Massa en Estados Unidos: rosca para evitar el default, curitas a la relación con Israel y el "baño demócrata"
El presidente de la Cámara de Diputados mantendrá agenda en Washington hasta el miércoles y el jueves cerrará en Nueva York junto a Bill Clinton. Estrecha el vínculo con González Román, el asesor de Biden para la región. Negocia para mayor respaldo en el Capitolio. Pese a su amistad con Rudolph Giuliani., esta vez no habrá foto junto al padre de la "tolerancia cero".
Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, está en Washington. Llegó el domingo y desde entonces mantuvo una agenda cargada. No fue sólo, lo acompañaron un grupo de periodistas -que al tigrense le sirve para darle visibilidad a su perfil- pero también forma parte de su comitiva Sergio Chodos, representante de Argentina ante el FMI, lo que denota que el legislador no viajó como un “cuentapropista” si no que lo hizo en representación del Gobierno.
En los papeles, Massa viajó a Washington para estrechar la relación con la administración demócrata. Del lado argentino, hay varios temas que preocupan. El más evidente es la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y un rezo para evitar que el país caiga en default. Pero también a la administración Fernández le interesa exponer pragmatismo, en particular después de distintos posicionamientos sobre Venezuela e Israel que molestaron en la embajada norteamericana. En esas negociaciones, además de Chodos, también participará Jorge Arguello, el embajador de Argentina en el país del Norte.
Es también, una devolución de gentilezas. El pasado 5 de mayo el dirigente del Frente Renovador se había reunido virtualmente con el representante demócrata Gregory Meeks, quien manifestó su apoyo al país en la renegociación de la deuda. Meeks, presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, lo recibió este lunes y lo volverá a ver este martes cuando Massa visite el capitolio. El apoyo del bloque demócrata será clave para la suerte argentina ante el fondo.
La buena relación no es solo con Meeks. En abril, Massa fue uno de los anfitriones de la visita de Juan González Román, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Su paso por Buenos Aires a mediados de abril pasado incluyó una escapada a la residencia Massa en Tigre para comer un asado. Como agradecimiento, Sergio fijo como primera actividad en su agenda norteamericana una cena con González, a la que llegó con un particular regalo: una camiseta de "El Matador de Victoria".
González Román es uno de los ojos de Joe Biden en la región. Y en esa función, el funcionario imagina a Argentina como uno de los principales socios en un continente convulsionado e inestable. Para fortalecer ese vínculo decidió aliarse a Massa, a quien ven como el funcionario más “pro Estados Unidos” dentro del Frente de Todos. Y a diferencia de Martín Guzmán, al que ven como un funcionario de elevado perfil técnico pero con poco sustento político dentro de la alianza, a Massa lo consideran un “accionista” relevante dentro del Gobierno, con proyección perdurable tras los comicios. "Tiene votos y es la cabeza de una de las fuerzas de la coalición oficialista, su permanencia en el poder no depende de la decisión de un jefe administrativo, por lo tanto para la lógica de poder norteamericana, tiene peso propio", explicó a Data Clave un reconocido analista internacional.
“Tender puentes y fortalecer los lazos bilaterales es fundamental para alcanzar las soluciones que Argentina necesita en temas claves para el presente y el futuro de nuestro país”, manifestó Massa vía Twitter en una foto en la que choca puño con el asesor del presidente de Estados Unidos.
Desde la administración Biden temen que la gestión de China y Rusia en el tema vacunas los relegue en el posicionamiento geopolítico en la región. El demócrata se verá este miércoles con su par ruso, Vladimir Putin, e intentarán bajar tensiones y “enfrentar juntos los desafíos que se presentan”, según lo expresado por Biden este lunes ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“A Estados Unidos no le sirve tener incendiado su patio trasero, para evitar que se hagan fuertes sus verdaderos enemigos, que son los rusos y los chinos”, sostiene una fuente de diálogo fluído con la embajada norteamericana, y agrega que en ese escenario Argentina se presenta “como un páramo de paz social, dentro de un contexto de la región complicada”.
Retomando la agenda de Massa, el tigrense se encontrará hoy con Julie Chung, subsecretaria para Asuntos del Hemisferio Occidental, participará de un almuerzo interparlamentario con diputados estadounidenses y se reunirá con el titular de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez. Tanto Menéndez como Albio Sires (presidente del Subcomité del Hemisferio Occidental y Política Económica Internacional de la Cámara de Diputados de Estados Unidos), a quien verá mañana, integran dentro del partido demócrata “la línea Bill Clinton” y “el poder financiero”, un sector con el que también Massa afinará el vínculo. De hecho, un encuentro con Clinton será una de las últimas actividades de la gira.
En tanto, el martes mantendrá una reunión con Dina Siegelvann, del comité Judío estadounidense y el jueves se reunirá en Nueva York con el titular del Congreso Judío estadounidense, Jack Rosen. Ambos encuentros se enmarcan en los esfuerzos para reparar los cortocircuitos que puedan haber generado el voto positivo de Argentina en el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU habilitando que avance una investigación promovida por Michelle Bachelet para investigar posibles abusos de derechos humanos de Israel sobre la comunidad palestina en la Franja de Gaza, en la reciente escalada de violencia.
La foto que evita
“Ahora Massa se tiene que dar un baño de Demócrata para resultar más amable a la administración Biden”, sostiene una fuente con acceso a despachos importantes de la Casa Rosada, que en tono irónico recuerda uno de los principales vínculos que ha tenido el actual presidente de la Cámara Baja en Estados Unidos.
La fuente hace referencia a Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York, que en el último tiempo reapareció en escena para representar legalmente a Donald Trump en las denuncias que el republicano impulsó por fraude electoral y también en defensa del impeachment en contra del ex presidente.
La relación con Giuliani se remonta a cuando Massa administraba el municipio de Tigre, y contrató al republicano como asesor en materia de Seguridad. Sergio tomó los consejos de uno de los mentores de la "tolerancia cero" para activar su propio Gran Hermano en el partido de la zona norte del Gran Buenos Aires.
Massa retomó esa relación en su campaña para senador en 2017 y tras la derrota y tras finalizar su mandato en Diputados, ejerció por unos meses como abogado acercándose nuevamente a Giuliani.
Pero en su intento de reforzar el vínculo con la gestión demócrata, una foto con “Rudy” poco le va a ayudar a Massa: hace apenas un mes el FBI allanó el apartamento de Giuliani en una investigación sobre sus presuntas gestiones en Ucrania en contra de Biden.