Con la participación del presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y del Consejo de la Magistratura de la Nación, Horacio Rosatti; el vicepresidente del Máximo Tribunal, Carlos Rosenkrantz, y el ministro Ricardo Lorenzetti, comenzó el XXIV Encuentro de Jueces de Tribunales Orales, que se desarrolla hasta mañana en la ciudad de San Juan.

“Tengo mucha expectativa en el sistema acusatorio: las primeras estadísticas que me llegan de la jurisdicción de Rosario son alentadoras, vamos por el buen camino”, afirmó Rosatti. Allí, el titular de la Corte Suprema reconoció el trabajo de todos los estamentos judiciales y en particular del Consejo de la Magistratura, que también preside, para impulsar este cambio de paradigma en un contexto al que calificó como “un tanto tumultuoso”.  

Respecto de la labor del órgano encargado de la selección de magistrados y la administración del Poder Judicial, Rosatti resaltó que “no solo está desarrollando en tiempo récord los concursos que estuvieron demorados y retrasados, sino que está contribuyendo con eficacia –desde sus áreas técnicas, de infraestructura, comunicaciones, servicios jurídicos y administrativos– a instalar las salas de audiencias, reparar los edificios y construir lo que falta al ritmo que ha marcado el Ejecutivo y que nosotros, más allá de alguna postergación, venimos tratando de implementar”.

Rosatti se manifestó en desacuerdo con las visiones que le atribuyen a jueces y juezas una menor preponderancia a partir de la introducción de la nueva modalidad. “El juez, en el sistema acusatorio, tiene un doble rol fundamental: garante del procedimiento y decisor”, dijo, y consideró que desempeña un papel clave. Por un lado, para “garantizar que el conjunto del procedimiento se lleve adelante con normalidad y regularidad”, y luego para convalidarlo al arribar a una determinación justa. “El juez tiene que sentirse mucho más liberado que antes porque, al dictar sentencia, podrá hacerlo sin ningún tipo de atadura o prejuicio: esto es una garantía para los justiciables”, afirmó.  

Tras advertir, entre otros obstáculos que dificultan el avance del proyecto, que en jurisdicciones como Rosario (“una de las más complejas, donde ya rige el sistema”) la mitad de los cargos siguen vacantes, instó a los magistrados a marcar las falencias pero “seguir trabajando: debatir menos y hacer”. En tal sentido, sostuvo: “Sabemos lo que está mal del Poder Judicial y cómo corregirlo, no somos consultados como deberíamos”.

Hacia lo último, señaló que “muchas veces, lo que los poderes representativos no pueden resolver lo tiran a la Justicia, aunque después la respuesta no gusta: es un círculo vicioso”. Y concluyó: “Tenemos sobrecarga, pero sabemos lo que hay que hacer y debemos continuar haciéndolo”.

El evento

En la jornada, habrá exposiciones de Rosenkrantz y Lorenzetti. Además, habrá iniciativas solidarias, propuestas educativas y paneles sobre la implementación del Código Procesal Penal Federal (CPPF), gestión eficaz de audiencias, tecnología y justicia, ambiente y derecho.

Entre las actividades complementarias están previstas reuniones de Superintendencia de la Cámara Federal de Casación Penal y de la mesa directiva de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, presidida por Andrés Basso.