El Presupuesto 2025, presentado por el gobierno de Javier Milei, desató preocupaciones en organizaciones como ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género) y ACIJ (Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia), quienes analizaron a fondo el impacto que tendría en las políticas de género. El informe reveló datos alarmantes: no solo hay recortes significativos en programas claves, sino que también algunas partidas han sido directamente eliminadas.

Entre los puntos más críticos, se destaca el presupuesto cero para el Programa Acompañar y la Educación Sexual Integral (ESI). Ambas iniciativas son esenciales para la asistencia y prevención de la violencia de género. El Programa Acompañar, que brindaba apoyo económico y psicosocial a víctimas de violencia, parece no tener asignación para 2025, al igual que la ESI, una política clave en la educación en derechos y prevención de abusos.

Además, no hay una partida identificada para la Línea 144, el servicio que ofrece atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Esto podría significar una falta de transparencia en la asignación de recursos o, lo que sería más grave, la eliminación de estos programas.

Otro aspecto preocupante es la reducción del 27% en términos reales para el Plan ENIA (Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia) respecto al presupuesto vigente de 2024, y un recorte acumulado del 78% en comparación con 2023. Estos programas resultan esenciales para la educación sexual y la prevención en adolescentes, y su debilitamiento podría tener consecuencias profundas en la población más joven.

La infraestructura también sufrirá el impacto de los ajustes. La partida destinada al fortalecimiento edilicio de jardines infantiles presenta una caída del 30,28% en comparación con 2024 y del 85% respecto al máximo histórico alcanzado en 2021. Esto implica que menos niños y niñas tendrán acceso a espacios seguros y adecuados para su desarrollo temprano, lo que refuerza las inequidades estructurales desde la infancia.

Por otro lado, la única partida que experimenta un aumento es la destinada a las Asignaciones para Protección Social y la Prestación Alimentar, con un incremento del 7,81% respecto al presupuesto vigente de 2024. Sin embargo, esta cifra queda muy por debajo de la inflación proyectada por el gobierno para 2025, que es del 18,3%. De hecho, si la inflación supera ese valor, las partidas presupuestarias podrían verse aún más afectadas.

El informe también expone que, pese a estos recortes, no es del todo cierto que "no haya plata". Al analizar los gastos tributarios, ELA y ACIJ concluyen que existe una distribución injusta de los recursos, priorizando sectores menos vulnerables mientras se debilitan las políticas destinadas a la igualdad de género.

Este martes 15 de octubre a las 15, ambas organizaciones participarán en una sesión informativa convocada por la Comisión de Mujeres y Diversidades de la Cámara de Diputados de la Nación. Allí, expondrán sus preocupaciones sobre el impacto del Presupuesto 2025 en las mujeres y diversidades, buscando alertar sobre los riesgos que conlleva la aprobación de este proyecto tal como fue presentado.

De no modificarse, la situación podría significar un retroceso significativo en la protección y asistencia a quienes más lo necesitan.