Las incógnitas detrás del iraní detenido en Entre Ríos: 78 días preso y aún no se sabe quién es
Asan Azad, como se hace llamar, fue arrestado cuando intentaba comprar un boleto de colectivo con el documento de otra persona. Aunque fue procesado por ese delito, la Justicia sigue intentando identificarlo.
No se conoce su nombre real ni su nacionalidad. Tampoco cuándo ingresó al país o porqué tenía el DNI de otra persona. La historia de Cristo Francisco Azad o Asan Azad se parece al guion de una película y genera intrigas entre los vecinos de la localidad de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, donde se encuentra detenido desde junio último.
“El iraní”, como lo llaman en los pasillos del Juzgado Federal, pasa sus días en la Comisaría Primera por el delito de utilización de documento nacional ajeno, en calidad de autor. Es que Azad intentó adquirir un pasaje de colectivo con otra identidad distinta a la suya.
Según el testimonio de la empleada de la boletería, el pasajero –a quien describió por su contextura alta, barba y anteojos- se aproximó a la ventanilla y sólo pronunció una palabra: “Concordia”. La joven le solicitó el DNI o pasaporte, pero se sorprendió al ver que no coincidía con el rostro de la persona que tenía frente suyo y llamó inmediatamente al personal de la Policía de Entre Ríos.
No era la primera vez que utilizaba una identificación falsa, dado que poseía un boleto de colectivo, con el recorrido de viaje Gualeguaychú- Concepción del Uruguay. Entre sus pertenencias también se hallaron manuscritos, libretas escritas en otro idioma, un teléfono celular y la fotografía en blanco y negro de una niña.
Y como si esto no fuera suficiente, la policía encontró una licencia de conducir a nombre de otra persona, con domicilio en Don Torcuato, partido de Tigre, provincia de Buenos Aires. Este dato generó más dudas y preguntas sobre su origen, lo que derivó en una presentación por parte de los diputados de Juntos por el Cambio para que las autoridades a cargo de la seguridad den las explicaciones pertinentes.
En este contexto, el juez federal Pablo Seró comenzó a reconstruir la historia de Azad, quien se comunica en farsi -idioma oficialmente hablado en Irán, Afganistán, Tayikistán y partes de Uzbekistán- y primero afirmó que viajó desde Irán a Venezuela y luego a Ecuador y Bolivia, pero no pudo comprobarse su origen. También se dijo que se trasladaba como mochilero y trabajando de albañil, pero tampoco hay datos que lo certifiquen.
El único dato verificado es que el 8 de octubre de 2021 fue demorado en La Rioja por una infracción migratoria y se le labró un acta, sin embargo, no existe constancia de ingreso al país a través de los pasos fronterizos legales, informaron fuentes judiciales.
Por su nacionalidad se lo relacionó con la tripulación de la aeronave Boeing 747 300M, matrícula YV3531, perteneciente a la Compañía aérea EMTRASUR, se encuentra retenida en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza desde junio último. Pero no se logró vincularlo con la causa a cargo del juez federal Federico Villena.
"Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance. Hemos hablado no sólo a organismos nacionales, sino a internacionales. Bases de datos no sólo sobre la identidad de la persona, sino con distintos organismos que aparecieran involucrados con la trayectoria. Al momento da todo negativo, no se corrobora la historia de esta persona", dijo Seró a la prensa.
"Si vamos a la génesis de su origen, no contamos con la identidad", añadió el magistrado, quien dictó el procesamiento por el delito que reprime con prisión de 1 a 4 años a la persona que “ilegítimamente hiciere uso de un documento anulado o reemplazado o que corresponda a otra persona”.
Sin identidad, el Juzgado no puede “manejar hipótesis sobre su estadía y movimientos”, afirmó el juez. Una vez clausurada la etapa de instrucción, Azad enfrentaría un juicio oral y público.
La situación es tan inusual que organismos de Derechos Humanos integrantes de la Red de Organismos de Derechos Humanos de Entre Ríos solicitaron al magistrado que se brinden las garantías del debido proceso y el derecho de defensa, además de que se respete el principio de inocencia.
Por su parte, la defensa acudió ante la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare) para que se le otorgue la condición de refugiado en los términos de la ley General de Reconocimiento y Protección al Refugiado (26.165), argumentando que fue expulsado de Irán hacia Irak por su fe cristiana.
En lo judicial, la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná, integrada por Beatriz Estela Aranguren, Mateo José Busaniche y Cintia Graciela Gómez, confirmó su procesamiento. “Por el momento poco se sabe sobre su identidad (nombre – Cristo Francisco Azad o Asan Azad- y nacionalidad –en diferentes oportunidades refirió ser de Iraní, Palestina, Afgana, Saudí-), carece de documentación personal, se desconoce su lugar de residencia, cómo ingresó al país y el motivo del mismo”, esgrimieron los camaristas.
En su voto, el juez Aranguren detalló que Azad “habría utilizado el DNI en cuestión, produciendo de esta manera una afectación al bien jurídico protegido por la norma (...) toda vez que el fin de la misma es evitar la confusión sobre la identidad de las personas, por lo que no puede afirmarse en este estadio su atipicidad que amerite el sobreseimiento del nombrado, tal como postula la defensa”.
El Tribunal también le requirió al juez federal seguir intentando identificarlo, y urgir al Ministerio de Relaciones Exteriores y demás organismos nacionales para que brinden toda la información que puedan tener disponible.