“Si Mauricio se lanza, se ordena todo rápido”, le dice a Data Clave una miembro fundadora del PRO. La frase hoy, está más cerca del deseo que de la realidad. Sin embargo, la posibilidad existe. Y en esa línea desde el partido amarillo refuerzan lo que para ellos es una fórmula imbatible. “Con Mauricio y María Eugenia retomamos la esencia del 2015”, agrega la misma fuente. 

La intención es concreta. Y si Macri se termina de convencer, como parte de las recorridas que inició en la zona metropolitana de Buenos Aires, con pie firme en Lanús y La Plata, Vidal se vuelve a posicionar internamente como la mejor opción para acompañarlo. 

La fuente, con llegada a ambos, es clara. “Para ganar tenés que tener un pedazo importante de la Provincia a tu favor. Y Vidal la tiene. Con los errores asumidos desde Nación se hizo todo mal para que hoy volvamos a ser una opción concreta. Y nadie mejor que ella para acompañar a Mauricio por su conocimiento absoluto de la Provincia y porque es combativa”. 

Ya sin chances fuertes en Nación, con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, sumado a los deseos de Macri, Vidal mostró los dientes. Primero se sacó el traje de candidata en CABA, y en esta nueva línea volvió a adentrarse en la Provincia que gobernó durante cuatro años y donde hoy tiene diseminada buena parte de su tropa. 

En los últimos días, la actual diputada nacional tomó postura sobre diversos temas bonaerenses y dejó en claro que no se correrá del escenario territorial. Y es que, más allá de que su candidato provincial es su par en la Cámara baja del Congreso, Cristian Ritondo, Vidal sabe que su peso ascendente proviene de allí. 

En su paso por la televisión, la legisladora nacional se plantó ante el titular de SUTEBA, el gremio de los docentes, al afirmar que Roberto Baradel “me hizo 62 paros, a Kicillof con escuelas cerradas le hizo cero paro”. 

La declaración fue con motivo de la decisión del gobierno bonaerense de condonarle la multa por 659 millones de pesos que le había impuesto a SUTEBA su gobierno por haber desobedecido el llamado a conciliación obligatoria dictaminado por el Ministerio de Trabajo debido a un conflicto gremial. 

“Un paro lo hicieron porque los sueldos se depositaban a las 10 de la mañana y se depositaron a las 12 del mediodía, otro fue en solidaridad en contra del Fondo Monetario y el aumento de tarifas, otro porque la CGT hizo paro, otro en solidaridad con los docentes de Chubut y Corrientes. Cosas que nada tenían que ver con la provincia de Buenos Aires”, criticó la actual diputada nacional del PRO. 

Lo cierto es que Vidal busca volver a mostrarse en modo “Leona”. Y es por eso que esta semana también juntó a toda la tropa bonaerense del Congreso y de la Legislatura para volver a remarcar la necesidad de que la iniciativa del oficialismo, con la que se pretende derogar la ley de reforma jubilatoria para los trabajadores del BAPRO, no salga. 

Más allá del debate en favor de beneficios y perjuicios, la diputada nacional no quiere acumular otra derrota como la sucedida en diciembre pasado cuando parte del PRO se dio vuelta y aprobó cambios en la normativa que prohibía las reelecciones indefinidas desde 2023 y las pasaba para 2027. 

Esa decisión no solo provocó la furia de la exgobernadora sino también ciertos quiebres internos que, al día de hoy, no solo continúan sino que, además, se profundizan.