Los reposicionamientos internos de cara al balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei están a la orden del día. Con el PRO duro ya trabajando en favor del líder de La Libertad Avanza y y el resto de Juntos por el Cambio declarándose prescindente, la discusión interna en la coalición opositora podría terminar de provocar un quiebre que hoy por hoy ya parece un hecho pero que en la práctica todavía no quedó sellado. 

Más allá de cómo salieron a jugar Patricia Bullrich y Luis Petri, el único radical que apoyó en público a Milei, además de las recientes declaraciones del expresidente Mauricio Macri, lo cierto es que tanto la UCR como la Coalición Cívica, los otros socios mayoritarios de un activo político en caída libre, dejaron en claro que no se inclinarán por ninguno de los dos aspirantes a ganar la contienda del próximo 19 de noviembre.

En las últimas horas, quien también dio a conocer su posición fue el legislador electo por Juntos, Miguel Ángel Pichetto, un fiel representante de lo que se se sigue llamando peronismo republicano. Se trata del dirigente que fue compañero de fórmula de Macri en los comicios de 2019. “No subestimo a la sociedad ni soy quién para indicarle a la ciudadanía lo que debe votar. Como diputado electo en el rol de opositor, fortaleceré el espacio del centro democrático con la finalidad de asegurar la gobernabilidad en la Argentina”.

En otras palabras, Pichetto también se declaró prescindente. Cabe recordar que la convivencia interna entre el peronismo republicano y los máximos representantes dentro de lo que fue el gobierno de Cambiemos fue difícil. Muchos se sintieron ninguneados. Y con el paso del tiempo se reubicaron como parte de la oposición. Y, en las últimas elecciones, desde la provincia de Buenos Aires se posicionaron primero hacia adentro de la interna de Juntos.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, consiguió el respaldo del propio Pichetto y de la senadora bonaerense, Claudia Rucci, como también del exintendente de General Rodríguez, Darío Kubar. A pocas horas del cierre de listas también tuvo un acuerdo con la diputada Graciela Camaño.  Con ellos se aseguró la presencia en la primera y la tercera sección y la fiscalización. Sin embargo, las cosas no salieron según lo planeado. Y el golpe para el peronismo anti k que jugó con la boleta del entonces precandidato fue durísimo.

Del otro lado, con Patricia Bullrich como eje ordenador, se ubicaron los referentes de Hacemos, con Diego Kravetz como principal armador y líder desde su rol de aspirante a jefe comunal de Lanús; y Joaquín De la Torre, quien coqueteó con ser el candidato a gobernador bonaerense desde su aporte de la primera sección, con San Miguel como cabeza.

Pese a que se impusieron en la interna, el triunfo de Massa, de Axel Kicillof y de Unión por la Patria en siete de las ocho secciones, incluyendo primera y tercera, también fue demoledor. Como ya es sabido, el jefe comunal de Lanús con pedido de licencia, Néstor Grindetti, ya salió a apoyar a Milei. Kravetz todavía no se pronunció. Y queda la duda de si seguirá los pasos de su líder político.

Quien sí manifestó su apoyo fue el primero concejal de San Miguel, Pablo De la Torre. “Voto a Javier Milei”, escribió quien es hermano del exintendente. Su anuncio parecería ser un encargo del actual senador bonaerense. Pero lo cierto es que Joaquín todavía no se manifestó al respecto. Y tampoco hay seguridad si lo hará.

Tanto en Lanús, San Miguel como en General Rodríguez, algunos de los distritos con referencia concretas en el peronismo, Massa fue el candidato más votado por amplia diferencia. Incluso en San Nicolás, donde gobiernan un clan de los peronistas anti k más comprometidos con la causa Bullrich: los Passaglia. Y todo parece que no abandonarán a la dirigente.

Más allá de barajar y dar de nuevo, el peronismo anti k recibió una derrota durísima que lo deja en una posición incómoda dentro de lo que es hoy el conflicto interno de Juntos. Con Massa ya posicionado como una referencia justicialista habrá que ver si el ahora líder del espacio podrá lograr el regreso de algunos dirigentes que la conducción del partido ya daba por perdidos.

“Massa ya avisó que no quiere a nadie afuera. Y sé que ya se comunicó con varios. Los quiere adentro a todos en un futuro gobierno. Sería quiebre político entre tanta grieta”, cerró un dirigente del Frente Renovador cercano al candidato presidencial que va en busca de la unidad de todo el espacio.