Con votos 139 positivos, 15 negativos y 90 abstenciones la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Presupuesto para el año 2021 y lo giró a la Cámara de Senadores. Los bloques federales dieron su apoyo al gobierno mientras que Juntos por el Cambio optó por la abstención, los votos negativos fueron del Frente de Izquierda y de un grupo de legisladores que se rebeló a la decisión de la bancada que conduce Mario Negri.

Además de los votos negativos que se diferenciaron, en el bloque mayoritario de la oposición hubo una tercera línea que votó a favor. Se trata de las correntinas Ingrid Jetter y Sofía Brambilla y los jujeños Gabriela Burgos, Osmal Monaldi y Jorge Rizzotti que responden a gobernadores radicales y el riojano Felipe Álvarez. En definitiva, Juntos por el Cambio tuvo votos en los tres sentidos posibles.

El dato curioso de la jornada es que el característico cierre de debate que suele realizar el presidente del bloque, tanto de la oposición como del oficialismo, no se terminó concretando. La versión oficial cuenta que por la extensión de la jornada decidieron agilizar para llegar rápido a la votación. Desde Juntos por el Cambio aseguraron que ellos tenían preparado el discurso final pero desistieron por la negativa del titular de la bancada del Frente de Todos, Maximo Kirchner.

En el inicio del debate del Presupuesto, el miembro informante Carlos Heller (CABA), aseguró que el proyecto contiene "proyecciones moderadas serias y cumplibles para ir consolidando un modelo para tranquilizar la economía" tras la crisis que ya enfrentaba el país y que se agravo con la pandemia de coronavirus.

Luego, la oficialista Fernanda Vallejos (Buenos Aires) apuntó que se busca "retomar un proyecto de país que había quedado inconcluso en diciembre de 2015, y abandonar el camino del neoliberalismo, del ajuste, del endeudamiento, de la fuga". La diputada aseguró que en el proyecto se "reduce a la mitad el peso de los intereses de la deuda y, como contracara, duplica la inversión pública, clave para dinamizar la demanda y traccionar el crecimiento de la economía"

A su turno, el diputado del PRO, Luciano Laspina (Santa Fe) criticó algunos pasajes del proyecto pero anticipó la abstención de su bloque. “Como sabemos que están finitos en los números y que necesitan a algunos aliados, la idea es abstenernos para que el Presupuesto esté, porque somos responsables, aunque esa misma responsabilidad nos lleva a no avalarlo, porque no es lo que nosotros pretendemos”, remarcó.

“No queremos ser una oposición que obstaculiza, que plantea la situación a todo o nada”, concluyó Laspina.

La posible vacuna para el coronavirus también tuvo su capítulo en la discusión de los recursos para el año próximo. El diputado oficialista Pablo Yedlin (Tucumán), presidente de la comisión de Salud, sostuvo que “en el presupuesto están previstos los recursos para la futura vacuna contra la COVID-19”.

“La Argentina no solo ha hecho todo para poder acceder, sino que también está preservando los recursos para una vacuna que será evaluada por la Anmat y autorizada por el Ministerio de Salud, como se hace con todas las vacunas y medicamentos”,confirmó Yedlin.

El presidente del bloque Consenso Federal, Alejandro Rodriguez (Buenos Aires), lamentó el tono del debate “confrontativo” entre los dos bloques mayoritarios y anticipó el voto favorable de su espacio. “Vinimos con la expectativa de encontrar, en el debate del Presupuesto, un clima menos confrontativo. Acompañamos el Presupuesto, pero exigimos más federalismo y una orientación productiva más clara”, dijo.

El último orador fue el diputado del Frente de Todos, José Luis Gioja (San Juan), que consideró que este era el presupuesto que más se discutió en el parlamento desde que es legislador. El sanjuanino informó que el objetivo de la iniciativa era terminar con la crisis de los cuatro años de gobierno de Cambiemos. “De un lado nos critican por una represión en Guernica, sin embargo, la tapa de Clarín y La Nación critican al gobernador Kicillof por dar subsidios. Ni una cosa ni la otra, estamos tratando de solucionar los efectos de la crisis”, concluyó.

Entre sus ejes centrales, el Presupuesto proyecta una inflación del 29% y un dólar promedio de $102,4. Además, se destinarán $ 5,5 billones a gastos sociales para el pago de jubilaciones y asignaciones sociales, lo que representa el 65% de los recursos contemplados para 2021 y se reducirá el pago de intereses de la deuda pública.

Entre los cambios destacados del trabajo en comisión, resalta la imposición de un nuevo gravamen a productos electrónicos como celulares y computadoras fabricados en Tierra del Fuego y una suba a la tasa de los importados. Un día antes de la firma del dictamen el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el oficialista Carlos Heller (CABA), anunció un paquete de modificaciones al dictamen final del oficialismo que alertó a la oposición. Por esa serie de cambios, la firma se demoraría unas horas más de lo esperado.

Allí, el oficialismo metió un artículo que no estaba en el proyecto enviado por el ministro Martín Guzmán que incorpora un aumento en los los Impuestos Internos a los electrónicos importados y fabricados en el país. Los primeros pasarán del 7% actual al 17%, mientras que, para los ensamblados en Tierra del Fuego, se creará un gravamen del 6,55% en lugar del 0% actual. Esto quedará efectivo si el Senado confirma el proyecto de Presupuesto 2021 sin modificaciones.