Por las diferencias en el PRO, los socios de Juntos por el Cambio apuestan a una gran interna
La UCR se opone a que Santilli cruce a la provincia. Larreta apuesta a que se mantenga la unidad bonaerense y cuenta con el respaldo de Carrió. Vidal no quiere competir en el distrito que gobernó y eso genera diferencias en el partido amarillo. El peronismo republicano y Monzó se suman también a la competencia interna.
Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Elisa Carrió. Los tres trabajan en tándem y tienen un proyecto diseñado para esta elección y la que viene. Ese proyecto incluye, para los comicios de este turno, la candidatura de la exgobernadora bonaerense en la Ciudad de Buenos Aires en un enroque que coloca a Diego Santilli en la Provincia.
Este diseño de los dirigentes del PRO generó un fuerte ruido interno en las últimas semanas, porque choca con los planes definidos por el expresidente Mauricio Macri y su principal espada: Patricia Bullrich, quien apuesta a conducir la lista opositora en la Ciudad.
El ruido en el partido amarillo sorprendió en el resto de los socios de Juntos por el Cambio, el principal espacio opositor. “El PRO siempre fue de los más ordenados, nunca fue una preocupación”, sostiene un influyente dirigente de la Coalición Cívica que, desde la provincia de Buenos Aires, acompaña a Carrió, quien está decidida a volver a enfrentar una campaña electoral.
La Coalición Cívica está dispuesta a acompañar. “El objetivo es la lista de unidad. Es la búsqueda. Las PASO son una excepción, pero no hay que tenerles miedo”, dice el partido que cuenta con diputados en el Congreso y apuesta a mantener su capital. La figura de Carrió les garantiza un lugar alto en el boleta opositora y no hay ambiciones de dar pelea por fuera. Eso le comunicó ayer Lilita al titular de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad.
Distinto es lo que ocurre con la Unión Cívica Radical, que baraja varias opciones previo a la definición del cierre de listas, que será en los últimos días de julio. El que lidera las negociaciones es Abad, que maneja más de un escenario. El primero es el de la unidad, con el compromiso de que cuatro de los primeros doce nombres sean radicales.
No obstante, el radicalismo agrega un “pero” a esa unidad. Y ese “pero” es Santilli. Se oponen a que otra vez cruce un dirigente de la Ciudad a liderar una lista bonaerense. En ese caso, la UCR avanzaría hacia una lista propia para competir en las PASO. Si Vidal cambia de opinión y se decide por competir en la Provincia, las diferencias quedarían resueltas, pero todos coinciden en las dificultades que tendría la exmandataria y el riesgo que asumiría de tomar esta decisión.
Si prospera esa alternativa, los radicales deberán definir si van juntos o separados. La elección bonaerense demostró que la oposición a Abad no es testimonia. Gustavo Posse cosechó más del 40% de los votos y apuesta a salir de los límites sanisidrenses, tras 22 años ininterrumpidos de gestión.
Un dirigente dedicado a la rosca radical y cercano al titular del partido en la Provincia, confió a Data Clave la alternativa que creció con fuerza en los últimos días: la unidad entre ambos espacios radicales, pese a que el ánimo quedó caldeado entre ambos sectores. La unidad estaría representada simbólicamente por Martín Lousteau y Facundo Manes, las dos figuras fuertes de la UCR en el AMBA. Simbólicamente porque ninguno de los mencionados competiría en este turno, pero sí serían referencia y potenciales candidatos para el 2023.
Pero hay un grupo que acompaña a Abad que no avala esa alternativa. De no prosperar, Posse ya trabaja en una alternativa que incluye a otro socio de Juntos por el Cambio decidido a volver a la disputa política con ambiciones de gobernador: Emilio Monzó.
En el entorno de Monzó ratificaron ante este medio que, en su deseo de ser candidato por la gobernación en dos años, esta parada legislativa se torna obligatoria. Y confirmaron que su intención es competir dentro de Juntos por el Cambio y así se lo comunicó a los referentes de la alianza. El ex presidente de la Cámara de Diputados trabaja para que “Juntos por el Cambio se amplíe, busque mayor representación en la sociedad y se transforme en una alternativa de Gobierno”.
Si la unidad avanza en Juntos por el Cambio las ambiciones de Monzó podrían ser un obstáculo. Eso coincide con lo que dicen quienes acompañan al dirigente de Carlos Tejedor, al sostener que “hay un sector del espacio que no quiere que juegue, que lo expulsa a irse afuera”.
Hay otro actor, cercano a Monzó, que también está en días de definición. Se trata de Joaquín de la Torre, quien fuera ministro de Gobierno de Vidal y que hoy conforma el Peronismo Republicano junto a Miguel Angel Pichetto. Mientras que el excandidato a vicepresidente ve como única opción integran JxC, De La Torre amenaza a que, si Santilli cruza a la Ciudad, él se uniría a las filas de Florencio Randazzo, quien ya construye su regreso a la arena política, como ocurre en cada año impar.
Poco menos de dos meses para resolver estas diferencias y diseñar una arquitectura electoral para un desafío mayor: defender la buena elección del 2017 desde la oposición y ante el peronismo unido.