Lorenzo Pepe: "A Cristina la veo como una compañera, no la siento lejana del peronismo"
El histórico dirigente peronista conversó con Data Clave a poco de que se apruebe el acuerdo del Gobierno con el FMI en el Congreso. Con 90 años y una larga trayectoria, sigue considerando que la unidad es indispensable para el justicialismo. A su vez, se refirió a las internas que hay entre el Presidente y La Cámpora: "No hay una vocación suicida en el peronismo, no la hubo nunca y mucho menos en momentos de crisis tan profundas y conmovedoras".
Lorenzo Pepe es, probablemente, uno de los dirigentes políticos del peronismo con mayor trayectoria. Por varios motivos, pero el más elemental es porque es uno de los últimos que todavía puede contar que abrazó y compartió vivencias con Juan Domingo Perón, a quien visitó en Puerta de Hierro, donde se encontraba exiliado por la dictadura militar.
Actualmente, con 90 años en la espalda, sigue dedicando su vida a la política y el servicio. Lejos de la dirigencia, los sindicatos y el Congreso, hoy es secretario general ad honorem del "Instituto Nacional Juan Domingo Perón", un bastión del Justicialismo que todavía se conserva en la calle Austria al 2593. Fue un lugar en el que solía descansar el ex lider obrero y que tuvo que ser reconstruido con el tiempo, debido a que la sangrienta dictadura de Pedro Eugenio Aramburu lo destruyó.
En ese lugar, dependiente del ministerio de Cultura, se busca mantener viva la memoria del peronismo y las raíces del movimiento de masas más trascendental de la historia argentina. Un peronismo que, en la actualidad, encarna en un Frente de Todos que todavía no termina de funcionar como una coalición unificada.
A pesar de los últimos hechos, y de la amenaza permanente de una desunión en la coalición oficialista, Lorenzo Pepe apuesta a que habrá una nueva unidad que buscará competir electoralmente en el 2023. Según él, en las internas del peronismo siempre hay momentos de máxima tensión, pero que suelen ser discusiones de retorno. "El que gana conduce y el que pierde acompaña", es uno de los lemas que transmitió Perón a los suyos.
En ese marco, Lorenzo Pepe, con una asombrosa vitalidad y una vocación de querer transmitir peronismo las 24 horas del día, dialogó con Data Clave para hablar sobre los tiempos actuales y sobre cómo subsiste el Frente de Todos. "No hay una vocación suicida en el peronismo, no la hubo nunca y mucho menos en momentos de crisis tan profundas y conmovedoras", declaró.
Data Clave: Primero que nada, ¿cómo se encuentra de salud?
Lorenzo Pepe: Yo ando bien, tuve algunas dificultades hace un año, pero las superé y acá estoy, al pie del cañón. Llego todos los días a las diez de la mañana al Instituto. Justo hoy (el diálogo se estableció el viernes) el ministerio de Cultura nos ha pedido si teníamos libre nuestro salón de acto, porque no consiguieron lugar en otro lado para que la orquesta pueda ensayar. Les dimos el lugar, con el único pedido de empezar la jornada entonando la marcha peronista (risas).
DC: ¿Pudo ver lo último que ocurrió con el FMI en el Congreso? ¿Cómo ve al Frente de Todos?
LP: Al Frente de Todos lo veo con el desafío de estar todos juntos, y no tengo ninguna duda que va a ser así. En unos meses vamos a estar unidos y vamos a trabajar fuertemente para que el peronismo sea el camino de la justicia social y de las libertades individuales, sin excepción.
DC: ¿Cuál es su balance del Gobierno de Alberto Fernández? ¿Esperaba otra cosa?
LP: Para mí es positivo. Al margen de las críticas, nadie puede negar que la economía ha crecido, que los salarios se han mejorado y que ha habido condiciones para generar dos millones de puestos de trabajo. Esto es cierto y es histórico, porque nadie lo discute. La acción del Gobierno es positiva, va por el camino de lo razonable. Luego tuvo dificultades, como todos los gobiernos surgidos de la voz popular. No siempre la voz del Poder Ejecutivo se impone, hay sectores que plantean sus diferencias. Alberto Fernández es una gran persona, lo conozco y creo que me puedo considerar su amigo y compañero. Mi compromiso está ahí, en seguir defendiendo la unidad del peronismo.
DC: ¿No le llama la atención la cantidad de peleas internas que hay en el peronismo?
LP: Uno puede discutir mucho, pero todo termina el mismo momento en que se define el destino de la república. Si hay una cosa de la que no hemos pecado los peronistas es de imbéciles, ninguno. Acá no hay idiotas, hay tipos vivos, muy alertas e inteligentes. Se sabe hasta dónde se da la posibilidad de la discusión. Cuando no hay margen, se hace un reencuentro. Yo tuve diferencia con algunos compañeros, aunque en discusiones de menor escala. Y son discusiones con compañeros que militan conmigo, que me acompañan en los actos y que van al interior a militar.
DC: ¿Cómo ve al Movimiento Obrero? Usted viene de la Unión Ferroviaria, un gremio que supo ser bastante combativo dentro del peronismo...
