Ecolatina anticipa una inflación de al menos el 50% e incertidumbre sobre el PBI en el 2022
El BCRA no acumuló reservas en un favorable 2021 y difícilmente lo pueda hacer el año próximo, dijo la casa de análisis económico
El año próximo “luce desafiante” ya que no se repetirán varios de los factores favorables que marcaron el 2021, como los altos precios agrícolas, los ingresos extraordinarios como los del FMI y del impuesto a la riqueza, al tiempo que se terminará el “efecto rebote” del PBI, destacó Ecolatina en un informe difundido este fin de semana.
La casa de estudios apuntó además que en el marco de un eventual acuerdo con el FMI “la política económica deberá implementar ciertos giros, tales como como trazar un sendero de consolidación fiscal o evitar profundizar el atraso cambiario para proteger las reservas”.
Ecolatina advirtió que el 2021 cierra “dejando en evidencia los limitantes económicos” porque pese a los altos precios de los productos agrícolas que exporta Argentina, el ingreso extraordinario de unos US$ 4.300 millones otorgados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la contención de la salida de dólares por un menor turismo emisivo, tres factores que difícilmente se repitan en 2022, “el BCRA no acumulará reservas, las cuales cerrarán el año en niveles mínimos”.
“En segundo lugar, porque pese al atraso cambiario y tarifario (dos factores que tampoco serán intensos en 2022), y la estrategia de acuerdos de precios de consumo masivo, la inflación se estacionará en el 50%”, aseguró la casa de estudios.
Estos limitantes muestran que incluso en un escenario donde se estanquen las negociaciones con el FMI “la continuidad no podría ser llevada a cabo sin profundizar restricciones o sin caer en correcciones desordenadas, ambos con costos en materia de actividad y nominalidad”.
Para Ecolatina, en lo inmediato, la escasez de reservas netas, diversos estudios las ubican por debajo de US$ 4.000 millones, “ya puso fin a la estrategia de contención del tipo de cambio”.
Por eso “el dólar oficial ya aceleró su dinámica de depreciación, y si bien el gobierno intentará evitar un salto discreto, es probable que el año que viene el alza del dólar se ubique en la zona de la inflación”.
El crecimiento económico, estimado en torno al 9% “deja un arrastre positivo de alrededor de 2,5 %. para 2022 y el salario real también ingresa al año con variaciones positivas”.
Sin embargo, “el año que viene no se contará ni con el efecto favorable de las reaperturas masivas (baja base de comparación) ni habrá un nuevo salto en los términos de intercambio” por lo que la disponibilidad de divisas no permitirá que las importaciones de insumos vuelvan a crecer como este año.
A esto se le suma que el turismo internacional seguirá recuperándose desde los aún deprimidos niveles. “Esto implica que desde el punto de vista comercial la disponibilidad de divisas no será lo holgada que fue en 2021, poniendo un techo a los pagos de importaciones”.
En el plano fiscal, la mejora de 2021 deja efectos inerciales negativos para el año que viene: el gasto indexado comenzará el año creciendo por encima del 50% inter anual, luego de que este año lo hiciera en torno del 40%, “al tiempo que por el lado de los recursos no se contará con el Aporte Extraordinario”, equivalentes al 0,5% del PIB.
En este sentido, una de las principales discusiones para reducir el déficit fiscal “será el gasto en subsidios y la consecuente política (de suba) tarifaria”.
“Como puede verse, el 2022 luce desafiante: el rebote post pandemia ya ocurrió y muy posiblemente el abordaje de los desequilibrios existentes implique afrontar ciertos costos. Además, los limitantes económicos impedirán continuar profundizando la heterogeneidad nominal, por lo que esperamos que dichas variables se muevan conjuntamente en el rango del 50%”, concluyó Ecolatina.