La CIDH tratará la histórica denuncia de excombatientes por torturas en Malvinas
El reclamo se basa en la causa que investiga todo tipo de violencia contra soldados por parte de sus superiores durante el conflicto en 1982, entre los que se cuentan estaqueamientos, enterramientos y abusos sexuales.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos declaró admisible el caso promovido por el Centro de Ex Combatientes (Cecim) La Plata en el que solicitó que se declare la responsabilidad del Estado argentino por omitir investigar y juzgar a los miembros de las Fuerzas Armadas que torturaron a los soldados durante la guerra de Malvinas.
"Declarar admisible la presente petición en relación con artículos I, II, III y XVIII de la Declaración Americana; artículos 5, 8, y 25 de la Convención Americana, en concordancia con sus artículos 1.1 y 2; y artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura", expresa la resolución, que lleva la firma de Jorge Meza, el Secretario Ejecutivo Adjunto del Sistema de Peticiones y Casos de la CIDH.
El reclamo se basa en la causa que investiga torturas cometidas contra soldados por parte de exmilitares de su propia tropa durante la guerra de Malvinas de 1982, entre las que se encuentran estaqueamientos enterramientos, sometimiento al hambre atroz y abusos sexuales.
“La petición bajo análisis se refiere a posibles violaciones de los derechos humanos de los excombatientes de las Malvinas, a la integridad personal y a la vida durante el conflicto bélico ocurrido en 1982 en las Malvinas argentinas por manos de sus oficiales y suboficiales”, se lee en el documento.
El reclamo señala, además, “la impunidad en que se encontrarían los hechos hasta el presente”.
A partir de la declaración formal de “admisibilidad”, la CIDH concede un plazo de cuatro meses (prorrogable hasta un máximo de seis meses) para que presente sus observaciones adicionales sobre el fondo” del reclamo.
Al describir el caso, la CIDH subrayó que “durante el conflicto en las Islas Malvinas, entre el 2 de abril y el 14 de junio 1982, oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas argentinas habrían sometido a estos soldados de las mismas tropas a torturas de tipo físico y psicológico”.
“Además, algunos militares habrían muerto por inanición y otros habrían sido asesinados. Los peticionarios aducen que estos actos fueron cometidos en ocasiones como resultado de la intolerancia religiosa y sentimientos de antisemitismo”, completó el texto.