El Gobierno ingresa hoy en las últimas 24 horas de negociaciones para pagarle al Fondo Monetario Internacional (FMI), los US$ 2.700 millones que le adeuda de julio. Tiene dos caminos: utilizar los yuanes del swap con China para cumplir esa obligación y seguir las negociaciones después de las PASO, o no pagar y esperar a lo que suceda luego de los comicios.

Luego de que el pasado domingo el FMI emitiera un extraño comunicado anunciando que habían “finalizado los aspectos medulares del trabajo técnico de la próxima revisión”, el ministerio de Economía aplicó una devaluación con eje fiscal para recomponer sus reservas y reducir el déficit fiscal.

Sin embargo, durante la semana, no hubo avances en torno al acuerdo propiamente dicho, el dólar volvió a subir, junto con la estimación de una mayor inflación.

La cartera que dirige Sergio Massa ahora busca que el FMI le otorgue el dinero para pagarle hasta septiembre y que no haya que discutir hasta el mes de noviembre, pasadas las elecciones, en lugar de los US$ 10.000 millones de los que habló en un comienzo. El problema es que los técnicos del Fondo advirtieron que Argentina incumplió con todas las metas, y no está previsto que esto mejore, a pesar de las medidas de los últimos días.

Un funcionario de este gobierno y un ex ministro de Economía, dijeron a Data Clave que “es una posibilidad” utilizar ese mecanismo – convertir los yuanes a dólares y pagar lo que se debe a fines de julio, como ya se hizo en junio – “y pasar para fines de agosto los otros vencimientos que se le deben abonar al FMI”.

Una de las fuentes consultadas sostuvo: "Lo que pasa es que si hacemos una buena elección, Massa (y la argentina) se fortalecen mucho y podemos negociar desde otro peldaño, por eso yo acompaño la idea del candidato-funcionario. Es una apuesta: si sale bien salis fortalecido, pero… si sale mal, entrás en un escenario muy complejo".

Las dos fuentes oficiales lo dijeron en estricto “off the record”, pero el analista financiero, Javier Timerman pidió “quitarle dramatismo a esta situación con el FMI porque Argentina ya está en una situación bastante dramática, más allá de lo que pase con el Fondo”.

Timerman en declaraciones a Radio Mitre, explicó que si Argentina no paga el próximo vencimiento “no es que entra inmediatamente en ‘default’ con el organismo, como pasa con el sector privado. Se abre un período de cinco a seis meses en que uno puede seguir negociando”, hasta llegar a una cesación de pagos, y eso será en diciembre, cuando asuma el nuevo Gobierno.

Timermam advirtió que “el nuevo presidente” que surja de las elecciones de octubre “va a tener que volver a negociar con el FMI, más allá de lo que arregle Massa ahora".