El Papa Francisco será anfitrión esta semana de una serie de encuentros claves para la política argentina, recibiendo por un lado a autoridades de la Confederación General del Trabajo (CGT) y, pocas horas después, a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. A pesar de las tensiones evidentes entre el Gobierno y los sectores sindicales, ambos encuentros reflejan la intención del Sumo Pontífice de mantener un equilibrio en su relación con los distintos actores del escenario político y social del país.

El lunes por la mañana, dos de los tres triunviros de la CGT, Héctor Daer y Pablo Moyano, se reunirán con Francisco para expresarle su preocupación por las políticas económicas de Javier Milei. Este encuentro será acompañado por otros importantes dirigentes gremiales como Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y Andrés Rodríguez (UPCN), quienes aprovecharán la oportunidad para entregar un documento crítico hacia la gestión del gobierno, titulado “Agenda para un nuevo contrato social”. La postura de la CGT ha sido clara en sus denuncias contra el rumbo económico, advirtiendo sobre el impacto de las reformas laborales que aún se encuentran en discusión.

En paralelo, el viaje de Pettovello, que todavía no ha sido confirmado oficialmente por su cartera, generó expectativas por ser su primera audiencia a solas con el Papa tras haber acompañado a Javier Milei en su visita oficial al Vaticano en febrero de este año. La funcionaria, clave en la gestión del área social, ha enfrentado críticas por la discontinuidad en la entrega de alimentos a comedores comunitarios que destapó Data Clave, algo que ha derivado en fuertes denuncias de sectores sociales, incluidos los liderados por Juan Grabois. Quien, paradójicamente, también viajará a Roma esta semana para participar de un simposio conmemorativo de los 10 años del primer encuentro mundial de movimientos populares con el Papa.

Aunque las tensiones entre los sectores gremiales y el Gobierno son palpables, la agenda papal parece marcar una búsqueda de equilibrio, al recibir en intervalos cercanos a los líderes sindicales y a una ministra clave en la gestión de Javier Milei. Pettovello, quien defendió la decisión del Papa de reunirse con todos los actores sociales, afirmó que Francisco está bien informado sobre la situación argentina y mantiene un canal abierto con su ministerio para recibir informes periódicos sobre la situación social y económica.

Además de las tensiones internas en el seno de la CGT sobre quiénes integrarían la delegación que viajaría a Roma, la central obrera se mostró determinada a utilizar esta audiencia como una oportunidad para reforzar su postura crítica frente al Gobierno. Sin embargo, dentro de la misma CGT no faltaron los reproches por la exclusión de ciertos dirigentes de peso en el sindicalismo argentino, lo que evidenció las internas latentes en la organización.

Por su parte, el viaje de Pettovello no solo tiene un tinte diplomático, sino también político, dado que su encuentro con el Papa ocurre en medio de la definición de la reforma laboral que ha generado controversias dentro y fuera del Gobierno. La CGT ya ha manifestado sus objeciones sobre algunas de las medidas propuestas, y este cruce de audiencias en el Vaticano podría delinear cómo se alinearán los intereses en las próximas semanas.

En cuanto a Juan Grabois, su presencia en el Vaticano trasciende las disputas con Pettovello, y busca mantener una relación estrecha con el Papa, quien ha sido una referencia para los movimientos sociales en su lucha contra la exclusión. A pesar de las diferencias, tanto Grabois como la CGT coinciden en sus críticas a la gestión de Pettovello, particularmente en la falta de políticas eficientes para garantizar la alimentación en los sectores más vulnerables.

Los encuentros en el Vaticano se producen en un momento de fuerte tensión social en Argentina, donde las políticas de ajuste del gobierno han despertado tanto el descontento de los sectores gremiales como la preocupación de los movimientos sociales. La visita del Papa a Argentina, que él mismo ha mencionado como un posible plan a futuro, se mantiene bajo expectativa.