Mantegazza, intendente y campeón: "Para armar un proceso deportivo exitoso no se necesita una SAD"
El fundador de Estrella del Sur, el club que ascendió a la Primera C, le contó a Data Clave los desafíos de una institución nacida hace 18 años en San Vicente.
Estrella del Sur alcanzó en las últimas horas su logro deportivo más importante en 18 años de historia. El club nacido en Alejandro Korn, en el partido de San Vicente, se coronó campeón del Clausura del Torneo Promocional Amateur y consiguió ascender a la Primera División C, la cuarta categoría del fútbol argentino para las instituciones directamente afiliadas a la AFA.
Se trató, sin duda, de uno de los días más felices para quien fuera su fundador: el actual jefe comunal de San Vicente, Nicolás Mantegazza. El dirigente peronista le dio vida al club cuando solo tenía 21 años. Y a diferencia de lo que le puede pasar a muchos hinchas del ascenso ya tuvo la oportunidad de festejar un título.
El club venía de terminar segundo en el Apertura y para este torneo realizó algunos ajustes y armó un equipo para competir de igual a igual contra cualquiera, pero no para ganar el torneo. O al menos eso creían. “Siempre uno sueña en grande, pero también está la realidad. Queríamos no tener que sufrir todos los partidos. Y después del primer torneo nos dimos cuenta de que estábamos para pelear de verdad y no llegar a los tumbos. Y con mucho trabajo lo conseguimos”, asegura Mantegazza en diálogo con Data Clave.
Estrella del Sur es el primer club de San Vicente en participar en un torneo organizado por AFA. “Cuando sonó el pitazo final me pasaron por la cabeza todos los chicos que arrancaron a jugar acá. Fue muy emotivo. Es algo que alguna vez se soñó pero como algo lejano”, sostiene el jefe comunal quien tras fundar el club y ser su presidente hoy cumple el rol de vocal.
Hoy los socios de Estrella del Sur son protagonistas de su propio sueño. Y Mantegazza también lo vive desde ese lugar. Al dirigente todavía le cuesta creer que haya gente que tiene tatuado el escudo del club o ver a tanta gente con los colores de la camiseta que el mismo pensó. “Es algo increíble”, asegura.
“Éramos una escuelita de fútbol, sin personería jurídica. Y de a poco nos empezaron a empujar que a los chicos les iba muy bien. Me propuse competir y tuvimos que empezar con todo el papelerío y terminamos fundando una institución sin saber que 18 años después nos iba a dar esta alegría”, sostiene el jefe comunal, quien hace poco se recibió como licenciado en Gestión y Desarrollo del Deporte.
Y agrega que el objetivo era “que nos acepten para jugar en las ligas de acá. Y lo constituimos y empezamos a recorrer un camino que ahora me lleva a ese sueño que todos tuvimos de comenzar a jugar en los torneos de AFA. Nació como algo personal y cada vez se fue volviendo menos propio. Pero en el buen sentido".
El club consiguió ascender en un momento donde las instituciones deportivas no viven su mejor momento debido a la dura situación económica que atraviesa el país. Sobre esto, Mantegazza deja en claro que “todos están en un momento muy difícil porque el club está compuesto por nada más ni nada menos que la familia del barrio y de nuestra ciudad. Entonces, si la familia está mal, el club está mal. Porque la crisis te pega también en el tiempo de los padres, en el estado de ánimo, en poder llevar a los pibes o no, comprarles el sánguche o pagar una entrada”.
“La verdad es que sea hace muy difícil. Nuestra tiene mucho músculo de organización, con mucha gente comprometida participando. Y desde el primer día fuimos construyendo capacidades para que todo pueda funcionar cada vez mejor y tenga independencia económica. Con gente que representó al club desde el deporte y hoy ya tiene un lugar dirigencial. Es una gran familia", asegura el fundador de un club que durante los primeros seis años debió alquilar en una sociedad de fomento para en 2011 pasar a tener su propio predio.
Con sus 18 años a cuestas, Estrella del Sur es hoy uno de los tantos clubes que busca seguir cumpliendo su sueño. “Las instituciones deportivas y las asociaciones civiles tienen un rol clave y fundamental. Podríamos decir, incluso, que el deporte argentino es un milagro. Y ese milagro tiene un correlato con el rol de los clubes y de los dirigentes deportivos que de manera anónima trabajan a lo largo y a lo ancho de la Argentina”, explica Mantegazza.
Y añade que "no es verdad que para armar un proceso deportivo exitoso se necesite de una sociedad anónima. No entiendo por qué se busca ir más allá si hay un montón de instituciones en nuestro país que tienen detrás grupos inversores con capitales privados. Cuál es la intención de ir por más”.
A la hora de los agradecimientos, Mantegazza manifiesta que “Chiqui Tapia y la AFA tuvieron una apertura increíble y le dieron una oportunidad muy grande a muchos clubes de la zona metropolitana de Buenos Aires que venían participando en ligas regionales. Y eso tiene un impacto directo en la transformación y en los cambios de las instituciones. Nos puso la vara muy alta y aceptamos el desafío”.
Y cierra diciendo que “ahora queremos seguir trabajando para poder sostener los logros e ir consolidando el proyecto deportivo. Sabemos que poder entrar en el fútbol profesional y en la historia del fútbol argentino es un sueño. Y tenemos que trabajar muchísimo para seguir aprendiendo, para seguir creciendo y para poder sostenernos en en un torneo que nos va a encontrar con con clubes centenarios”.