El radicalismo bonaerense atraviesa una situación muy compleja de cara a lo que se viene. El partido no encuentra un norte claro y la división interna parece estar cerca de convertirse en un problema sin solución. Con el peligro natural que conlleva la posibilidad de atravesar un instancia quiebre en la previa a una elección clave en un momento muy particular a nivel nacional.

El juez federal de La Plata, Alejo Ramos Padilla, desestimó el recurso presentado por la lista de "Futuro Radical" y, de esta manera, ratificó el triunfo conseguido por el candidato del oficialismo partidario, Miguel Fernández. La decisión de la Justicia impactó de lleno hacia adentro del partido y dejó a la oposición sin mucho más margen de acción. Solo queda la opción de elevar el reclamo a la Cámara Nacional Electoral.

La decisión judicial se produce después de una serie de impugnaciones por supuestas irregularidades en el escrutinio de las elecciones internas que dividieron al radicalismo bonaerense. En concreto, Fernández, exjefe comunal de Trenque Lauquen y expresidente del Foro de Intendenta radicales, quedó oficializado como nuevo presidente del partido a nivel provincial.

Sin embargo, quedan cosas por resolver. Todavía no se sabe cuándo asumirá como reemplazo del actual titular, el senador nacional, Maximiliano Abad. El problema es que el tiempo apremia y las cuestiones a resolver abundan. Para empezar, Fernández no llega con el reconocimiento total del partido

Según pudo saber este medio, el titular de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical, Gastón Manes, ya se comunicó con el presidente electo para felicitarlo y ponerse a disposición. No es un mensaje menor. Cabe recordar que el diputado nacional Facundo Manes y el senador Martín Lousteau se habían unido contra el oficialismo de Abad con Pablo Domenichini como candidato.

Contrario a lo sucedido con los Manes, el líder de Evolución y su aspirante no se comunicaron. Y por el momento tampoco parece que vaya a pasar.  “Por sentido común, hidalguia y caballerosidad entiendo que debería haber un reconocimiento”, aseguró Fernández en diálogo con Data Clave.

Diferencias

El principal desafío que tiene por delante Fernández es volver a ordenar a la UCR y terminar con la interna que hoy separa al partido. Todavía queda por ver qué es lo que pasará en Ezeiza y en Quilmes, donde la Justicia puso el foco. Son distritos clave para terminar de entender cómo quedará conformado el partido debido a su resultado final.

En Ezeiza, por ejemplo, las mesas anuladas representaron más del 50% de las mesas habilitadas, lo que llevó a una decisión parcial sobre ese distrito. A pesar de este detalle, la resolución fue clara al confirmar la victoria de Fernández en la totalidad de la elección.

“Tenemos que aglutinar el partido y resolver problemas inmediatos”, sostiene Fernández en diálogo con este medio. Y agrega: “Tenemos que ver cómo nos vamos a posicionar ante el Presupuesto bonaerense o la nueva Ley fiscal. Qué plan vamos a llevar adelante y sentar una oposición”.

Vale mencionar que los bloques bonaerenses se encuentran divididos en dos entre quienes están alineados al oficialismo bonaerense y los que responden a Manes y Lousteau, entre ellos el ahora excandidato Domenichini. La intención de Fernández es unificar las bancadas en pos de una misma posición. Pero no será fácil. La política nacional manda. Y repercute de manera directa en la Provincia. “Esta discusión va de la mano con la unificación. Y lo político con lo electoral”, añade.

Sin embargo, desde el otro lado de la interna son claros al respecto. “No hay dos o tres radicalismos. El partido supera momentos y figuras. Y siempre todos fuimos orgánicos, tiene que ver con nuestra esencia. Pero hoy el partido en la Provincia viene en modo avión. No se escucha, ni se econtesta. No se hace, ni deshace. No hay plan. Y tenemos un límite claro que es Milei, aseguraron en diálogo con este medio.

Lo cierto es que hoy el partido no tiene un rumbo claro hacia el 2025. Eso sí, según adelanta, Fernández asegura que recorrerá las provincias y se relacionará con los gobernadores para lograr unificar el partido. “Voy a recorrer todo lo que pueda, con mi tiempo a dispocisión plena. Dialogar con los distritos, escuchar qué es lo que pretenden y dedificar el mensaje para poder transformarlo en una propuesta”, añadió.

Lo que todavía no queda de quedar claro es cómo y cuándo comenzará a tomar una posición política de cara a las legislativas del año que viene. Para la oposición partidaria, la conducción actual y su sucesor tienen la intención de acordar con el PRO que, a su vez, se relaciona con el gobierno nacional de La Libertad Avanza.

Nosotros no tenemos nada que ver con Milei. Somos oposición en Provincia y en Nación. La dinámica del PRO no es la misma que la nuestra. Allá maneja la batuta Mauricio Macri, en la UCR hay muchas voces”, sostiene Fernández. Sin embargo, todavía restas saber cómo jugará el radicalismo. Si se acercará a la Coalición Cívica y al GEN, si volverá a reeditar algo de Juntos o si, de no poder lograr un acuerdo interno, como aseguran, fuera de micrófono, desde el oficialismo “se pondrá disposición del peronismo”.