Rumores, mucho hermetismo y una sola certeza en el Frente de Todos: la última palabra será de Cristina
Mientras la oposición despliega todos los fuegos de artificio posible y despliega nombres por todos lados, el gobierno nacional esconde celosamente sus cartas. Días atrás circularon algunos apellidos como el del actual embajador en Brasil, Daniel Scioli y el de la concejala platense y Presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, que incluso fueron medidos en distintos puntos de la provincia. Pero fuentes cercanas a la vicepresidenta señalaron a Data Clave que ”no hay nombres sobre la mesa, son más que nada especulaciones”.
Sin lugar a dudas, el año electoral fue capitalizado por la oposición, en especial Juntos por el Cambio, que parafraseando al propio expresidente Mauricio Macri, vive una suerte de segundo tiempo político luego de una derrota contundente en 2019 que parecía correrlos de la escena por un tiempo. La pandemia y la profundización de la crisis económica le dieron una nueva vida y la están aprovechando, aún con una interna feroz y pública.
El Frente de Todos, en cambio, mantiene un perfil completamente opuesto. Es cierto, tener que llevar adelante la gestión y en un momento tan extraordinario desde lo sanitario, lo económico y social, deja poco margen para la parafernalia electoral. Sin embargo, este 2021 trajo bajo el brazo, además de la segunda ola (y la chance de una tercera) elecciones legislativas, con PASO incluidas.
Es decir que, quiera o no, el oficialismo deberá definir nombres para afrontar una compulsa que ni más ni menos hará las veces de plebiscito de la administración presidencial. Y en eso están, en conversaciones que se mantienen bajo una extrema reserva y con tal vez la única certeza de que todos los apellidos saldrán de una mesa chica en la que se sientan el Presidente Alberto Fernández, la vice Cristina Fernández de Kirchner, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el jefe de bancada oficialista, Máximo Kirchner.
Si bien es un espacio de discusión, no todas las palabras tienen el mismo peso. No es ninguna novedad, CFK tiene poder de veto y su venia es vital para la decisión final. Amén de esta salvedad, el denominador común es el de sellar una lista de unidad en cada jurisdicción. Ese será el mandato y por ello también hay cierto consenso (a regañadientes en algunos casos) de que las definiciones serán verticales y desde Casa Rosada.
Uno de los territorios más disputados es justamente el de mayor peso electoral, la provincia de Buenos Aires. Es natural que allí estén apuntados todos los cañones: una victoria allí representa meter en el bolsillo más de media elección. Por este motivo, es probable que jueguen los pesos pesados en la provincia que gobierna Axel Kicillof. Incluso el propio mandatario podría liderar la campaña en su terreno.
En este sentido, hay dos nombres que sobresalen entre los rumores de pasillo. Uno de ellos es una cara “nueva”, aunque con alto perfil desde hace tiempo y de gran exposición durante la totalidad de la gestión de Alberto. Se trata de la concejala platense y Presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz. Es una de las voceras del gobierno nacional que defiende a capa y espada las políticas de Fernández. Fue precandidata a la intendencia de La Plata pero perdió por escaso margen en una comentada interna con la diputada provincial y referente de La Cámpora Florencia Saintout. Tiene buena llegada al Presidente y cuenta con el visto bueno de Cristina. Distintas fuentes del oficialismo señalaron que hoy es ella quien pica en punta.
El otro, un viejo soldado del proyecto peronista/kirchnerista, Daniel Scioli. Resistido en su momento por el sector más radicalizado del cristinismo, el exgobernador bonaerense y actual embajador en Brasil nunca sacó los pies del plato. Ni en el peor momento de su relación con CFK, casi con una campaña en soledad en 2019. Su lealtad no está en duda y es valorado en la presidencia. "
En este punto, fuentes confirmaron a Data Clave que ambos potenciales candidatos fueron medidos en la Primera sección electoral. Y si bien no develaron el resultado del sondeo, señalaron que “ganamos por poco en lo general porque en los distritos están entre 40 y 50 dependiendo cada lugar”.
No son los únicos nombres que se colaron en la danza de apellidos. También aparecen dos mujeres de importante exposición y en lugares clave del Gobierno. Una es la titular del PAMI, Luana Vulnovich y la otra la directora del ANSES, Fernanda Raverta. Ambas pertenecen a La Cámpora y son perfiles con futuro en el espacio político, jóvenes y con sintonía fina con Máximo Kirchner. Fuentes señalaron a este medio que Luana no tiene intenciones de dejar su lugar para competir en las PASO.
También circuló el nombre del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Lo cierto es que desde su entorno confirmaron a Data Clave que el hombre de confianza de Alberto será el jefe de campaña y está (casi) descartado que sea candidato. "El Frente de Todos con naturalidad se terminará expresando en una lista y se competirá. Tenemos unidad en la diversidad. Eso nos permitió ganar una elección y llevar adelante un gobierno con diferentes agendas y demandas", indicó el funcionario en declaraciones el sábado y ratificó que "el objetivo del frente seguirá siendo ese: conservar la unidad en la diversidad".
En la misma sintonía, el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, afirmó a Télam que "no creo que el Frente de Todos tenga ningún tipo de problema para conformar las listas y mantener la fortaleza de la unidad. En todas las listas van a estar representados todos los sectores". Y agregó: "Somos dirigentes políticos de muchos años de experiencia y sabemos cómo llevar adelante estas situaciones para que no genere ningún tipo de tensión que dificulte el funcionamiento del frente".
No obstante, fuentes cercanas al Instituto Patria señalaron a Data Clave que “no hay nombres sobre la mesa. Porque cuando están todos es que en realidad no hay ninguno. Son más que nada especulaciones”. El hermetismo fue, es y será una constante en el kirchnerismo a la hora de las definiciones. Consenso y representatividad asoman como bandera, pero la lapicera tiene dueña.