Tras la asunción de Lula, Alberto Fernández se queda en Brasil y tendrá una reunión bilateral
Alberto Fernández y Santiago Cafiero viajaron este domingo para presenciar el traspaso de mando en Brasil. De una relación "fría" pero cordial con Jair Bolsonaro a tomar al nuevo presidente como un aliado estratégico clave. Fuentes de Casa Rosada confirmaron a Data Clave que la comitiva nacional pasa la noche Brasil para tener reunión bilateral este lunes.
El presidente Alberto Fernández arribó este mediodía a la ciudad de Brasilia para asistir a los actos previstos por la asunción como Jefe de Estado de Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva, a punto de iniciar su tercer mandato.
El mandatario argentino llegó al Aeropuerto Internacional Presidente Juscelino Kubitschek de la capital brasileña, donde fue recibido por el embajador argentino Daniel Scioli. Además, la comitiva está integrada por el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti y la secretaria de Cambio Climático, Cecilia Nicolini.
La avanzada argentina estará a primera hora de la tarde, en la sesión del Congreso Nacional de Brasil donde tendrá lugar la Sesión Formal de Toma de Posesión de Lula y del vicepresidente Geraldo Alckmin y también la firma del Período de Mandato de ambos, a la vez que habrá una declaración del nuevo Presidente de la República. Luego, asistirá al cambio de mando y la entrega de la banda presidencial, en el Palacio del Planalto. sede del Poder Ejecutivo.
Fuentes de Casa Rosada confirmaron a Data Clave que la comitiva nacional pasa la noche Brasil para tener reunión bilateral este lunes. El encuentro será desde las 10 horas, el mandatario argentino será uno de los primeros líderes regionales en ser recibido por el presidente brasilero.
A pesar de la tristeza que prevalece en Brasil por el reciente fallecimiento del histórico Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como Pelé, el país sudamericano promete tener un giro ideológico y político cuando el domingo 1° de enero de 2023 se haga efectivo el traspaso de mando y Lula da Silva tenga un nuevo mandato.
El histórico obrero metalúrgico, sindicalista y referente del Partido de los Trabajadores brasileño, luego de pasar años en prisión, volvió a competir en el escenario político y, por una mínima diferencia, destronó a un Jair Bolsonaro que apostaba a contar con un segundo mandato.
La llegada de Lula coincide con un cierto recambio político en la región y con la irrupción de gobiernos progresistas que la gran mayoría emergieron previo a la pandemia del COVID-19 o durante la misma. Todos en un contexto de descontento social y con una notoria desmejora en la calidad de vida de los ciudadanos de a pie.
En el caso de Lula, su llegada implica para la Argentina un triunfo para el Gobierno nacional que siempre lo respaldó públicamente y mostró una considerable distancia con Bolsonaro, pese a que el embajador argentino en ese país, Daniel Scioli, fue el encargado de poner paños fríos a la relación y permitir que se desarrollen los negocios y las relaciones bilaterales entre naciones.
Las horas previas
Santiago Cafiero, en diálogo con Agencia EFE, sostuvo que la llegada de Lula es decisiva para la integración regional. "La globalización va a ser una globalización de bloques. Esta afirmación no tiene sentido si no le ponemos organización y la organización la va a terminar de traer Brasil: por su potencia, por su mirada, porque cree en la integración regional como motor potenciador de la economía de su país y de los países de alrededor", subrayó el ministro de Relaciones Exteriores y Culto.
Un aspecto importante de la vuelta de Lula al poder es que el flamante jefe de Estado brasileño se comprometió a que su país retorne a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que abandonó en 2020 por decisión del ultraderechista Bolsonaro. Argentina ocupa desde el 7 de enero de 2022 la presidencia pro tempore del mecanismo creado en 2010 y la dejará el próximo 24 de enero con la celebración de una cumbre en Buenos Aires para la que el Ejecutivo espera una alta representación de los países miembros.
"Desde la Celac tratamos de que eso (la inserción global) emane a toda la región, pero entendemos que hay un paso previo, que es Sudamérica, y que ese paso previo, los cimientos que logró Alberto Fernández, se va a potenciar con la llegada de Lula", explicó Cafiero.
