La cocina del Presupuesto y el reclamo del oficialismo a la oposición para consumar el amor
El Frente de Todos dedicó tiempo y calma al debate por el presupuesto 2023 pero no alcanzó para que Juntos por el Cambio pusiera la firma. Citó a casi todos los ministros, trató de no colisionar y hasta concedió modificaciones a pedido de los bloques opositores. Un dictamen con lo justo que no tuvo acompañamiento del principal bloque opositor pero que al menos no sumó el rechazo. ¿Luciano Laspina tiene más ganas de votar el Presupuesto que Máximo Kirchner?
Diputados cerró el tratamiento en comisión del Presupuesto 2023 y se prepara para la sesión que ya fue convocada para el martes próximo a las 12.30. Aunque muchos se quedaron con el final del extenso debate cuando Carlos Heller dijo que se iba a tomar un descanso para ver el partido Boca vs Gimnasia en tono de broma, con críticas justificadas o no, el oficialismo mostró más paciencia de la esperada en la discusión parlamentaria para trazar una hoja de ruta el año próximo. Algo celebrado por la oposición en la última jornada de debate.
El oficialismo tuvo que sobreactuar paciencia y dedicación a un tratamiento que tuvo más de 25 funcionarios del Gobierno nacional entre ministros, secretarios y titulares de organismos estatales en más de 40 horas de debate distribuidas en 7 días de reuniones de la comisión de Presupuesto y Hacienda. Sería más fácil contar los ministros que no asistieron que los que pasaron por el Congreso. Aún cuando el Frente de Todos intentó apurar el debate y llevarlo al recinto antes de lo acordado, decidió dar marcha atrás para no colisionar con la oposición.
En el último día de debate, el oficialismo aceptó cambios claves pedidos por la oposición. Dos de ellos, que marcan incluso casi una condición para el voto en el recinto. A propuesta del bloque Evolución Radical, se agregó una "cláusula gatillo" con el objetivo que el Presupuesto no se amplíe vía DNU, sino que pase por el Congreso Nacional en caso de que la estimación de la inflación quede lejos de la realidad. Además, se incluyó una cláusula que le impide al Gobierno, en su último año de gestión, repartir recursos extrapresupuestarios en plena campaña.
A pesar de todo esto, Juntos por el Cambio se guardó la firma. No acompañó el dictamen y dejó que el despacho de comisión saliera solo con diputados del FdT y bloques federales, los apoyos llegaron desde Córdoba Federal y el Frente Renovador de Misiones para alcanzar la mayoria. El reclamo del oficialismo al sector de la oposición que no acompañó el dictamen se daba de banca a banca. Con cruces de miradas y chicanas. Cada diputado opositor que celebraba el tratamiento, recibía el gesto cómplice con el gesto de “la firma”. Un diputado se abrazó a otro y le reprochó: “¿hasta cuando esto del amor sin sexo?”. El consenso alcanzó para no presentar rechazo. Falta el partido del recinto donde diputados de la oposición al menos dicen que votar el presupuesto sería el "mal menor".
Los cambios al proyecto que mandó Sergio Massa no fueron exclusivos de bloques opositores. Desde el oficialismo, y más puntualmente, del kirchnerismo, mostraron preocupación desde un primer momento en lo destinado a cuestiones educativas, de niñez y sociales. “Hemos logrado un presupuesto que no ahorra en ninguna política vinculada a garantizar derechos fundamentales”, dijo Itai Hagman luego de confirmarse que aumentaban partidas para todas estas áreas. "¿Luciano Laspina tiene más ganas de votar el Presupuesto que Máximo Kirchner?", preguntó este portal a un diputado del oficialismo mientras se desarrollaba la rosca por los cambios. “Puede ser”, se le escapó al retirarse de la sala del debate con una sonrisa a medias.
Las elecciones PASO aparecieron como un tema de preocupación para una parte de la oposición hace varias semanas. Casi que se metió en el medio del debate del Presupuesto. Algunos, miraron en detalles de la “ley de leyes” para ver que estuvieran los gastos destinados a las primarias buscando un motivo extra para votar el presupuesto. “Es lo que debe ser simplemente”, dijo una fuente parlamentaria de Juntos por el Cambio bajándole el precio a la cuestión.
Lo que sí tiene relevancia en la toma de decisión en JxC es la cláusula gatillo. “Se va a acompañar en general en principio, no por los detalles, sino por asegurar que haya presupuesto y también porque va a haber una revisión si la inflación se dispara”, aseguró un diputado de la coalición que sigue de cerca las negociaciones finales por el Presupuesto que llegará al recinto.
La pelea que seguirá abierta hasta el final será por las retenciones. El artículo que busca darle la facultad al Ejecutivo para tocar el monto de las retenciones al campo fue sustentado por el oficialismo pese al pedido formal para que sean removidas. El tema generó una disputa dentro de la oposición. Mientras en Juntos por el Cambio proponen una baja del 33% actual al 30%, el bloque Córdoba Federal empuja para eliminar el artículo por completo. “No avalamos la potestad para extender hasta el 31 de diciembre de 2023 la facultad del Poder Ejecutivo para subir retenciones”, dijeron desde la bancada Federal.
La aprobación de este apartado en la votación en particular no está garantizada. Nadie tiene la posibilidad de construir mayoría aún. Será una de las negociaciones abiertas hasta último momento.
El intenso trabajo de comisiones tendrá su definición el martes. Con la sensación de amorío a punto de concretarse y dejar atrás el fallido debate del año pasado. Nadie quiere que el Gobierno se quede sin presupuesto el año que viene, ni el Frente de Todos ni Juntos por el Cambio. El año electoral, la clave para que todos tengan el mismo objetivo.