Scioli: “Hay voluntad de Alberto y Bolsonaro en dejar las diferencias atrás y poner énfasis en lo que nos une”
El embajador de Argentina en Brasil aseguró que la relación entre los dos presidentes ha mejorado y que ahora busca el respaldo del país vecino en las negociaciones con el FMI. Destacó las mejoras en la relación comercial y afirmó que hay que "salir a vender" y no esperar a que nos compren.
Cuando Alberto Fernández designó a Daniel Scioli como embajador en Brasil, le encomendó dos objetivos: romper el hielo político con Jair Bolsonaro y recuperar el protagonismo de Argentina en la relación comercial con el país vecino. No es sencillo, el mandatario brasileño no detuvo sus críticas al Gobierno Nacional y, durante varios meses de 2020 (ya se recuperó), China desplazó a Brasil como principal socio comercial de Argentina.
No obstante, y a casi un año de haber asumido funciones en Brasilia, Scioli se muestra optimista en ambos desafíos. Respecto al primero, y en diálogo con Data Clave, aseguró que “hay voluntad en dejar las diferencias atrás y poner el énfasis en lo que nos une, en la gran historia y en los desafíos que se presentan”. Respecto al segundo, ratificó que “hemos recuperado a Brasil como el principal socio comercial” y que ahora “viene la etapa de plenitud en el desarrollo”.
Data Clave: Estuvo la semana pasada en Argentina junto al Secretario de Asuntos Estratégicos de Bolsonaro, Viana Rocha, ¿ya regresó a Brasil?
Daniel Scioli: Sí, y ya mantuve estos días encuentros de trabajo en Arcor, La Serenísima, General Motors y Volkswagen, empresas con gran protagonismo en el comercio bilateral con Brasil. Tenemos que salir a vender, explicar que para nuestro país es una prioridad, la tarea que me encomendó Alberto Fernández es lograr más integración industrial, en particular en el sector automotriz, generar más exportaciones que generen más puestos de trabajo genuinos y divisas.
D.C: ¿Cuál es el objetivo que le encomendó el Presidente?
D.S: He buscado desde el primer momento de reconstrucción de la relación con Brasil, encauzar el vínculo con la convicción del mandato que me dio el Presidente. Trabajar con Brasil, sus autoridades, pensando en lo mejor para Argentina. Hemos recuperado a Brasil como el principal socio comercial.
D.C: ¿Y cómo han sido estos meses, tras un 2020 que fue difícil para ambos países?
D.S: Ha tenido una evolución y se ha equilibrado en este tiempo. Argentina ha tenido un déficit histórico con Brasil, pero a partir de un trabajo importante en todos los estados de Brasil hemos logrado cada vez llegar a más gondolas brasileñas, también con productos regionales, frutas, vitivinícola, y una agenda que también está marcada por la integración energética, de infraestructura, ciencia y tecnología. También una agenda militar, avanzamos mucho con la visita de Agustín Rossi (ministro de Defensa) a Belo Horizonte.
D.C: Hay expectativas respecto a una cumbre entre Fernández y Bolsonaro, ¿hay fecha?
D.S: El 30 de noviembre pasado se hizo una cumbre virtual entre Alberto Fernández y Jair Bolsonaro que tuvo un impacto muy positivo, pese a las dudas y la incertidumbre. Y ahora todo va a depender de la evolución de la pandemia. Hay voluntad de los empresarios de ambos países y también de los presidentes de dinamizar el comercio bilateral, y la posibilidad concreta de organizar con todas las entidades empresarias un gran encuentro, que tenga como eje central la producción, el trabajo y la integración industrial. Viene la etapa de plenitud en el desarrollo de la agenda que también tiene que ver con traer inversiones a nuestro país.
D.C: ¿Pero se va a hacer el encuentro?
D.S: Está la voluntad de ambos presidentes. Pero lo presencial depende mucho de la posibilidad de hacerlo. Aquel encuentro virtual la idea era hacerlo en Foz de Iguazú. Fue un encuentro muy bueno con definiciones muy claras.
D.C: ¿Que representó la visita de Viana Rocha, que mantuvo encuentros con funcionarios argentinos, empresarios e incluso con el presidente Fernández?
D.S: Fue un gran gesto de Alberto en recibirlo, que demuestra la importancia que le da a Brasil, y también el gesto de Bolsonaro de enviar a un hombre de su mayor confianza a abordar estos temas. Dejar las diferencias atrás y poner el énfasis en lo que nos une, en la gran historia y en los desafíos que se presentan.
D.C: ¿Y cómo sigue la relación política?
D.S: Estoy movilizando todos los temas que tienen que ver con defender a nuestro país e incluir positivamente a lo que Brasil ha definido como su agenda económica. (En Brasil) no se comprendía bien la realidad política que nos gobierna, las características de la situación que fue punto de partida de nuestro gobierno, había una distorsión, y fue motivo de muchas charlas en la que se explicaron los esfuerzos que se están haciendo. La clara voluntad de Argentina de abrirse y tener una integración inteligente con el mundo para regularizar el frente externo, con las negociaciones que se están llevando a cabo con el FMI. Esperemos también que Brasil tenga un gesto de respaldo con eso, como lo han tenido otros líderes del mundo. Por eso el objetivo es el de lograr armonía después de tantos desencuentros, y ese es el espíritu del Presidente que ha facilitado esta renovada agenda.
D.C: ¿Qué ocurre en Brasil con la fabricación de vacunas contra el coronavirus, ya se produce una de las desarrolladas en China y hay intenciones de producir la Sputnik-V?
D.S: Estaban demoradas las autorizaciones por parte de Anvisa (la “anmat” brasileña), pero tras una gran presión social y una acción que llevó adelante el gobernador de San Pablo comenzó a destrabarse y la primera que se autorizó fue la de China (“Coronovac”, tras acuerdo con Sinovac). También hay un proyecto con un laboratorio en Brasilia para fabricar la Sputnik-V, pero aún no tiene la autorización. Pero el Gobierno de Brasil va en camino a facilitar y garantizar la diversidad de vacunas. No solo tiene impacto en inmunizar a la población, sino también a la normalización de la economía.