Milei profundiza su embestida contra los periodistas y reaviva la tensión con violentos insultos
El presidente volvió a arremeter contra la prensa, esta vez a través de sus redes sociales, acusándola de ser cómplice de políticos corruptos. Los ataques se dan en medio de la creciente caída de su imagen positiva y la difusión de las alarmantes cifras de pobreza.
El presidente Javier Milei redobló sus críticas hacia el periodismo este martes, utilizando nuevamente sus redes sociales como plataforma para apuntar contra quienes, según él, manipulan la opinión pública. En esta ocasión, compartió un extracto de una entrevista en la que la periodista María O'Donnell enfrentó al diputado libertario Lisandro Almirón. El cruce entre ambos fue el detonante para que Milei lanzara una nueva serie de acusaciones contra la prensa.
"Muchos 'periodistas' son cómplices de los políticos corruptos", afirmó el mandatario en su publicación, sugiriendo que los medios han perdido el "monopolio de la palabra" y, por tanto, la capacidad de manipular la realidad. Las declaraciones llegaron en un contexto de creciente tensión, coincidiendo con la difusión de encuestas que muestran una caída en la imagen positiva del gobierno y los datos oficiales del INDEC que revelan un aumento significativo en la pobreza y la indigencia en el país durante el primer semestre de 2024.
El cruce que protagonizaron O'Donnell y Almirón tuvo lugar durante un programa de radio, en el cual la periodista subrayó el impacto del aumento de la pobreza, que ahora afecta a más del 52% de la población, mientras que la indigencia alcanza a un 18%. Almirón respondió con gritos y acusaciones, asegurando que O'Donnell "quiere que al país le vaya mal", y desestimando las cifras. Este episodio fue el combustible que necesitaba Milei para lanzar sus críticas.
El mandatario, a través de su cuenta en la red social X (anteriormente Twitter), no solo apoyó las palabras de Almirón, sino que fue más allá, sumando sus propias acusaciones. "No solo se les caen las caretas, también les están perdiendo el miedo", expresó Milei, argumentando que los medios ya no gozan de la impunidad que antes les permitía "mentir, calumniar e injuriar sin costo alguno".
Los ataques de Milei contra el periodismo no son nuevos, pero han adquirido un tono más severo en las últimas semanas. El pasado sábado, durante un acto en Parque Lezama, el presidente hizo comentarios aún más duros, refiriéndose a los periodistas como "ensobrados" y alentando a su militancia a insultarlos públicamente. Las arengas, que incluyeron el grito de "¡hijos de puta!" por parte de los presentes, fueron acompañadas de un discurso que buscaba reforzar la narrativa de que la prensa está alineada con sectores políticos corruptos que buscan desestabilizar a su gobierno.
Las declaraciones del presidente, lejos de ser aisladas, se suman a una serie de enfrentamientos que Milei ha sostenido con diferentes medios y periodistas. Hace solo unos días, el presidente apuntó contra Ignacio Ortelli, periodista del diario Clarín, por cuestionar el tono de su discurso. También acusó al Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) de avalar mentiras y calumnias, luego de que la entidad emitiera un comunicado manifestando su preocupación por los ataques verbales del presidente hacia la prensa.
Además, en medio de este clima de confrontación, el reciente informe revelado por FOPEA destacó que el 40% de los ataques que reciben los periodistas provienen directamente del gobierno, lo que evidencia el tono violento de las embestidas oficiales. Según el informe, estos ataques incluyen agresiones verbales, amenazas e incitación a la violencia desde las altas esferas del poder, lo que genera un ambiente hostil y peligroso para el ejercicio de la profesión.
El estudio advierte que las agresiones verbales y los discursos incendiarios desde el gobierno han sido el principal motor de esta escalada de violencia contra los periodistas en los últimos meses. En su informe, remarcan que esta situación no solo compromete la libertad de prensa, sino que además pone en riesgo la integridad física de los trabajadores de los medios. La organización alertó que, en muchos casos, estos ataques generan un efecto de intimidación y autocensura entre los profesionales, quienes deben enfrentarse a un clima crecientemente adverso.
En un intento por justificar su postura, Milei ha recurrido a referentes de la derecha como Agustín Laje, cuyas publicaciones también fueron compartidas por el mandatario. En su posteo, Laje asegura que "el pueblo odia al periodismo" y que el desprecio hacia la prensa no es producto de las críticas de Milei, sino de los propios errores y "crímenes" cometidos por los medios. Estas palabras fueron avaladas por el presidente, quien afirmó que los periodistas "ya no podrán tapar el sol con las manos" y que su complicidad con los políticos corruptos ha quedado al descubierto.
Las tensiones entre el gobierno y los medios han escalado a un punto en el que incluso desde sectores de la oposición han comenzado a expresar su preocupación. El legislador porteño Facundo del Gaiso, perteneciente a la Coalición Cívica, presentó una denuncia penal contra Milei por "incitar a la violencia", señalando que los comentarios del mandatario podrían desencadenar episodios de agresión contra trabajadores de prensa.
FOPEA, por su parte, emitió otro comunicado advirtiendo sobre las "consecuencias impredecibles" de las constantes acusaciones del presidente contra los periodistas. "Arengar a la gente a insultar públicamente a periodistas no es solo una manifestación de intolerancia, sino una estrategia que socava los principios democráticos", remarcaron desde la entidad, que ya había intervenido en ocasiones anteriores cuando Milei lanzó duros ataques contra los medios.
Este nuevo episodio de enfrentamiento con la prensa ocurre en un contexto económico y social cada vez más complejo. Los recientes números del INDEC mostraron un aumento preocupante de la pobreza, afectando a más de 25 millones de personas, y la indigencia alcanzó niveles que no se registraban desde la crisis de 2001. El impacto de estas cifras no solo ha generado inquietud en la población, sino también una merma en la imagen del presidente, que ha comenzado a caer en los sondeos.
La relación entre el presidente y los medios parece estar cada vez más deteriorada, y la escalada de tensión ha despertado preocupación entre organizaciones y dirigentes opositores. El discurso violento hacia la prensa, sumado a la complicada situación económica, podría generar nuevos frentes de conflicto en las próximas semanas.