Agustina Díaz, la última detenida en la causa por el atentado contra la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se negará a declarar en su indagatoria ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo.

A primera hora de la mañana se presentaron en Comodoro Py dos abogados enviados por el padre de la última detenida y aguardaban entrevistarse con ella para ser designados oficialmente en su defensa.

Uno de los abogados, Javier Molina, anticipó a la prensa que Díaz "no va a declarar" por el momento, y aseguró "no saber por qué" la joven se encuentra detenida.

"Por el momento, Agustina no va declarar y no entendemos por qué está detenida. Sería apresurado tomar alguna decisión sin tomar primero conocimiento de la causa", indicó Molina en declaraciones a la prensa formuladas en la entrada a los Tribunales de Comodoro Py.

El letrado dijo que la joven "no milita en ninguna agrupación" y aseguró que era "compañera de escuela" de Brenda Uliarte, la pareja de Fernando Sabag Montiel, quien intentó disparar a la Vicepresidenta, y que también se encuentra detenida.

Molina señaló además que el intercambio de mensajes con Uliarte "no tenía que ver con este hecho que se está investigando".

Los tres acusados fueron trasladados esta mañana a los tribunales federales de Retiro para prestar declaración indagatoria ante la jueza federal Capuchetti ante nuevas evidencias sumadas a la investigación.

Sabag Montiel y Uliarte ampliarán su indagatoria y se les exhibirá la nueva evidencia sumada a la causa por el intento de homicidio de la Vicepresidenta cometido el 1 de septiembre pasado. Diaz fue detenida anteayer a raíz de mensajes detectados en el análisis del contenido del teléfono celular de Uliarte.

Las indagatorias se realizarán en el despacho de Capuchetti en el tercer piso de Comodoro Py, adonde desde temprano estaba ya la magistrada y también se sumó el fiscal del caso, Carlos Rívolo.

La magistrada recibió el martes un pedido de la Vicepresidenta para ser tenida como querellante en la investigación y contar con acceso a la causa por parte de su abogado José Manuel Ubeira.

Díaz quedó bajo la lupa de los investigadores a partir de una serie de mensajes que intercambió con Uliarte, a la que intentó ayudar a ocultarse de la justicia, por lo que le imputarían el delito de encubrimiento.

La información que comprometió a Díaz hasta el punto de que fuera ordenada su detención surgió del celular de Uliarte, quien la tenía agendada como "Amor de mi vida" y solía compartir expresiones de odio, según detallaron a esta agencia las fuentes de la investigación.

La detención de Díaz se produjo en el partido bonaerense de San Miguel, en el marco de una serie de operativos ordenados por Capuchetti y llevados a cabo por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

En el allanamiento en el que se produjo la detención se secuestraron tres teléfonos celulares, de los cuales solo uno estaba activo, informaron las fuentes consultadas.

La PSA llevó a cabo en la noche del lunes, además, otros dos allanamientos, uno en provincia de Buenos Aires y otro en la ciudad de Buenos Aires, en los que se secuestraron también teléfonos celulares notebooks, pendrives y demás dispositivos que ya están siendo sometidos a peritaje.

Uno de esos allanamientos fue en el domicilio de un hombre de confianza de Uliarte, con el que mantenía intensas comunicaciones y que los investigadores creen que pudo haberla ayudado a tratar de escapar: le secuestraron el teléfono celular y otros elementos para avanzar con esa línea de pesquisa.

Fuentes judiciales indicaron que Sabag Montiel y Uliarte planeaban alquilar un departamento en el barrio porteño de Recoleta que les permitiera una vista limpia hacia la propiedad de la dos veces presidenta de la Nación.

La información fue detectada en el teléfono celular de la detenida Uliarte y surge de mensajes de audio que se envió con el agresor, al que además acompañó hasta la zona de Juncal y Uruguay el 1° de septiembre último cuando intentaron dispararle en la cabeza a Fernández de Kirchner.