Larreta pisa la Provincia, empodera a los intendentes y se mete en el armado bonaerense
Pese a la pandemia, este año habrá elecciones legislativas, turno clave para el principal espacio opositor, en miras al 2023. En ese sentido, el jefe de Gobierno participó ayer de actividades junto a uno de sus principales aliados bonaerenses: Diego Valenzuela. El PRO define estrategias y el rol que le dará al “peronismo republicano”. Aval para postergar las PASO amplía el margen para la rosca.
Una vez más Horacio Rodríguez Larreta volvió a cruzar la avenida General Paz para visitar a un intendente aliado. Recorrió el popular barrio “Fuerte Apache” junto al local Diego Valenzuela, que este último tiempo estrechó su vínculo con el jefe de Gobierno porteño.
Juntos “intercambiaron experiencias sobre gestión que permitan transformar la vida de los vecinos y vecinas y destacaron el trabajo coordinado y colaborativo”. “Desde la Ciudad vamos a seguir colaborando y dialogando con los intendentes de la Provincia, ahora durante la pandemia y, también, de cara al futuro”, aseguró Larreta tras la visita, en la cual “conocieron los avances en la obra del CEDEM 4, del Barrio Ejército de los Andes y su Posta Covid-19”.
Los recorridos de los dirigentes políticos son pistas respecto a los diseños que cada uno traza en el armado territorial. Y tal como lo viene demostrando en este último tiempo, Larreta ha apostado a fortalecer la figura de Valenzuela, un dirigente de perfil más “moderado” y menos identificado con el macrismo puro. Son varias las fotos que pueden encontrar a ambos en actividades de gestión. Son menos las que reúnen a Larreta con Jorge Macri (Vicente López) o Néstor Grindetti (Lanús). Los tres alcaldes aspiran a pelear por la gobernación en 2023, ante la imposibilidad de renovar su cargo municipal.
“Horacio es nuestro principal referente nacional, y hay equipo político en la provincia para trabajar con él para 2023”, aseguraron a Data Clave en el entorno de Valenzuela, que integra el Grupo Dorrego, grupo conformado por intendentes PRO de la Provincia, que apuestan a representar a este partido en las negociaciones sobre armado electoral con el resto de los socios de Juntos por el Cambio. Insisten en que esa tarea debe ser delegada a aquellos que hoy les toca gestionar.
“Este espacio junto a Horacio, (Mauricio) Macri y Vidal debe decidir todos los temas de la política y el armado: la necesidad de una PASO, quiénes participan, armado seccional, relación con aliados”, agrega otro jefe comunal.
Son varios los asuntos que debe resolver el principal espacio opositor. ¿Jugará María Eugenia Vidal? ¿Patricia Bullrich encabezará la lista porteña? Quién espera certezas sobre esos movimientos es el vicejefe de Gobierno de la Ciudad, Diego Santilli, tentado de saltar a la Provincia y posicionarse en el principal distrito del país.
La otra rosca
Hay otra “rosca” que involucra y preocupa a Juntos por el Cambio, y hace al juego que se le dará a los aliados “peronistas”, ante la sospecha de los radicales y la Coalición Cívica. Mientras especulan que figuras como Rogelio Frigerio y Emilio Monzó permanecerían dentro de JxC, el PRO soltó a dos jugadores clave con el objetivo de dividir al Frente de Todos.
Esos dos jugadores son Miguel Angel Pichetto (excandidato a vicepresidente) y Joaquín de la Torre (exministro de Gobierno de Vidal). Ambos lanzaron días atrás el “peronismo republicano”. Desde este espacio aseguraron a Data Clave que aún no definieron si en las elecciones participarán dentro de JxC o si lo harán por fuera.
“Si no hay una boleta peronista que le coma votos al kirchnerismo, la elección para JxC está perdida”, aseguran desde el peronismo republicano, y destacan como antecedente el rol que jugó Florencio Randazzo en las legislativas de 2017, cuyos 5 puntos fueron clave para que Esteban Bullrich se imponga por 4 puntos ante Cristina Fernández Kirchner.
Es justamente con Randazzo y con Juan Manuel Urtubey con quienes han entablado contacto estas últimas semanas. “Insistimos con armar un espacio con identidad propia y por qué no desde la tercera vía, es una posibilidad que se dirimirá al final del camino con quienes y desde dónde”, aportan desde este flamante espacio.
A través de un comunicado, Juntos por el Cambio confirmó ayer que estaría dispuesto a acompañar la postergación del cronograma electoral. Para ello el oficialismo deberá ceder en un punto clave: desistir del deseo de suspender las PASO. Si esto avanza, las primarias se realizarían el 12 de septiembre y las generales el 14 de noviembre.
Este acuerdo postergaría también la fecha límite para el cierre de listas. Del 19 de junio se correría para los últimos días de julio. Es decir, habrá más margen para “la rosca”.