En el marco de esa integración que pregona Cafiero, está en el aire la idea de que Venezuela pueda sumarse al Mercosur, un espacio que en el último tiempo perdió peso por la falta de protagonismo de Brasil y Uruguay. Es más, Luis Lacalle Pou propuso el pasado 6 de diciembre adherirse al Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP).
Consultado sobre la posibilidad de una readmisión en el bloque de Venezuela -suspendida desde agosto de 2017 por lo que los entonces cancilleres consideraron una "ruptura del orden democrático" en ese país-, Cafiero comentó que "siempre existe la posibilidad de reintegrar" al país caribeño, porque el Mercosur "es más potente cuando más países lo integran".
"Por eso nosotros también queremos que se termine de formalizar y que sea miembro pleno Bolivia, por ejemplo, y queremos seguir con nuestros acuerdos con Colombia, los acuerdos de complementariedad económica que tenemos con Ecuador, con Chile, con Perú", dijo.
La relación de Lula y el Gobierno argentino
El pasado 31 de octubre, cuando el presidente Alberto Fernández visitó a Lula da Silva luego de resultar ganador en los comicios, en el hotel Intercontinental de la ciudad brasileña de San Pablo, el canciller Santiago Cafiero (presente en dicho encuentro) expresó “que un gran amigo como es Lula ahora sea el presidente de Brasil es una buena noticia para Argentina".
"Quiero abrazar a un grande del que esperamos mucho. Toda nuestra región lo quiere bien y necesitamos mucho a Brasil. Latinoamérica lo necesita", dijo Cafiero. Además, el Canciller recordó cuando visitó junto a Fernández a Lula en la cárcel de Curitiba, donde el líder del Partido de los Trabajadores (PT) estuvo preso 580 días.
"Lula logra dar vuelta una situación de perseguido político a presidente. En un contexto donde las derechas se han fortalecido, la política prevalece. La verdad vencerá, como decía cuando estaba encarcelado", manifestó el canciller argentino.
Argentina y Brasil, aliados necesarios
La relación económica y comercial entre la Argentina y el Brasil es intensa y estratégica para ambos países. Brasil es el principal socio comercial de Argentina. El 14,1% de las exportaciones de nuestro país hasta noviembre tuvieron como destino Brasil.
La interdependencia comercial de ambos países se evidencia en la composición del comercio, con una alta participación de manufacturas. Es por eso que el comercio bilateral es clave en el mantenimiento y generación de empleo de calidad en ambos países.
Entre enero y noviembre de 2022, las exportaciones argentinas de bienes a Brasil alcanzaron U$S 11.500 millones, con un incremento interanual del 8%. Asimismo, las exportaciones de servicios acumularon U$S 1.100 millones con un incremento del 136%.
En el mismo período del corriente año, los mayores incrementos se registraron en las exportaciones de medicamentos (507%), combustibles (70%), automóviles (48%), vehículos de carga (15%) y trigo (13%).
La Argentina es el principal proveedor del Brasil en el sector agronegocios, con una participación del 26%. Desde 2020, los Ministerios de Agricultura de ambos países acordaron una serie de medidas, las cuales resultaron en la apertura de mercado para una gran cantidad de productos agropecuarios argentinos.
La Cancillería, en conjunto con otras áreas de gobierno, negoció el Acuerdo de Reconocimiento Mutuo de Homologaciones Vehiculares Argentina-Brasil, firmado el 22 de septiembre de 2022, que promueve la facilitación del comercio bilateral de vehículos entre ambos países, y reduce costos y plazos.
Asimismo, se negoció el Memorandum sobre Intercambio de Energía entre la Secretaría de Energía de la Nación y el Ministerio de Minas y Energía de Brasil, suscripto el 24 de noviembre de 2022, el cual permitirá a los países abastecerse de energía, en un contexto global incierto, sosteniendo su demanda energética a un precio competitivo. Asimismo, prevé avanzar en la integración gasífera, un interés estratégico argentino, dado el potencial de los recursos nacionales.