Fabiola Yáñez ampliará su declaración por zoom ante la fiscalía de Ramiro González entre este lunes o el martes, esta segunda opción corre con mayores posibilidades. La fiscalía y el juez Julián Ercolini luego definirán sobre un planteo de incompetencia que hizo Alberto Fernández para que la denuncia pase a San Isidro.

Luego de una semana envuelta en el ojo de la tormenta, la ex primera dama dió a conocer en primera persona su versión de la denuncia contra Alberto Fernández por violencia de género. En conversación con Infobae habló sobre violencia física, psicológica y acoso telefónico: “Hoy tengo miedo de volver a mi casa”, aseguró.

“Pedí ayuda en el Ministerio de la Mujer y no me dijeron nada”, contó la ex primera dama. Previo a esto asegura que lo que disparó la denuncia, que finalmente concretó el martes 6 de agosto, fue el “acoso telefónico” y el “terrorismo psicológico” que ejercia el ex mandatario frente a ella. “Me decía que si yo hacía algo que el no quería se iba a suicidar”, profundizó.

En cuanto al inicio de los episodios violentos, Fabiola cuenta que comenzaron antes de la llegada de Fernández al poder presidencial, pese a que no era física aún, sino más bien amenazas y acoso. Al ser consultada por padecer violencia sexual, dijo: “No puedo. No puedo hablar de esas cosas”. Igual que cuando mencionan el chat en el que ella le escribe que estuvo lastimándola hace tres días, “eso está adentro de la causa y del secreto de sumario”.

“En Olivos sabían lo que me pasaba, nadie me ayudó. Ni siquiera la persona que tenía la responsabilidad de velar por eso”, declaró Yañez dejando en claro que no solo la gente de su alrededor sabía sobre su situación sino también en el Ministerio de la Mujer.

Con respecto a los vídeos viralizados con Tamara Pettinato declaró que no le sorprendió porque “ocurría todo el tiempo” y dejó en claro que hay más imágenes de mujeres: “A algunas las conozco, no personalmente pero de forma pública sí”.

“Trato de no leer muchas cosas ni ver mucho porque no me hace bien”, exclamó al ser consultada sobre la repercusión del caso. Sin embargo mostró enojo debido a que nadie se dispuso a ayudarla: "Las personas más allegadas a él sí lo sabían. Si lo sabían y no hicieron nada. He tenido que escuchar a amigos diciéndome: “Tengo un cargo de conciencia porque yo lo sabía. Y yo sí tenía el poder para decirles a ellos que hicieran algo”. Pero nadie hizo nada.", concluyó.