Un bahiense podría llegar al Senado italiano: las posibilidades de que Francisco Nardelli asuma una banca en Roma
A raíz de la comprobación de una maniobra fraudulenta en las elecciones del 2018 en la circunscripción de América Latina, Adriano Cairo fue destituido y se abrió una puja por su reemplazo. “Por ley electoral soy yo el que tiene derecho para asumir. Me voy a Roma este domingo para hacer el reclamo allá”, apuntó el aspirante al Parlamento italiano a Data Clave. Tiene un rival que pelea la banca. Los intereses políticos que pueden jugarle en contra.
Días atrás se conoció una noticia que sacudió al sur de la provincia de Buenos Aires. El origen de la información que alteró la calma de Bahía Blanca ocurrió a miles de kilómetros. Sucede que en Italia, el Senado votó la destitución de Adriano Cario, quien accediera a la banca de Senador en 2018 por un fraude que recientemente fue comprobado y ratificado. Cario era uno de los cuatro representantes en el Parlamento italiano por América Meridional. En total los parlamentarios elegidos en el extranjero son 18, entre diputados y senadores.
Y el dato que une al viejo continente con el territorio bonaerense es que uno de los que asoma en la sucesión de la banca en el Parlamento es un bahiense. Se trata del presidente del Hospital Italiano de la ciudad, Francisco Nardelli. El apellido no es nuevo en la política argentina: se trata del hermano mayor del diputado provincial del PRO, Santiago Nardelli. “Santiago me asesoró mucho. Él juega en primera en política y yo jugaba en la Liga Amateur. Si ahora se da lo del Senado es un salto muy grande. Para un bahiense, es como jugar al básquet en la liga local y saltar a la NBA”, soltó a Data Clave el aspirante al Senado italiano.
Claro que el mayor de los Nardelli tiene sus propios pergaminos para hacerse un lugar en el Parlamento italiano. “Mi participación en la política italiana arranca en el año '88. Tenía 23 años, estaba en la universidad. Italia se regionalizó y salió a convocar a los corregionales para hacer asociaciones para tratar de restablecer vínculos con la emigración. En Bahía Blanca surge el interés de formar un círculo trentino”, expresó Fransisco a este medio.
“Fui recorriendo etapas, primero fui miembro de la comisión, después Presidente del círculo. Luego coordinador del área de asociación trentinos en el mundo. Después fui coordinador general para la Argentina. Y hoy soy consultor de la provincia autónoma de Trento, es una carga honoraria. Como un embajador provincial ad honorem. Hace unos años que soy presidente de la Federación de asociaciones italianas del sur argentino, fui vicepresidente de la confederación italiana argentina desde 2006 hasta 2018”, enumeró Nardelli.
Respecto de la polémica actual, el potencial senador indicó: “En 2018 fui primer senador no electo, pese a que todas las encuestas me daban ganador. Tres años y monedas más tarde se demuestra que la persona que ocupó mi lugar había sido electa con algunos votos manipulados. Este lunes el Senado italiano votó por la destitución del senador Adriano Cario, lo que dejó abierto el hecho de que el sucesor soy yo”. Aunque aclaró: “Esto no quiere decir que hoy ya sea senador. La Junta electoral pasó a cuarto intermedio y se vuelve a reunir el jueves. Hasta que no jure, no soy senador. Técnicamente tendría que serlo. De ahí a que suceda puede haber un paso enorme”.
La sucesión no está definida: intereses políticos en juego
Pese al argumento de Nardelli, hay otro actor que da la pelea por el escaño. Se trata del líder del Partido Demcrático en América Latina y autor del recurso judicial que buscó esclarecer la elección de 2018, Fabio Porta. En los últimos años acusó a Cario de haber cometido el “mayor fraude electoral de la historia de la República”.
Porta presentó una denuncia ante la junta para las elecciones del Senado alegando que se habían falsificado 9.790 papeletas a favor de la Unión Sudamericana Emigrantes Italianos. De ser anulados esos votos, dijo Porta, hubiera sido el segundo candidato con más preferencias, y por lo tanto electo en el lugar de Cario. Porta, quien también presentó una denuncia ante la fiscalía de Roma, impugnó específicamente los votos provenientes de 8 de las 32 secciones para el voto de los italianos en la ciudad de Buenos Aires.
Al respecto, Nardelli retrucó: “Esa carta se jugó el lunes. Cuando Porta hace su recurso, cuestiona entre 5 y 10 mesas de Buenos Aires. En la pericia que hace la Junta Electoral, determina que había obtenido 2 mil votos adulterados. El argumento era que extrapolando los datos de esas 10 mesas a todo Buenos Aires, los votos hubieran sido 15 mil. Pero esa moción fue rechazada el lunes”.
Y agregó: “Entonces, en la línea sucesoria por la ley electoral, asumiría yo como el segundo con más preferencia. Y tendría que haber asumido realmente en marzo del 2018. Espero que se atengan al derecho y yo asuma el cargo que me corresponde por haber sido elegido en el Parlamento italiano por América Meridional”.
No obstante, Nardelli sabe que no está todo dicho. “Obviamente, el Partido Democrático está haciendo de todo para embarrar la cancha y ver si pueden llevarse la banca. Pero por ley electoral soy yo el que tiene derecho para asumir. Yo represento al espacio que encarnaba Luigi Pallaro. Tuve casi 16 mil votos”. Y advirtió: “Me voy a ir a Roma este domingo para reclamar in situ. Mantuve el silencio porque soy respetuoso de las instituciones”.
En la misma sintonía , el bahiense abre el paraguas por una cuestión de fondo. “Acá estamos hablando de alguien o algunos que hicieron algo que no corresponde, pero sería muy peligroso poner en discusión el voto de los italianos en el exterior y su participación en el Parlamento. Hay intereses en ese sentido. Una cosa es discutir el modo de elección y las garantías de la seguridad del voto pero otra es poner en tela de juicio el derecho de elegir representantes”.
Cabe señalar que el caso de Cario reabrió el debate sobre voto de los italianos residentes en el extranjero. Los críticos apuntan en particular al sistema del voto por correo, ya que, desde que se admitió en 2001, hubo decenas de denuncias de supuestas irregularidades, papeletas falsificadas y problemas en el conteo.
Atento a lo que está en juego, Nardelli es precavido: “No soy senador hasta que jure y se definan las cuestiones políticas en el medio. Cario estuvo en suspenso hasta hoy y se dictó que su elección no era legítima. Si prima la legalidad, diría que soy senador. Obviamente hay intereses políticos y no es todo tan lineal. Nosotros somos una lista cívica, que tiene representación en Sudamérica, pero en el Parlamento italiano tiene dos bancas, una en diputados y otra en senadores. Sobre 300. Ese es el peso que tenemos. Espero que prevalezca la ley a la política”.