Por los cambios producto de las elecciones de 2019, ninguna de las dos cámaras tiene la misma composición que en el debate del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo del 2018. En Diputados, los votos afirmativos confirmados superan los 120 mientras que los negativos apenas los 100. El resto, unos 30 legisladores indefinidos, serán los que definan la elección. Claro que, el espacio “verde” tan solo tiene que sumar un puñado de voluntades mientras que los celestes deben remar contra la corriente.

Se descuenta que en Diputados habrá votación positiva, al igual que en el pasado, para que las expectativas finales se vuelvan a posar en la Cámara alta. Allí la historia se cuenta desde la paridad y la incertidumbre, teniendo como último antecedente un rechazo contundente desde lo numérico, la renovación de un tercio del recinto ajusta los números pero no logra aún dar vuelta la taba.

Ahora que el proyecto fue enviado al Congreso el ánimo entre los que apuestan por la sanción afirmativa se mantiene expectante. Creen que la postura del presidente ayudará y que en el recambio han emparejado el conteo.

Los 38 votos negativos que tuvo el proyecto en 2018 habría tenido una leve disminución con la entrada de nuevos senadores. El caso más representativo es el de la Ciudad de Buenos Aires, que cambió dos pañuelos celestes por dos senadores verdes. Fue una de las exigencias de Martín Lousteau para encabezar la lista de senadores de Juntos por el Cambio, tener una compañera de fórmula a favor de la legalización. Parte del “debate simbólico” que dicen haber impuesto desde la campaña por el Aborto Legal.

Sin embargo, ese cambio todavía no logra invertir las proyecciones. Hay dos factores que todavía mantienen en vilo la posible votación que pueda registrar el Senado. Los indecisos y los oficialistas que cambien su postura. Los que aún no expresan su posición frente al aborto son tres: los entrerrianos Edgardo Kueider (FDT) y Stella Maris Olalla (UCR) y la neuquina Lucila Crexell (MPN), que se abstubo en 2018 y desde entonces mantiene una postura indefinida.

El otro senador que se abstuvo aquella jornada de agosto, fue el actual gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, su reemplazo, Roberto Mirabella (FDT), tampoco confirma qué postura tomará pero aseguró que “no utilizará la abstención” como hizo su jefe político. En este caso, la presentación de un proyecto a favor de la “despenalización” puede ser una pista que incline la postura al voto positivo. 

Ambos bandos dicen estar “ajustados”. En las cuentas, las dos posturas suman un poco más de 30 intenciones. Los celestes empiezan con un piso superior, estarían cerca de los 35 confirmados. Para rechazar la ley, la bancada celeste necesita como mínimo 37 votos, uno menos de lo obtenido en el 2018. Si se queda en 36 forzará un empate que obligue a la presidenta del cuerpo a votar. Claro, que en lugar de Gabriela Michetti, ahora está Cristina Fernández de Kirchner. Por eso, deberán tener al menos 37 votos, hoy ninguno tiene confirmado ese número.

A los verdes les alcanza con cosechar ese mínimo de 36 voluntades y forzar el desempate de la presidencia. Fuentes en off dijeron a Data Clave que no hay que descartar este escenario vista la paridad en la que se han volcado los números. No son pocos los que se entusiasman con ese escenario epico. Consideran que la postura del presidente ejercerá influencia en varios senadores que votaron en contra y podrían cambiar algún voto celeste achicando las diferencias al máximo.

Los senadores del ahora oficialismo que votaron en contra del aborto sin la presión de tener que votar contra un proyecto de su propio Gobierno son Maurice Closs, Adolfo Rodriguez Saa, Carlos Menem, Sergio Leavy, Dalmacio Mera y Guillermo Snopek. Con que alguno de ellos revea su voto, servirá para que el proyecto tenga el éxito que espera el Gobierno.Una segunda oportunidad que resulta definitoria.
 

El rechazo de Camaño

Tras el anuncio de Presidente, la diputada nacional y miembro del Consejo de la Magistratura, Graciela Camaño, lamentó "profundamente" que "la prioridad de Alberto Fernández sea interrumpir el ciclo de la vida".

"En momentos en los q evidentemente, una pandemia zoonotica nos demuestra q el antropocentrismo nos lleva a la destruccion #EsUrgente", expresó la legisladora en Twitter. 

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