Secretos del año de la pandemia: falta de liderazgo internacional e interrogantes para el futuro

El 2020 constituirá un punto de inflexión a nivel mundial en materia económica. Fue el año en que el mundo se detuvo. Las consecuencias de una pandemia inesperada frenaron la oferta y la demanda, un fenómeno pocas veces visto.

La profundidad de la crisis llevó a que la producción mundial fuera al menos 7% inferior a la que se hubiera logrado si no existiera la enfermedad. Se trata del mayor retroceso desde la segunda guerra mundial, según precisa The Economist.

La irrupción de un virus de alta contagiosidad que amenazaba con hacer colapsar los sistemas sanitarios, llevó -en pleno siglo XXI- a aplicar las recetas de la Edad Media: las cuarentenas. Cuarentenas que en algunos países pasaron a ser casi permanentes y en otros prefirieron aplicarlas de manera parcial.

Cada nación actuó como pudo y aplicó su propio criterio. El G20 brilló por su ausencia, a diferencia de lo ocurrido durante la crisis financiera del 2008/9. En esa oportunidad, el liderazgo de Estados Unidos fue seguido por China y de esta manera se logró frenar y aminorar las consecuencias de una crisis que podría haber sido equiparable al colapso de los años 1930. 

La visión nacionalista de Donald Trump, su disputa con China y la falta de un líder internacional terminó vaciando de poder al G20 impidiendo la fijación de políticas globales. Un caso que lo muestra: las vacunas van primero a los países con mayores recursos. Según denunció Amnistía Internacional, los países ricos cuentan con vacunas suficientes para poder aplicar por casi tres veces a sus poblaciones antes de fines de 2021, mientras escasean en las naciones pobres.

La OMS respaldó un programa de vacunación global conocido como COVAX, que busca garantizar la distribución equitativa de las vacunas y 189 países se han sumado, pero algunos como Estados Unidos no se han inscripto asegurándose acuerdos bilaterales.

Este programa se basa en donaciones de países y particulares, pero no fue una política global coordinada. En este contexto, algunos países lideraron récords de contagiados, otros caídas fuertes de la actividad, y algunos, como Argentina, teniendo que afrontar una caída del PIB superior al 10% y ocupando los primeros puestos en el ranking de contagiados y fallecidos.

Hoy, con las vacunas ya en el mercado, el horizonte de cara al 2021 luce más optimista, a pesar de la segunda ola que se desato en el hemisferio norte.

La pandemia fue un shock para la manera en que se desarrollaba la actividad económica. Que enseñanzas dejó:

- Que es posible trabajar, estudiar, relacionarse de manera digital. Esto significa menores costos en casi todos los aspectos. No en vano las empresas  Amazon, Microsoft, Apple, Tesla y Mercado Libre, por mencionar algunas, crecieron durante la pandemia.  

- Es de esperar que en el futuro serán más atendidos temas críticos como el ambiental que, al igual que la pandemia, será mucho más difícil remediar si se sigue descuidando como hasta ahora.

- Que habrá cada vez menos actividad presencial.

- Que las distancias en el comercio son importantes, habrá que estar atentos a todas aquellas empresas que tengan proyectos vinculados al transporte. Un ejemplo, fue el crecimiento de empresas como por ejemplo, Tesla.  

- Que los países/localidades que dependen mayoritariamente de ingresos como del turismo tendrán que apostar a contar también con otros desarrollos.

- Que muchas actividades demandarán menos trabajadores.

- Que los gremios deberán cambiar sus estrategias, ya que la gran cantidad de trabajadores no será la base de su fuerza.

- Que el dinero físico es cada vez es menos necesario, un tema importante en los países con alta informalidad.

- Que el sector tecnológico tiene ante sí numerosos desafíos tales como mejorar la enseñanza virtual, la atención de salud a distancia, las ventas interactivas de ropa, calzados, etc.

En síntesis, el 2020 será un año de inflexión donde el mundo sintió miedo ante lo desconocido y la vacuna no significa necesariamente que el riesgo desaparece.

El mundo descubrió que algo imprevisto puede cambiar todos los planes de golpe y que no se tenía todo bajo control.

Esta sensación de vulnerabilidad o impotencia puede representar un salto para que la humanidad tome conciencia y desarrolle los mecanismos para evitar tragedias como las ambientales o las sanitarias.

Las dirigencias políticas en general aún no han reaccionado, más allá de resolver el problema en lo inmediato. Si observan, y con preocupación, que la sociedad con su voto los castiga por las consecuencias que sufrieron por la pandemia.

Silenciosamente les reclaman no haber advertido que algo podría ocurrir. ¿Era posible evitar el Covid? Tal vez no, pero los científicos venían advirtiendo sobre el tema.

"La presencia de un gran reservorio de virus similares al SARS-CoV en los murciélagos de herradura, junto con la cultura de comer mamíferos exóticos del sur de China, es una bomba de relojería. La posibilidad del resurgimiento del SARS causado por otros nuevos virus de animales no debe ser pasada por alto, por lo tanto, es una necesidad estar preparados", afirmaba Vincent C. C. Cheng, Susanna K. P. Lau, Patrick C. Y. Woo y Kwok Yung Yuen, de la Universidad de Hong Kong, en 2007 *

La razón por la que se consumen estos animales exóticos en China, paradójicamente, se vincula con el rápido crecimiento económico en el sur de este país que ha llevado a un aumento de la población con una creciente demanda de proteínas animales.

Un dato a tener en cuenta, China país donde se generó el virus, será la única gran economía mundial que en el 2020 crecerá un 1.9%, y que el 2021 se augura una expansión  en torno al 8%, según cálculos del FMI.

Es posible que la humanidad se enfrente el día de mañana a otro virus, pero el costo del Covid 19 quizás logre que los gobiernos tengan más en cuenta las advertencias del mundo científico.