El oficialismo bonaerense coronó en los últimos días del 2023 su primera victoria en el segundo gobierno de Axel Kicillof. Con la sanción de la Impositiva 2024 y del endeudamiento por más de 116 millones de pesos, Unión por la Patria se anotó su primer poroto para este nuevo contexto político.

No fue fácil. El presidente de la Cámara baja, Alejandro Dichiara, quien debutó con triunfo, puso en práctica su muñeca política para destrabar una sesión que, por momentos, se creyó caída por las diferencias encontradas en aquello que hoy representa los restos de Juntos por el Cambio.

Este primer movimiento no solo fue un paso clave para el ejecutivo provincial sino que, además, expuso cómo juega cada uno de los bloques hacia adentro de la Legislatura bonaerense, órgano vital para el desarrollo de las iniciativas que pueda promover el gobernador.

El voto a favor del PRO, la UCR y la Coalición Cívica dejó a la vista que la posibilidad de acuerdos internos con parte de la oposición todavía está latente. En definitiva, los representantes de los espacios son viejos conocidos. Vale recordar que durante la presidencia de la Cámara de Federico Otermín, actual jefe comunal de Lomas de Zamora, los proyectos se aprobaban o no en su despacho con los presidentes de bloque de UxP y Juntos.

Sin embargo, el acompañamiento no fue tan lineal. Florencia Retamoso y Sofía Pomponio, las dos diputadas que representan a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y que forman parte del bloque del PRO, votaron en contra. Algo que les valió la felicitación de su líder política. “Basta de bancar los privilegios y a un Estado que día a día crece con más ineficiencia, generando más y más pobreza”, manifestó la funcionaria nacional en sus redes tras alabar su accionar.

Retamoso fue clara al respecto: “La propuesta de Kicillof es un fuerte golpe al bolsillo de los bonaerenses, incorporando significativas sumas al impuesto inmobiliario y las patentes, además de un millonario endeudamiento”. Y agregó: “El gobernador parece ajeno a la realidad y poco dispuesto a revisar su gestión. En tiempos críticos, necesitamos austeridad y compromiso, no políticas del pasado. Es hora de dejar atrás el kirchnerismo. Aunque algunos no quieran verlo".

El dardo tiene destinatario. O destinatarios. Hoy el PRO está quebrado también en la Legislatura. Y más temprano que tarde el doble rol de Bullrich como referente del espacio y funcionaria nacional podría convertirse en un problema de difícil solución interna.

Pero no es el único quiebre existente. El radicalismo también está partido. Y la última sesión fue también la muestra de esto. Hoy el peronismo ve al bloque de la UCR+Cambio Federal, integrado por nueve diputados, como los más cercanos para poder llevar adelante los acuerdos necesarios. Pero estos, a la vez, también tienen diferencias de peso con los representantes del partido amarillo. Algo que quedó expuesto en la negociación previa sobre el Endeudamiento y que se profundizó con la distribución para los gobiernos municipales.

Cabe mencionar que, por otro lado, los libertarios, la izquierda y el bloque que representa a un sector del radicalismo y al GEN no acompañaron el proyecto. Y que esto también marcó sus propias diferencias.

Hoy Kicillof tiene a su favor un bloque de 37 diputados sobre 92 posibles. Un número que no le permite tener la mayoría. Sin embargo, las diferencias en la oposición son enormes. Al punto que hoy hay 10 bloques que se paran en la vereda de enfrente. Algo que el oficialismo ve como una puerta abierta para poder avanzar de manera individual sobre cada uno para poder sellar los acuerdos necesarios en cada caso.

Los libertarios, a su vez, están divididos en cuatro bloques. Y el presidente de la Nación, Javier Milei, ni siquiera tiene el bloque mayoritario que está compuesto de 6 diputados, entre ellos Juan Esper quien en las últimas horas rompió con Juntos y se sumó al espacio que lidera Nahuel Sotelo. La mayor bancada funciona bajo el nombre de Libertad por Siempre, la maneja Gustavo Cuervo y tiene 9 legisladores, algunos provenientes del massismo.

En este marco, el peronismo entiende que la única posibilidad de llevar todo a buen puerto es a través de la unidad. Con los 37 adentro. Y pese a que las diferencias entre el gobernador y el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, están más que claras, desde adentro un diputado le asegura a Data Clave que “no hay chances de quiebre” y que “no hay nada que no se pueda solucionar, todos entendemos el momento político en el que estamos y sabemos que hay que sumar”.