aumentó un 20 % en lo que va del año y por primera vez desde 1994, cuando se creó la nueva moneda, cruzó la barrera de los 6 reales.

Este movimiento devaluatorio se da al mismo tiempo en que el peso argentino figura entre las monedas más apreciadas del mundo.

Según el Índice de tipo de Cambio Real Multilateral que elabora el Banco Central (BCRA), el cambio con Brasil, que venía de tocar un máximo de 165 puntos tras la devaluación del peso en diciembre (máximo desnivel en más de 15 años), está ahora debajo de los 73 puntos. 

Esto, evidentemente, complicará las exportaciones argentinas a ese país, el principal destino de sus ventas.

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“Pero hay un riesgo mayor. Que por este aumento del dólar, el Banco Central de Brasil comience a aumentar las tasas de interés, para aquietar la inflación, y que el mayor país de la región comience a entrar en una recesión”, explicó Julián Cuenca, de la consultora Economía y Sociedad.

Por la relación comercial bilateral “Brasil tiene un efecto ‘pro-cíclico’ con Argentina. Si a ellos les va bien, a nosotros mejor, porque les exportamos más bienes, trigo, gas, y automotores, pero si a ellos les va mal, somos destinatarios de lo que no pueden colocar en su mercado interno, y nos compran menos, sino que nos venden mucho más”, advirtió Cuenca en declaraciones a Data Clave. 

De manera coincidente, el analista financiero Fernando Marrul, aseguró que “Brasil va a ser más barato” para el turismo. Eso “ya está. Ya está jugado”. En ese sector, se espera un déficit de balanza comercial de US$ 2.700 millones.

Pero “el punto es que Brasil empiece en un ciclo recesivo”, en el que reduzca las importaciones argentina y aumente sus ventas, dijo Marrul en declaraciones a Radio Rivadavia. 

Pero además, otro problema “es que se abarate para los potenciales inversores” y que eso desvíe el interés sobre Argentina.

Del mismo modo, el especialista en comercio internacional, Marcelo Elizondo, aseguró que que “el ingreso de la inversión extranjera en Brasil se hace más conveniente para Brasil”. 

Además,con esta devaluación “se hacen más caras nuestras exportaciones a Brasil sobre todo las manufacturas industriales y también de servicios”.

“Además del turismo, otro impacto es la presión sobre el tipo de cambio. Si el dólar se fortalece en el mundo y los países emergentes (sobre todo con los que Argentina tiene más vínculo) empiezan a abaratar sus monedas nacionales, eso genera una presión adicional para que Argentina avance más rápido en las reformas estructurales", dijo Elizondo.