Los dueños del litio en Argentina: cuáles son las empresas y quiénes son los principales beneficiarios
Cuatro de los mayores fondos de inversión del mundo son los principales propietarios de las compañías que producen litio en el país. El complejo entramado de accionistas existente.
El litio se convirtió en los últimos años en uno de los minerales que más interés despierta en el mundo, debido a su utilización en baterías para celulares, tablets, computadoras portátiles y, más recientemente, en vehículos eléctricos e híbridos.
Si bien se trata de un recurso relativamente abundante en nuestro planeta, son muy pocos los depósitos en los que se encuentran niveles de concentración suficientes para su explotación.
Argentina es uno de los cuatro productores mundiales más grandes de productos derivados del litio. Junto a Chile y Bolivia integra el “Triángulo del litio”, con un 65% de los recursos mundiales. Argentina y Chile producen actualmente 30% del litio en el mundo. Y sólo Argentina tiene el 20,5% de las reservas mundiales.
Ruido y Fundeps publicó el informe “Litio y transparencia en Argentina”, donde se relevó de manera pormenorizada quienes son las empresas que operan actualmente en el país, quiénes son sus dueños y que beneficios fiscales obtienen.
Las empresas
Una de las dos empresas investigadas es la estadounidense Livent, que opera el Proyecto Fénix (Salar del Hombre Muerto) en Catamarca.
La otra es Sales de Jujuy (en el salar de Olaroz), sociedad integrada por la australiana Allkem (con 66,5% de las acciones), la japonesa Toyota Tsusho (25%) y la empresa estatal de la provincia de Jujuy, Jemse (8,5%). En la práctica, Allkem es la empresa que controla las operaciones.
Los dos principales propietarios de acciones de Livent son Blackrock y Vanguard, dos de los fondos de inversión más grandes del mundo, radicados ambos en Estados Unidos. En el caso de Allkem, sus principales accionistas son las empresas bancarias y financieras JP Morgan (EE.UU.) y HSBC (Reino Unido).
A su vez, estos cuatro fondos (Blacrock, Vanguard, JP Morgan y HSBC) son accionistas cruzados entre ellos, de manera que componen un complejo entramado societario que, directa o indirectamente, los coloca como principales beneficiarios de los dos proyectos que hoy extraen y exportan litio desde Argentina.
Además, estos cuatro fondos son tenedores de bonos de la deuda externa argentina. Esa misma condición se encontró en al menos tres propietarios de acciones de Allkem (JP Morgan Investment Management, HSBC Investment Funds y BNP Paribas Asset Management); y en al menos 7 casos de Livent (además de Blackrock y Vanguard, Wellington MGMT, Morgan Stanley Investment, Invesco Multi Asset Income, Federated Hermes Emerging Market Debt Fund y Northern Multi Manager Emer MKT Debt Opportunit).
¿Es posible acceder a los nombres particulares de los principales beneficiarios finales de estas empresas?
En Argentina no existe una política uniforme ni una legislación única relativa a la solicitud de información sobre personas beneficiarias finales de empresas (que son quienes acceden a una parte de los ingresos o activos de la misma, dirigen sus actividades, o tienen capacidad de influir en ellas).
Hay canales públicos de los cuales extraer información relativa a estas personas, como el Registro Nacional de Sociedades, la Inspección General de Justicia o la Comisión Nacional de Valores.
Pero en el caso de las empresas relevadas no se encontró ninguna información allí, ya sea porque se trata de compañías que no están radicadas en la Ciudad de Buenos Aires o bien porque los registros no están completos.
Para acceder a esta información es necesario consultar los balances y reportes anuales de las empresas.
Del análisis pormenorizado de los reportes anuales de las empresas Allkem, Livent y de sus principales accionistas (Blackrock, The Vanguard Group, HSBC Group y JP Morgan) sí surgen nombres propios de autoridades y directivos que recibieron dividendos como propietarios de acciones de ambas empresas.
Sin embargo, estos nombres representan un porcentaje mínimo del paquete accionario (menos de 1% sumando todos los nombres, en cada empresa analizada) y no se registran detalles de cómo se distribuyen los dividendos entre los principales propietarios, que son los grandes fondos de inversión y las empresas mencionadas.