Desde diciembre pasado, el Gobierno encabezado por Javier Milei despidió a 33.291 trabajadores del sector público. Así lo confirmó este martes el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien compartió el dato en su cuenta de X, señalando que se trata de un paso clave para "bajar la carga de impuestos" a través de la reducción del gasto estatal. “Todo el equipo del presidente Javier Milei trabaja para ello”, escribió Sturzenegger, a quien se encomendó el ambicioso objetivo de reencauzar el déficit fiscal mediante un ajuste drástico en la estructura estatal.

Los datos muestran que, de esa cifra total, 20.026 puestos pertenecían a la administración centralizada y descentralizada, 2.251 a personal de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, y 11.014 a empleados de empresas públicas. Mes a mes, desde el inicio de la gestión, los despidos y retiros no han cesado, con picos notables de reducción en enero y abril, cuando se desvincularon 7.607 y 7.000 trabajadores, respectivamente. Estos recortes incluyen finalizaciones de contratos, jubilaciones y retiros voluntarios.

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X de Fede Sturzenegger

Uno de los primeros movimientos de la gestión de Milei fue cancelar todos los contratos del personal ingresado durante el gobierno de Alberto Fernández, y las renovaciones se fijaron a solo tres meses. Este esquema de "corto plazo" llevó a un segundo pico de bajas en abril y otro en julio, hasta donde llega el gráfico compartido por Sturzenegger en la red social.

Apenas asumió, Milei dejó en claro que su meta era achicar en 70.000 puestos la planta estatal. En junio, durante un acto en Parque Norte, remarcó la decisión: “No sólo que se redujeron a la mitad la cantidad de ministerios; eliminamos transferencias discrecionales a provincias, obra pública y contratos. Sabíamos que esta política iba a generar tensión social y, también, una caída de la actividad”, afirmó el presidente.

La tarea inicial quedó en manos de Nicolás Posse, el primer jefe de Gabinete de Milei, y ahora sigue bajo el control de Guillermo Francos, quien continúa con la revisión de personal en cada área estatal. Los ajustes se extendieron a todos los sectores, desde la administración hasta organismos clave como el INADI, INAI, INJUVE, e incluso en el ámbito científico y cultural: Conicet, INCAA, Coneau, INCUCAI y otros más. Algunos de estos organismos están incluidos en la Ley Bases para una futura privatización.

Sturzenegger impulsa además un cambio fundamental en los criterios de ingreso a la administración pública. El ministro anunció recientemente la implementación de un examen de idoneidad que será requisito para acceder a cargos estatales, inspirado en modelos de países con un servicio civil profesional. “La reforma del Estado incluye desarrollar una carrera administrativa donde el ingreso esté basado en la idoneidad y no en el amiguismo”, enfatizó Sturzenegger, quien busca replicar el sistema de ingreso que actualmente utiliza la Cancillería.

Este proyecto ya generó respuestas adversas, sobre todo entre los gremios. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), en especial, expresó su rechazo y ha comenzado a organizar protestas para frenar el ajuste. El gremio asegura que estos recortes profundizan la precarización laboral en el Estado y representan un golpe al empleo público.

En las próximas semanas, ATE y otros sindicatos preparan nuevas acciones para visibilizar su oposición a la agenda de ajuste implementada por Milei, mientras el Gobierno sigue adelante con la política de reducción estatal, al mismo tiempo que enfrenta una economía en recesión y alta inflación.