Urribarri en la picota: más detalles sobre los personajes detrás del proceso judicial que lo compromete
Las causas contra el exgobernador entrerriano están plagadas de irregularidades que tiñen el proceso de una parcialidad manifiesta y amenazan con desbaratar las acusaciones contra el dirigente peronista. La llegada de Fernando Burlando a la defensa pateó el hormiguero y puso al desnudo una trama de complicidades donde no faltan las sospechas de "lawfare".
Los personajes detrás de las causas contra el exgobernador entrerriano Sergio Urribarri forman parte de una "gran familia" de integrantes del poder judicial y del ministerio público que se conocen entre sí y se protegen las espaldas, con paraguas político.
La irrupción de Fernando Burlando en el escenario de estos procesos, sobre los que flota la presunción de otro evidente caso de "lawfare", pateó el hormiguero y puso al desnudo una trama de complicidades que amenaza con desbaratar las acusaciones sobre el dirigente peronista.
Marcela Badano hoy Vocal de la Cámara de Casación de Paraná y pareja del Procurador General Jorge Amílcar García, se conocieron cuando él era vocal de una de las Cámaras del Crimen y ella Secretaria de la otra.
El “celestino” fue Federico Uriburu, quien era proveyente y hacia buenos asados de camaradería.
García venia de malas experiencias, la primera pareja de la ciudad de Concepción del Uruguay lo había dejado por otra mujer, luego viene a Paraná y conoce una viuda que también lo engaño con un reconocido traumatólogo de la ciudad de Paraná. Luego los vientos cambiaron, terminó de procurador y en pareja con Badano.
Su poder crece y le toma el gusto cuando cambia el código procesal penal y empieza a jugar a la política haciendo favores. El primer gran favor que le hizo García a Urribarri fue en la causa de la sedición de los policías en la ciudad de Concordia. Ese favor le sirvió para acomodar a toda su gente sin concurso en el Ministerio Publico Fiscal.
Uriburu terminó de Fiscal en la ciudad de Nogoyá con denuncias por encubrimiento a policías que estaban en el negocio del narcotráfico y denuncia por violencia de genero realizada por una abogada de ese foro. El Procurador y la Vocal Badano lo bancaron y la sanción fue trasladarlo a la ciudad de Rosario del Tala.
Allí, nuevamente, Uriburu fue denunciado por abuso sexual por su ex pareja, empleado judicial en esa ciudad. Allí intervino el Superior Tribunal y lo excluyó del poder judicial. Ahora el Procurador sabe que tienen que entregarle a la sociedad y la política la cabeza del ex gobernador para expiar sus pecados, consolidar un poder eterno y ordenar la política.
Él tiene carpeta de todos, que las va manejando de acuerdo a los tiempos. Entre esas carpetas tienen la relación prohibida entre Garzon y Giorgio.
Otra forma de consolidar poder, es ascendiéndote y acomodando a los hijos de sus leales. Así se entiende como maneja él la Cámara de Casación Penal de Paraná.
Badano es su pareja, el secretario de la Cámara es Ariel Avellaneda, hijo de una amiga de Badano, Marcela Davite la otra Vocal, es otra amiga íntima de la vocal, a punto que sus hijos la tratan como si se tratara de una tía. García habló en la justicia federal y acomodó a la hermana de Davite, a la que le dicen “Fify”. Al concurrir a los aquelarres inquisitivos, conoció a José María Chemez, Vocal de Juicio y Apelaciones que integró el jurado técnico contra Urribarri.
Así, durante un asado de domingo, en la mesa estaba Chemes y Fify, las Marcelas y Jorge García definiendo la culpabilidad de Urribarri. Garzón, si bien no participaba de esa mesa de domingo, lo hacía solo por rencor al igual, que la otra vocal que integró el jurado técnico, Carolina Castagno, que llegó a ese lugar gracias a la ayuda que le dio Cecilia Andrea Goyeneche, hoy destituida del cargo por encubrir a su esposo en una causa de asociación ilícita.
Luego cuando llega a Casación la revisión de la sentencia de juicio, el tribunal casatorio se integra con las Marcelas y Evangelina Bruzzo, quien también llegó con la ayuda de García y Goyeneche, pero el dato es que es pareja Juan Orrico, adversario político de Urribarri. Este mismo Orrico, por todos los medios manifestaba la necesidad de que sea condenado Urribarri y su esposa fue la encargada.
Hechos que muestran la impunidad
En setiembre del año pasado, el Procurador García salía del Club Estudiantes luego de su rutina matutina en el auto de su pareja Marcela Badano y al tomar una rotonda donde se encuentra el monumento a Urquiza, choca una motociclista de Pedidos Ya. Si bien se trató de un toque leve, fue suficiente para rayar la moto y romper el espejo.
A la joven no le había pasado nada, pero al Procurador, no le importó y avanzó, siguió como si nada. La joven lo persiguió y lo alcanzó luego de cuatro cuadras, le golpeó el vidrio del auto reclamándole la falta. García bajó el vidrio y la agredió verbalmente, mientras repetía, “vos sabes quien soy yo”. En ese interín se acerca un policía que tranquiliza a la joven y deja ir al Procurador. Como dijo alguna vez Alfredo Yabrán: “el poder es impunidad”.
En la ciudad de Paraná, ocurrió en su momento un hecho trágico: el asesinato de Julieta Riera y el acusado era Julián Christe. Se trató de un juicio por jurado conducido por Elvio Garzón, el amigo intimo de Miguel Ángel Giorgio. Resulta que Garzón había cometido errores en el debate que llevaron a la violación de garantías. La Cámara de Casación confirmó, como siempre. Pero al llegar a la Sala Penal del Superior Tribunal, Giorgio confirmó el fallo y los otros dos Vocales Daniel Carubia y Claudia Mizawak anularon el fallo con fuertes críticas al juez de primera instancia.
Tanto Garzón como Giorgio se encargaron de operar por todos los medios e instituciones para atacar a los Vocales, demostrando así, el poco respeto a sus colegas. Porque una cosa es criticar el fallo y otra muy distinta a la persona.
Resulta que Garzón es Juez de Garantía titular y ante las vacantes en el Tribunal de Juicio y Apelaciones fue ascendido junto a otros Jueces. Resulta que se hizo el concurso para cubrir las vacantes de ese Tribunal de Juicio y Apelaciones y otra vez, Garzón quedó fuera de la terna.
Los nuevos vocales, al tomar posición del cargo, la Sala Penal de los cuatro suplentes tenía que sacar a todos. Uno de esos dos fue el mismo Garzón que tuvo que volver al Juzgado de Garantías. Esto fue en diciembre del 2023.
El primero de febrero, le presentó una nota al Presidente del STJ a Leonardo Portela con copia a todos los Vocales del Superior, exponiendo la falta de criterio y arbitrariedad de Carubia y Mizawak, porque él tenía más condiciones que los otros colegas. Claro, el único voto que logró Garzón fue el de su amigo íntimo.