Yamil Santoro: "La mala praxis del gobierno de Cambiemos le hizo el juego al peronismo"
Tiene 33 años y forma parte de Republicanos Unidos, un frente liberal que competirá en las PASO de 2021. Es liberal en lo económico y progresista en lo social. Tuvo un pasado macrista, y hoy Juntos por el Cambio quiere llevarse sus votos. "Si no hay interna ni competencia, es muy difícil discutir con los que se equivocan", declaró, apuntando contra la oposición.
Yamil Santoro tiene 33 años y es un rockstar del liberalismo argentino. Creó su propio espacio político y hoy participa en Republicanos Unidos, un frente competirá en las legislativas de 2021 y con miras a las ejecutivas de 2023.
Tiene un pasado macrista, cercano a Patricia Bullrich, con quien se distanció por "coparle el partido" y anular la competencia interna en Cambiemos. Hoy busca aliarse estratégicamente con el frente que conduce José Luis Espert, pero todavía hay algunos detalles por arreglar para competir por las candidaturas.
En una entrevista exclusiva con Data Clave, habló de "qué significa ser liberal en Argentina". Económicamente se acerca a las ideas de Adam Smith, pero en lo social tiene ideas progresistas, como estar a favor de la despenalización del aborto. Reniega de los conservadores y se lamenta por los jóvenes de 16 años que se consideran de derecha. "Que se perciban así es un bodrio", declaró.
La entrevista completa:
Data Clave: ¿Siempre fue más adepto a las ideas del liberalismo? ¿Dónde adquirió estas ideas?
Yamil Santoro: Yo me recibí de abogado en la Universidad de Buenos Aires, y luego hice una maestría de políticas públicas en la universidad Di Tella. Más de chico era socialista utópico. Después me fui formando, y si bien las ideas tienen buenas intenciones, las sociedades más prósperas y con mejor calidad de vida para los pobres y ricos son las que abrazan los esquemas competitivos más libres y abiertos. En ese sentido, me he acercado a las ideas de la libertad, no como un dogmático, sino a la luz de la evidencia de que son las ideas que generaron mejores resultados. Lo importante no es importar modelos, sino que podamos aportar soluciones al territorio nacional, empezando por la pobreza.
DC: ¿Por qué no el peronismo?
YS: Me formé en una familia peronista y de riñón menemista. Conocí de cerca el ejercicio del poder de los 90. No soy gorila y no tengo ningún problema con el peronismo, podríamos trabajar sin inconvenientes. Lo que creo importante es que los liberales tengamos un espacio propio. En el peronismo llegaron a tener a la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) y a los Montoneros en una misma facción, que representaban cosas totalmente distintas. ¿Con qué lógica se va a buscar al votante cuando en el mismo espacio tenés dos fuerzas que quieren anularse entre sí? Nosotros lo que necesitamos tener frentes políticos con ideas claras y que luego sean expresadas. Si no ocurre esto, después tenés lo que pasa con Alberto Fernández y Cristina Kirchner, por ejemplo.
DC: ¿Tiene algo que ver el liberalismo con la historia de Argentina?
YS: Yo creo que a nivel argentino el hombre que más nos representa es Ricardo López Murphy, que ojalá sea candidato a diputado nacional este año por nuestra fuerza. Es el que mejor encuadra los aspectos ideológicos con el realismo político.
DC: ¿Qué líder político global de hoy sería un referente para el liberalismo argentino?
YS: A nivel global hay experiencias y cosas interesantes en todos lados. Me representa la agenda social-liberal del primer ministro de Canadá. Tiene un perfil liberal poco común que vemos en Argentina. Después en líneas económicas uno mira a los países de la región, que partiendo de zonas más pobres, han logrado llegar a situaciones muy prósperas. Más que ensalzar personas, tratemos de inspirarnos en ver lo que hacen otras regiones, incluso con modelos que no se declaran como liberales. Argentina lo que muestra es que ese pasacalles que dice “todos progresan menos vos”.
DC: ¿Te sorprende la repercusión que está teniendo esta corriente en las redes sociales?
YS: Hay varias razones para que esto pase, y no me sorprende, todo lo contrario. El liberalismo busca cuestionar lo dado y discutir los esquemas de poder que se consolidaron. Después cada cual interpreta su propia libertad. Mucha gente entendió este año lo que significa la libertad, porque el año pasado la perdió.
