La inflación en la Ciudad de Buenos Aires fue del 4,8% en junio, cuatro décimas más que en mayo, en un mes en el que el peso de los servicios más que duplicó al de los bienes y que el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas -el de mayor ponderación- registró un alza del 2,7%.

Según los datos difundidos hoy por la Dirección General de Estadística y Censos porteña -que a la brevedad pasará a ser Instituto-, el acumulado en el primer semestre alcanzó al 88,9% y en los últimos doce meses el índice se ubicó en el 272,7%, 8,2 puntos porcentuales menos que en el mes previo.

El rubro Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles aumentó 7,3%, contribuyendo con 1,32 puntos porcentuales (pp) a la variación mensual del IPCBA, al impactar principalmente la actualización de las tarifas residenciales del servicio de electricidad. Le siguieron en importancia, las subas en los valores de los alquileres y de los gastos de expensas. Restaurantes y hoteles se elevó 6,4% e incidió 0,67 puntos porcentuales, como resultado de las alzas en los precios de los alimentos preparados en restaurantes, bares y casas de comida.

Alimentos y bebidas no alcohólicas promedió un incremento de 2,7%, con una incidencia de 0,54 p.p. en el Nivel General. Al interior de la división, los principales impulsos provinieron de Leche, productos lácteos y huevos (4,6%), Pan y cereales (3,2%) y Verduras, tubérculos y legumbres (3,1%).

La inflación de la Ciudad se dio a conocer cuatro días antes de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publique el IPC a escala nacional, que, según las proyecciones de consultores recopiladas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central, sería del 5,2%.

A mediados de junio el INDEC dio cuenta de una señal en torno a que la marcha descendente de precios había alcanzó un límite. Los valores mayoristas de mayo habían subido 3,5%, en línea con el 3,4% de abril.