Los agentes de la AFI que no realicen tareas de inteligencia usarán sus nombres reales
Así lo dispuso la interventora del organismo, Cristina Caamaño. Hasta ahora, casi la totalidad del plantel era identificado con un alias. Según la funcionaria “no existe ningún tipo de riesgo para la seguridad de la información ni en las funciones asignadas a esta agencia”.
La interventora de la Agencia Federal de Inteligencia, Cristina Caamaño, dispuso que el personal de la Agencia que no esté afectado directamente a tareas de inteligencia no utilizará “ningún tipo de nombre supuesto o identidad reservada y/o encubierta".
Hasta ahora, casi la totalidad del plantel era identificado con un alias. Según lo dispuesto a través de la resolución 1471/20, usarán de ahora en más sus nombres reales los agentes que se desempeñen en la Dirección General, la Dirección de Comunicación e Información Pública, la Dirección de Asuntos Internos, la Unidad de Auditoría Interna, al Gabinete de Asesores, y la Escuela Nacional de Inteligencia.
La nueva norma también rige para quienes se desempeñan en la Secretaría de Administración y Apoyo -con excepción de la Dirección de Seguridad y Custodia- y la Secretaría de Planificación de Inteligencia Nacional, con sus áreas dependientes.
La norma, de este modo, establece el carácter "secreto sin excepciones" para el personal abocado a tareas de inteligencia; "secreto con facultad para exceptuar" a quienes realizan tareas de seguridad; y "público" para una amplia gama de agentes del organismo.
En esta última calificación está el personal de planificación y dirección estratégica, gestión de la comunicación institucional, gestión de asistencia jurídica, gestión económica y financiera, gestión de recursos humanos, gestión de infraestructura y patrimonio, gestión tecnológica, docencia e investigación y cualquier otra tarea de asistencia a las labores del organismo.
Caamaño entendió que las áreas relevadas de la reserva de identidad “no realizan actividades de inteligencia nacional”, por lo que concluyó que “no existe ningún tipo de riesgo para la seguridad de la información ni en las funciones asignadas a esta agencia”.
En la Resolución, Caamaño agregó que el Decreto instrumentado por la administración anterior “restauró el principio del secreto”, lo que fue “utilizado con arbitrariedad para eludir las normativas vigentes en relación a la gestión del personal y ejecución transparente del presupuesto”.