DC: Hay muchos que en realidad son de derecha y se refugian en el liberalismo…
YS: Hay muchos conservadores que no han salido del closet. Sería mucho mejor de hacer cosas y no de disfrazarse de conservador. Además eso es algo que no suena ‘sexy’, que un pibe de 16 años se considere conservador me parece un bodrio. Hay una distorsión interna en donde muchos sectores del liberalismo no representan más que una idea rancia de la derecha conservadora. Lo mismo el nacionalismo católico, yo con esas vertientes no tengo nada que ver.
DC: ¿Cómo está la interna dentro del frente liberal? ¿Van a competir este año en las PASO?
YS: Republicanos Unidos se va a estar presentando en las elecciones legislativas del 2021 y las ejecutivas del 2023. Lo que resta saber es si iremos por nuestra cuenta o lograremos una coalición con otros espacios, buscando consolidar un frente, que podría llamarse “Vamos”. Nosotros ya tenemos candidatos para correr, así que vamos a tener liberales en las elecciones. Está el partido de José Luis Espert, que tiene que resolver si van a querer competir con nosotros. Públicamente dijeron que si, todavía falta la firma para que se garantice la competencia.
DC: Usted tuvo un pasado macrista, ¿por qué hoy no está alineado en Juntos por el Cambio?
YS: Siempre reclamé democracia interna en ese espacio, y a día de hoy no la tiene. Nosotros fundamos Mejorar, anterior a Republicanos Unidos, y estaba dentro de la línea de Cambiemos. Lo que hizo Patricia Bullrich fue entregarle el partido al Pro. Por eso decidí conformar una fuerza liberal. Si no hay interna ni competencia, es muy difícil discutir con los que se equivocan.
DC: ¿Se arrepiente de aquella foto en bóxer con Patricia Bullrich?
YS: Haberme sacado una foto en señal de protesta y con una lógica lúdica a mis 23 años… no me voy a mortificar. Fue parte de mi adolescencia. Hoy, quizás con 33 años y varios kilos más no me sacaría esa foto, pero forma parte de mi historia y recorrido. Arranqué siendo un pendejo extrovertido, y en el proceso me formé y armé mi propio partido donde busco competir. Si esa es la mejor crítica… honestamente me la cuelgo como un cuadrito.
DC: ¿Tiene miedo de que JxC termine coptando a estas corrientes? Ya hay acusaciones entre pares y está la última experiencia de José Luis Espert…
YS: Tienen nula influencia con nosotros. Patricia Bullrich a mí me robó las internas en 2016-2017 y ya nos conocemos. Uno no va a tropezar de vuelta con la misma piedra. Tenemos votos propios por afuera, entonces no tiene sentido discutir con Juntos por el Cambio. En todo caso ellos lo que buscan son nuestros votos.
DC: El peronismo suele decirle a la izquierda que si no los votan “le están haciendo el juego a la derecha”. ¿Ustedes les hacen juego al peronismo yendo por afuera de Juntos por el Cambio?
YS: A mí no se me ocurre nada más de hacerle el juego al peronismo que la mala praxis que tuvo el gobierno de Cambiemos, junto con las mezquindades de Juntos por el Cambio donde no muestran ser una oposición seria por su falta de marco institucional. Me remito a los hechos. En estas elecciones no buscamos más que competir para ver quiénes serán nuestras voces en el Congreso. Si los asusta el kirchnerismo, nos tienen que votar para nosotros.
DC: ¿Qué puede resaltar del actual Gobierno? ¿Y de su militancia?
YS: Yo creo que es un espacio que está a tiempo de sacarse de encima a los locos, autoritarios y corruptos. Creo que Alberto Fernández está yendo en una dirección equivocada y fallándole a la gente. Tienen margen político para cambiar por el rol de los gobernadores. No son 100% kirchneristas, pero tienen poco margen. De la militancia no puedo decir nada, yo respeto y admiro a cualquier persona que milite, porque más allá del color político, lo hacen con la vocación de que ese partido será el que transforme al país. No puedo menos que verme identificado y hermanado, más allá si de coincidimos o no. Muchos se verían sorprendidos de los que proponemos, por eso estamos abiertos al diálogo para debatir y descutir.