Todo fríamente calculado: gestos y jugadas en la interna de Juntos por el Cambio
Sin ahondar en definiciones, los popes de la alianza entre el PRO, la UCR y la CC-ARI mueven las piezas con sutileza quirúrgica. Encuentros de rutina que se filtran y sectores que quedan al margen. Larreta como digitador y Vidal hace las veces de Comodín. El encuentro en casa de Carrió y un mensaje a los intendentes.
El jueves hubo un almuerzo de trabajo -y política, claro- de los que suele armar la titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, con el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. En realidad, el trío suele reunirse cada 15 o 20 días, pero en este tiempo difícil de pandemia, Lilita prefiere ser anfitriona para no correr riesgo de contraer Covid-19.
Lo cierto es que, adrede o no, la filtración del encuentro despertó un sinfín de especulaciones respecto del temario y tenor de la reunión. Y sobre todo, abrió un gran interrogante respecto de los ausentes en la mesa: los intendentes del PRO y la Unión Cívica Radical. Y una presencia sugerente, el vicejefe de Gobierno de la Ciudad, Diego Santilli, a quien Larreta tiene apuntado para pisar fuerte en territorio bonaerense.
Y allí se abre una lucha interna porque los jefes comunales vienen pidiendo pista hace rato. Y les sobran los motivos: la mayoría no puede ir por otro mandato (a menos que cambien la ley, que ya hay una movida) y además, quieren imponer una impronta provincial en el próximo candidato. Tienen la fuerte convicción de que el próximo mandatario bonaerense debe salir de las intendencias. “Nadie conoce la provincia como nosotros”, chapean.
Si bien la reunión no dejó ninguna definición, el detalle de la trascendencia de la junta y sobre todo de la lista de invitados, encendió un alerta sobre la posibilidad de un armado privado entre los asistentes. También quedó fuera el ala dura del PRO, referenciada en la otrora ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien ya manifestó sus intenciones de ser candidata en Capital Federal.
En cualquier caso, la novedad pasa por el rol moderado que adoptó definitivamente Carrió, antes fiel escudera del anti kirchnerismo rabioso y hoy más cercana a la alternativa dialoguista que suponen Vidal y Larreta.
Los intendentes esperan a Vidal y miran de reojo a Santilli
En las últimas semanas no ha habido gran movimiento entre los alcaldes que tienen más peso en el PRO, referenciados en el llamado Grupo Dorrego, con base en el conurbano y el Gran Buenos Aires. Quien sí ya está más lanzado es el mandamás de Vicente López, Jorge Macri, que hace su jugada, con libro incluido días atrás. El resto, se mantiene expectante. Incluso, no son pocos los que empiezan a ver con más simpatía al “colo” importado de CABA que al primo del expresidente.
Sucede que todavía el apellido Macri es resistido en buena parte de la provincia. Según manifestaron desde distintos municipios a Data Clave, los entusiasma cada vez más la presencia de Santilli como encarnación de la tan mentada renovación de dirigentes. Allí podrían ubicarse el alcalde de Lanús, Néstos Grindetti, y el intendente de La Plata, Julio Garro. Ambos con un considerable poder de fuego.
No obstante, hay algunos más predispuestos que otros. Sin ir más lejos, en las últimas horas, el jefe comunal de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, aseguró en una entrevista televisiva con Luis Novaresio que se siente capacitado para ser gobernador de la provincia de Buenos Aires.
También empieza a jugar la interna Macri-Larreta y más de uno empieza a identificar al Jefe de Gobierno porteño como nuevo líder del espacio. El ex presidente presiona para que Vidal juegue en provincia pero Horacio la quiere en Ciudad. Mientras tanto, la exgobernadora juega con los tiempos. Hoy puede ubicarse en ambos lados de la General Paz. Pero también en ninguno.
Juegue o no María Eugenia -confían desde el PRO a Data Clave- la posición que prima entre los intendentes es que no haya internas partidarias. En todo caso podría ser con la UCR o la CC-ARI, si es que no se puede forjar una lista de unidad. Consideran que las rencillas domésticas debilitan mucho al espacio. “El que gana la PASO termina caliente con los que jugaron para el otro lado. Es una confrontación que no suma al espacio”, aseguraron desde un distrito amarillo a este medio.
El radicalismo aguarda el convite con paciencia
Tras la derrota de Juntos por el Cambio en el 2019, el radicalismo golpeó la mesa y manifestó ante cada micrófono que se le cruzó que a partir de ahora iban a exigir más protagonismo, que ya no iban a ser meros espectadores. En 2020 llegó la pandemia y retrasó las disputas políticas. Ahora, las elecciones del 2021 están a la vuelta de la esquina y el coronavirus sigue siendo el mayor problema del momento.
En paralelo, la Unión Cívica Radical logró resolver su interna en la provincia de Buenos Aires y el diputado Maximiliano Abad se quedó con la presidencia del Comité. El dato es que el legislador bonaerense tiene buena sintonía con el PRO, en especial con el ala vidalista. Y también hay una cercanía con Carrió, por lo que no trascendieron reproches por el momento por no haber sido convocados a la reunión en Exaltación de la Cruz.
Fuentes del radicalismo señalaron a Data Clave que la UCR está enfocada en la asunción de autoridades que se dará en los últimos 10 días de mayo. Y luego comenzarán las negociaciones por las candidaturas en la mesa provincial de la que participarán seguramente Abad y Daniel Salvador, su antecesor. Pero remarcaron que “nadie discute a Vidal ni a Carrió”. No obstante, señalaron que “de no haber acuerdos se podría abrir un esquema PASO, pero será más complicado”. Internamente confían en que más temprano que tarde serán invitados a debatir la estrategia de la alianza.