LP: No conozco desde adentro las diferencias, he dejado esa actividad hace mucho tiempo. Lo que puedo decir es que hay un silencio importante en el Movimiento Obrero. Quizás es prudente que lo hagan, no estoy criticando ese aspecto. En definitiva son ellos los que representan a los trabajadores y a los que agachan el lomo para poder llevar el pan a su mesa. Yo vengo de ahí, a mí me empujaron los trabajadores para ser vicepresidente de la Unión Ferroviaria cuando apenas tenía 30 años. Llevé al gremio en dos o tres oportunidades a huelgas históricas, como la de los 42 días. Yo formé parte del Comité de Huelga, y luego arreglé con el Gobierno de (Arturo) Frondizi, que dicho sea de paso, fue un pésimo presidente. Estoy en un lugar ahora que me permite mayor reflexión, estoy bien acompañado, por muchos jóvenes. Los veteranos suelen decir que los jóvenes son el futuro, pero yo pienso que son el presente. Necesitamos ahora a jóvenes de 20 años, cuando se tiene toda la energía, vitalidad y toda la inteligencia funcionando.
DC: ¿Y qué siente con respecto a la figura de Cristina Kirchner?
LP: Yo no entiendo porqué la critican. Tenemos una sociedad muy voluble, cambiante y dispersa. Deberíamos estar orgullosos de tener una mujer de los quilates de Cristina Kirchner. Hay muchas compañeras muy inteligentes a las que hay que empezar a escuchar, por muchas razones, entre ellas la inteligencia o la experiencia. Cristina reúne ambas condiciones y es una dirigente que, cuando habla, es prudente y digna de ser escuchada. A algunos les gustará y a otros no, pero yo la veo como una compañera, no la siento lejana del peronismo.
DC: ¿Le sorprendió que su tropa no acompañe el acuerdo con el Fondo?
LP: Nosotros (el movimiento peronista) discutimos mucho, muchas veces hasta llegar al borde, pero no hay una vocación suicida en el peronismo, no la hubo nunca y mucho menos en momentos de crisis tan profundas y conmovedoras. Menos mal que las cosas salieron como se tenían pergeñadas. La gente no tiene la más remota idea de lo que significa un default. Hubiésemos visto cantidad incesantes de empresas y fábricas cerradas por falta de crédito y de cadenas de préstamo. Hemos podido sortear esa dificultad. ¡Y yo soy optimista, qué quiere que le diga!
DC: ¿Cuánto hay de déficit por la herencia de Mauricio Macri y cuánto de malapraxis del Frente de Todos?
LP: No estábamos lo suficientemente preparados para bancarnos tanto vendaval junto. Lo de Macri, visto históricamente, es realmente catastrófico. Siempre el cuerpo social es débil, por eso hay que protegerlo con el Estado nacional. ¿Cómo el Estado no va a intervenir? ¿Quién se va a preocupar entonces por los chicos que no comen, por los viejos que no tienen dónde dormir o por los que no tienen trabajo? Es la primera responsabilidad del Estado: proteger, amparar y promover. Trabajo, salud, educación y formación.
DC: ¿Cuál fue, desde su perspectiva, el peor Gobierno de la historia democrática?
LP: A Macri no le tengo ninguna consideración, como no la tiene él para con nosotros. Por De la Rúa había que derramar una lágrima, era para llorar. A De la Rúa no lo putean, pero a Macrí sí, esa es la diferencia. Yo conocía a Fernando, era un buen tipo, pero agarró por el camino equivocado. Si los presidentes no llegan preparados, verdes y sin una experiencia hecha, entre quemaduras se les va el Gobierno.
DC: ¿Esto de la inexperiencia le pesa a Alberto Fernánez?
LP: No lo creo, Alberto Fernández podrá ser silencioso, pero nadie puede decir que no sabe. Y lo que no sabe, lo corrige. No carguemos responsabilidades ahí, porque es injusto. Hay que tratarlo personalmente para darse cuenta que es un ciudadano que puede estar en la Presidencia de la República. Tiene mucho sentido común y equilibrio en las decisiones, que es la forma de gobernar. La sociedad tiene que estar en equilibrio y tolerancia. Si repasamos rápidamente, al peronismo lo bombardearon, lo fusilaron y hasta lo intentaron hacer desaparecer en la última dictadura. ¿Qué más le quieren aplicar al peronismo como correctivo? ¡Basta ya! Caminemos juntos, vayamos de la mano. Si no quieren de la mano, del brazo, que también es un buen gesto.
DC: ¿Qué espera del Frente de Todos de acá en adelante? ¿Hay lugar para que emerja un bipartidismo? Es uno de las ideas que no descarta Alberto Fernández...
LP: Hay que convocar a la unidad. Cuando hablamos de bien común, no es solamente para un sector, aunque el peronismo vino a reparar a los desamparados. Algunos se equivocan en nuestro espacio y dicen que nosotros somos el progresismo. ¡Mentira, un carajo!. Nosotros no somos progresistas, somos un partido revolucionario. El 17 de octubre fue una rebelión sin armas para pedir la vuelta de Perón, que nos dio la bendición a las 11.30 de la noche con su gran discurso. Cuando me dicen que soy un fanático, les digo que sí lo soy. Soy fanático de la idea más noble que parió la política argentina en los últimos 100 años. La más grande de todas fue la libertad, pero eso es 1800. En 1945 fuimos nosotros. Hasta ahora, seguimos siendo nosotros la revolución. Y yo pretendo, así me muera, que el 2023 encuentre al peronismo conduciendo y conduciendo a la república a los destinos de grandeza. Y cierro citando un discurso de Perón: "Hay que trabajar por la grandeza de la Patria y la felicidad de nuestro pueblo".