El 17 de febrero de 1994 cuatro integrantes de una misma familia y un amigo murieron tras el incendio intencional de una vivienda. Fructuoso Álvarez González fue condenado a prisión perpetua y ya lleva cumplidos más de 20 años tras las rejas.

La defensa presentó un pedido a la Justicia para que se fije la duración exacta de su pena, al argumentar que "las penas sin un final son inconstitucionales", pero fue rechazado en abril último.

Alegó la "vulneración del principio de igualdad" al considerar que "se lo trató de manera diferente sin justificación objetiva y razonable, con respecto a otros condenados en situaciones más gravosas".

Ahora, la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal declaró inadmisible el recurso de la defensa de Álvarez González. Así se desprende de la decisión firmada por los camaristas Horacio Días y Jorge Rimondi.

En la tragedia murieron José Bagnato (42); su esposa Alicia Plaza (40); sus hijos Fernando (14) y Alejandro (9), y Nicolás Borda (11), un amigo del menor de ellos que esa noche se habí­­a quedado a dormir.

Los investigadores determinaron que el incendio había sido originado de manera intencional por Álvarez González, exsocio de José Bagnato, quien arrojó dos bidones con combustible y encendió el fuego.