Como parte de la comitiva argentina que se encuentra en los Estados Unidos participando de la gira presidencial, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, llevó adelante este lunes una agenda propia, que incluyó un encuentro con el titular de la oficina de la DEA en Nueva York, Frank Tarantino y con el segundo jefe de esa agencia, Jimmy Arroyo

Además, Fernández se reunió con Mike Tzitzikalakis, encargado de El Dorado Task Force, de Crímenes Financieros de Homeland Security, y visitó las oficinas de la Policía de Nueva York donde fue recibido el subdirector de esa fuerza de seguridad, Edward A. Caban. También, mantuvo una reunión con el jefe de la Fuerza de Tareas Conjunta contra el Terrorismo del FBI, Seth Yockel y su equipo.

En diálogo con los periodistas argentinos que cubren la gira, el ministro dio detalles de lo conversado durante estos encuentros y se refirió a las investigaciones que vienen llevando a cabo las fuerzas de seguridad federales en materia de lavado de dinero, narcotráfico y terrorismo, como parte de la estrategia global para prevenir y perseguir el delito complejo.

También afirmó que los organismos norteamericanos pusieron a disposición de la justicia argentina toda la capacidad tecnológica y de inteligencia para colaborar en el esclarecimiento del atentado contra Cristina Kirchner. "Tienen laboratorios con enorme capacidad para analizar información, de seguimiento, de escuchas, desencriptar teléfonos y muchas otras tareas muy importantes para la investigación", afirmó el ministro.

Además, el funcionario confirmó que desde Homeland Security "ofrecieron colaboración cuando visitamos el laboratorio y surgió el tema del intento de magnicidio" pero aclaró que esa decisión "debe tomarla la doctora (María Eugenia) Capuchetti, a quien ya le hemos trasladado el ofrecimiento". Fernández confirmó que los delegados de la agencia de seguridad norteamericana en Buenos Aires ya habían puesto a disposición las herramientas con las que cuentan y resaltó que ahora "todo depende de la justicia".

Protocolo 7 y proyecto de Servicio Secreto

Ni bien ocurrió el atentado contra la vicepresidenta, el ministerio de Seguridad puso en marcha una investigación interna para deteminar si hubo algún tipo de responsabilidad de la custodia en los hechos que pusieron en peligro la vida de Cristina y el resguardo de las pruebas materiales colectadas tras el incidente (más específicamente, sobre el celular de Fernando Sabag Montiel). Luego surgieron los cuestionamientos al denominado Protocolo 7, que detalla los procedimientos que deben seguir los efectivos asignados a la protección.

"Nosotros venimos haciendo protocolos que ultimen y terminen con conflictos de esas características, porque si no cada uno hacía lo que se le ocurría o de la mejor manera que le salía. Uno de los protocolos que sacamos, lo presentó el presidente, es el de custodiar o guarecer el lugar del hecho, eso se cumple", relató Fernández. Y agregó: "Ahí se empieza a respetar la cadena de custodia, hasta que el celular llega a manos de la Justicia en determinadas condiciones y nosotros hasta ahí cumplimos; todo indicaría que el que habría fallado es el técnico de la Policía Federal".

Al referirse al rol específico del equipo a cargo de la custodia (encabezado por los comisarios Carbone y Tejerina), Fernández remarcó que "a ninguno se me ocurriría separarlo de sus cargos porque actuaron bien, existen situaciones de las que hay que aprender y preparase para estar convencido de que no pueden dejar flancos sueltos, nada más que eso".

Respecto del desempeño de la PFA, Aníbal ratificó su apoyo a la gestión encabezada por el Comisario General Juan Carlos Hernández y destacó que en la Policía tiene jefes y subjefes que "trabajan en función del marco que yo definí y lo hacen excelentemente bien, a cualquiera que -sin saber nada- me venga con cuestionamientos, lo saco remil cagando". Sobre el manejo de los efectivos de las fuerza, Fernández apuntó que "cuando asumí, recuperamos todo lo perdido durante los cuatro años del gobierno anterior y nos pusimos a punto, creo que tanto el actual Jefe de la Federal como el subjefe son dos cuadros con altísima preparación y muy jóvenes como para darnos el lujo de no aprovecharlos".

A la hora de referirse al Protocolo 7, Aníbal hizo hincapié en que "propone un montón de cosas que, a la luz de lo sucedido, hay que revisarlas. Están en este momento trabajando con eso para ver cuáles son los puntos que se ratifican, porque evidentemente algunas respuestas tuvo, y cuáles son las que no se deben ratificar. Nadie se dio cuenta de lo que pasó"

Respecto del proyecto impulsado durante el gobierno de Néstor Kirchner elaborado por el especialista Marcelo Sain en el que se crea un Servicio Secreto especialmente dedicado a la custodia de los mandatarios nacionales, Fernández manifestó que "le parece la mejor iniciativa" y que, si dependiera pura y exclusivamente de su voluntad, "lo armaría", aunque sostuvo que "queda poco tiempo de esta gestión y no creo que lleguemos a instrumentarlo".

Una banda "entrenada en inteligencia"

En la charla con los periodistas que cubren la gira presidencial realizada en el lobby del hotel Park Hyatt, donde se alojo la comitiva oficial, Fernández opinó sobre los estudio de abogados privados que aparecieron en los últimos días detrás del patrocinio legal de los últimos detenidos por el intento de magnicidio, fundamentalmente los de Gabriel Carrizo, el jefe de la "banda de los copitos".

Al repecto, el ministro dijo que "aunque no me gusta meterme con el trabajo de los colegas, hay presencias que llaman la atención y además relaciones que se van a ir descubriendo, porque información para procesar todavía hay como para hacer dulce, tenemos una parva de gente trabajando".

También al ministro puso la lupa sobre el grupo que participó del ataque: "el análisis de la información muestra que tenés dos perfil, uno el que representan Carrizo y (Brenda) Uliarte, y el otro el de Agustina Díaz y el propio Sabag Montiel, además de otros que pueden andar dando vueltas que ya veremos cómo sigue esa película. Todos estos no tienen ni estructura económica, ni capacidad intelectual, ni capacidad de cuadro para estar preparando un atentado de estas características".

- Data Clave: ¿Y esto qué significa?

- Aníbal Fernández: Que más arriba hay una estructura que pensó y organizó el ataque, estoy absolutamente convencido de eso, cuando observás los movimientos de los que estuvieron en inmediaciones del departamento de Cristina, te das cuenta que algunos tienen actitudes propias de quienes tienen entrenamiento y algun tipo de formación en inteligencia.

- DC: ¿Por ejemplo?

- AF: Hay un pibe en una de las filmaciones que está apoyado contra la pared y mira para un lado y para el otro con movimientos propios de quienes están monitoreando la escena, fijate que aparece el auto de Cristina y el tipo sigue con su rutina de observación, mirando cómo se mueve la gente.

- DC: ¿O sea que la hipótesis de Mauricio Macri de que se trató de una banda de loquitos está equivocada?

- AF: Eso es poco serio e irrespetuoso. Porque por una casualidad no la mató. Lo que tenemos que confirman es si tuvieron un mínimo de entrenamiento, que se ve en esas cosas. Si el arma la tenía y no la montó era un tipo que estaba sin formación. Si el que se la dio, no lo hizo es peor. El que debía estar con la cabeza fría es el que tiene que darle la pistola montada. Con lo cual estamos en presencia de una cosa para mí cada vez más tirando hacia arriba.