Para Argentina hay "una visión sesgada" respecto a la violación de derechos humanos en Venezuela
Así se expresó el embajador ante la OEA, Carlos Raimundi, al discutir el reciente informe elaborado por las Naciones Unidas. Esto refleja un leve giro respecto a lo manifestado por Argentina en Ginebra meses atrás. “No compartimos cierta perspectiva de cuál han sido las causas que han han llevado a esa situación y cuáles son los caminos para resolverla”, insistió Raimundi.
Argentina calificó de “sesgado” el reciente informe de las Naciones Unidas respecto a las crímenes contra la humanidad del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Lo hizo a través de Carlos Raimundi, el embajador argentino ante la Organización de Estados Americanos (OEA). En una semana se discutirá la cuestión en Ginebra, en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
“No me identifico ni considero perfecto el gobierno de Venezuela. Conozco perfectamente que hay una situación muy crítica, que lleva un número muy importante de habitantes a una situación crítica, con mucho apremio económico y que no se me escapa el alto número de personas que han abandonado el país”, fue el primer acercamiento de Raimundi al tema.
Pero luego dijo que “no compartimos cierta perspectiva de cuál han sido las causas que han han llevado a esa situación y cuáles son los caminos para resolverla”. Y en este punto destacó que Venezuela es un país que “ha sufrido y sufre un fuerte asedio internacional. amenazas de intervención”, al señalar los reiterados cortes de energía a la central eléctrica, “el bloqueo a la renta de su principal recurso, el país con más reservas de petróleo”, y “el bloqueo de sus riquezas en oro”.
“Hay una apreciación sesgada de lo que son las violaciones a los derechos humanos en determinados países”, insistió Raimundi sobre el reciente informe que señala a se señala a Maduro, al ministros de Defensa, Vladimir Padrino López; y del Interior, Néstor Reverol, como “figuras determinantes en graves crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad del país”. “No hace una lectura ideológica de los derechos humanos. Nos centramos en la persona que sufre. No son los derechos humanos para mi país, un instrumento para tomar una posición ideológica”, agregó el embajador argentino ante la OEA.
Raimundi reconoció que se ha iniciado un camino para “las salidas pacíficas y negociadas”, y que ese debe ser “el modo de relación y cooperación entre los poderes públicos”.
Esta posición marca un leve giro respecto a lo expuesto por el embajador argentino ante los organismos internacionales, Federico Villegas, el 15 de julio pasado. En esa oportunidad, Villegas opinó sobre un informe elaborado por la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, y manifestó su “profunda preocupación por la situación de los derechos humanos, así como por la grave crisis política, económica y humanitaria que padece Venezuela”.
“Instamos a Venezuela a cooperar plenamente con el Consejo y sus mecanismos, a implementar las recomendaciones hechas por la Alta Comisionada en su informe y a continuar incrementando la cooperación con su Oficina”, insistió Villegas en aquella oportunidad, en un discurso que generó apoyos en la oposición argentina pero que generó rechazos en el interior del Gobierno. Al día siguiente de aquel evento, Alberto Fernández tuvo un duro intercambio con el periodista Víctor Hugo Moráles.