Atentado a Cristina: la preocupación del mercado y las empresas sobre el impacto en la economía
Empresarios y analistas manifestaron sus inquietudes por el impacto de la grieta política en la coyuntura económica. La llegada de Massa a Economía había despejado ese frente, aunque no de manera definitiva. La pregunta es cuánto durará esa "tregua".
El intento de asesinato contra Cristina Fernández de Kirchner generó repudio en el mundo empresario, pero también preocupación por un posible recrudecimiento en el tono de la disputa política que afecte aún más el clima de negocios. El Gobierno parecía despejar ese panorama, sobre todo luego de la llegada de Sergio Massa a Economía, en un contexto de “tregua” en los mercados.
Un ejemplo muy claro fue la preocupación que se manifestó durante el Día de la Industria que realizó la UIA en Neuquén. El evento debía ser un festejo con una exaltación sobre los potenciales de la formación Vaca Muerta en la cuenca neuquina. En cambio, terminó siendo un breve acto de repudio sobre lo sucedido en la noche del jueves.
“Este país no termina de sorprenderme nunca, cuando pensás que la estás metiendo en el arco terminamos desbarrancando otra vez”, dijo un importante empresario de talla mundial que estuvo presente en el acto convocado por los fabriles. “Nuestra obligación no es solucionar la grieta política, sino generar riqueza pero para eso se tiene que dar muchas cosas que parecen lejanas”, mencionó otro de los presentes.
Otra empresaria que resumió bien las sensaciones del sector fue la integrante del Comité Ejecutivo de la UIA y excandidata a diputada nacional, Carolina Castro. “Vaca muerta muestra el potencial que tenemos, pero para aprovecharlo se necesita dejar de lado los discursos de odio y trabajar por más diálogo para generar consensos hacia el futuro”, manifestó la autopartista.
Los ruidos de la política, por caso, llevaron muy recientemente a una situación compleja en el plano económico. La salida de Martín Guzmán en julio, con una corrida que había comenzado a principios de junio, profundizó la incertidumbre en los mercados. Un dólar que tocó el récord nominal de $350 fue el reflejo más claro de que el clima político influye en la economía. La inflación fue del 7,4% ese mes, la más alta en 20 años.
La llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, sin un programa muy distinto al de Guzmán o Silvina Batakis, había generado cierta calma que se mantuvo hasta el momento, con un dólar entre $15 y $20 debajo de los $300 . La diferencia entre ellos es que el tigrense es una figura política fuerte y que tuvo el apoyo explícito de los socios del Frente de Todos, incluyendo a Cristina Kirchner.
El nuevo ministro de Economía avanzó en el ajuste fiscal y monetario para cumplir con el programa pactado con el FMI. Faltan resultados en torno a la acumulación de reservas, objetivo que hoy luce casi incumplible. Massa viajará a Estados Unidos esta semana y el 12 se encontrará con la directora del organismo, Kristalina Georgieva, para conversar sobre el rumbo del programa.
“Por el momento el mercado parece haber adoptado una postura de ‘esperar y ver’. Resta mucho por hacer para ganar un voto de confianza, de lo contrario, sólo será una tregua”, expresó el economista en jefe de PwC Argentina, José María Segura.
La consultora Econviews, de Miguel Kiguel, advirtió: “más allá del repudio generalizado, la consecuencia parece ser un aumento de la ya gigante grieta política y discursos cada vez más subidos de tono. Veremos si una vez que pase el impacto inicial baja la espuma y si la economía vuele a tomar el centro de la escena. Pero seguramente habrá que ver las próximas encuestas a ver si hay algún tipo de reconfiguración del mapa político a raíz de este episodio”.
Para Delphos Investment, a partir del intento de magnicidio hacia Cristina Kirchner cambia el escenario político local, con claras repercusiones para la economía y los mercados. La sociedad de bolsa consideró que, en adelante, existen dos escenarios posibles: uno en el que Gobierno y oposición bajan la tensión en una especie de pacto, “el menos probable”, y el otro en el que ambos redoblan la apuesta, el cual “no sería para nada bueno”.