Las internas que exhibe a la luz el Frente de Todos son diversas y se ve a las claras que los distintos espacios ofrecen distintas miradas que casi nunca terminan en una síntesis para avanzar en la toma de decisiones. Uno de los temas que más hace evidenciar esa fractura es la discusión por los salarios, un debate que tiene de un lago a la Confederación General del Trabajo (CGT) y del otro a los gremios que se oponen a su conducción y reclaman mayor músculo político para apuntalar los salarios.

Sobre el cierre del jueves, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, recibió en la Casa Rosada a Héctor Daer, secretario general de la Federación de Asociaciones Trabajadores de la Sanidad Argentina y cosecretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT). Según los protagonistas, claro, la conversación entre ambos rigió por los salarios.

“Me reuní con @hectordaer, secretario general de la CGT. Conversamos sobre la situación gremial de las y los trabajadores de nuestro país, la evolución de las paritarias y de que modo culminar el año salarialmente”, manifestó el jefe de Estado. En tanto, el gremialista, sumó: “Me reuní con el Presidente el día de hoy para seguir encontrando las maneras de proteger el salario de lxs trabajadorxs, un tema central para el desarrollo de nuestro país".

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Tweet de Héctor Daer

El encuentro entre el Presidente y el gremialista se da con la cercanía de las fiestas de fin de año y una realidad inocultable: salvo excepciones, los trabajadores -tanto registrados como no registrados- no logran igualar el curso de la inflación y hoy Argentina sufre el fenómeno de tener prácticamente ocupación plena pero con obreros pobres.

Según el último informe de la consultora Ecolatina, la aceleración de la inflación en 2022 llegó a niveles cercanos al 90% entre enero y octubre, apunta al 100% anual, lo que implica valores no vistos en tres décadas. Esta situación genera que la caída real de los ingresos laborales en los deciles más bajos triplicó la de los más altos.

“Si bien en todos los deciles existió una pérdida real del poder adquisitivo, la dinámica no fue homogénea. Hasta septiembre, la caída real de los ingresos laborales rondó 1% en la mitad más rica de la población, pero fue de 3% en promedio en la mitad más vulnerable. Estas diferencias se agudizan al comparar los extremos entre los más pobres dentro de los pobres y los más ricos dentro de los ricos”, explicó la consultora, que además resaltó que “los sectores de menores ingresos estuvieron relativamente más golpeados producto de la dinámica que adoptó la aceleración de precios, y también fueron los que peor performance tuvieron respecto a la evolución de sus salarios”.

Esta lógica de pérdida de poder adquisitivo también afecta a la industria, según el último Estimador Mensual de la Actividad Económica que realiza el Indec. Los datos son gráficos: la actividad económica creció durante septiembre 4,8% en relación a igual mes del año pasado, pero retrocedió 0,3% en relación a agosto.

Fuente: INDEC

Es en ese marco es que se da la discusión del Frente de Todos. Hay un sector de la coalición, representado por La Cámpora, el Frente Sindical para el Modelo Nacional y otros gremios como la CTA que reclaman la implementación de una suma fija para apuntalar los salarios de aquellos gremios que no tienen el músculo suficiente para pelear salarios. Hoy las mejores paritarias se vieron reflejadas en sindicatos como los de Aceiteros (98%), Camioneros (107%) y La Bancaria (94,1% con revisión en diciembre).

Según pudo averiguar Data Clave, desde el Ministerio de Trabajo apuntan a que se otorgue un bono de fin de año que compense la pérdida del poder adquisitivo y sirva para tener unas fiestas “en paz”. Todavía no hay ninguna precisión sobre el alcance de esta medida y quiénes serán los trabajadores que podrán acceder a este beneficio. Vale recordar también que en la última semana la cartera anunció la actualización del salario Mínimo, Vital y Móvil con una actualización del 20% en cuatro tramos. El salario llegaría a ser en marzo de 2023 de $69.500, ingreso que no alcanza ni por asumo para cubrir la Canasta Básica Total -una pareja con dos hijos necesitó $139.737 para no ser pobre en octubre-.

De todas formas, lo cierto es que Alberto Fernández se terminó recostando sobre los “Gordos” que negaron desde el primer momento la idea de que se implemente una suma fija. Según ellos, este mecanismo de recomposición salarial va en contra del “espíritu” de la paritaria. La conducción gremial disidente, alias “kirchnerismo paladar negro”, sostiene que la suma fija debe ser aparte de la negociación salarial de los gremios con las empresas.

Pero claro, el cansancio también se refleja en las calles, en especial en aquellos sectores postergados que dependen de los comedores y la organización popular para poder tener proteínas en el cuerpo. Y algunos sectores ya advirtieron sobre realizar acciones para que haya respuestas. El Polo Obrero, liderado por Eduardo Belliboni, ya adelantó que marchará a partir de la próxima semana para exigir un bono de fin de año o, en el peor de los casos, un doble aguinaldo.