A poco menos de un mes de las elecciones legislativas del 14 de noviembre, todavía continúa la rosca por las definiciones de autoridades partidarias en la Legislatura bonaerense. La dilación al momento de las decisiones se generó en la oposición, que a pesar de ganar los comicios, en la provincia de Buenos Aires el resultado dejó un sabor agridulce, ya que si bien sumaron en Diputados, perdieron la mayoría en el Senado. Y los egos jugaron su parte también.

Con el acuerdo cerrado en la Cámara Baja para que continúe al frente del interbloque de Juntos el radical Maximiliano Abad, la presidencia del Senado quedaba para el PRO. Y ahí surgió una interna propia de los amarillos, una pulseada que terminó en tablas, entre dos bandos. Por un lado, la dupla Jorge Macri y Daniel Angelici quería imponer a Christian Gribaudo, mientras que Alejandro Rabinovich tenía la banca del marplatense Guillermo Montenegro y de pesos pesados del partido como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo.

Estas posiciones encontradas generaron varios días de idas y vueltas, dimes y diretes. Según confiaron fuentes del PRO a este medio, el martes había un principio de acuerdo, con presidencias rotativas durante los primeros dos años. En ese entonces, se define que empieza Rabinovich y el segundo Gribaudo. Pero todo cambió el jueves. El mismo día de la sesión, Jorge Macri decide darlo vuelta, con el apoyo de Angelici. En el medio algunos empezaron a especular con ser tercera alternativa y presidir dos años. Pero esto ya estaba definido en la mesa de intendentes y dirigentes, que se iba a alternar. Por supuesto, no prosperó

El mencionado jueves se reunieron Ritondo y Angelici y lo terminaron de cerrar: será primero para Gribaudo, el siguiente año para Rabinovich, con el compromiso de cumplir este acuerdo. Daniela Reich, la otra que tenía aspiraciones, apadrinada por Valenzuela, será secretaria de bloque. El tercer año se definirá con la conformación nueva tras las elecciones del 2023.

La otra cuestión a definir es el resto de las autoridades del interbloque opositor, que serían una vicepresidencia para Joaquín de la Torre, Andres de Leo encabezaría la de la Coalición Cívica y no hay definiciones sobre la que tendrá la UCR. Entre los correligionarios suena con fuerza el nombre de Alejandro Cellillo, pero a la fecha no hay certezas.

En tanto, desde la UCR no aportaron mayores definiciones. Ante la consulta de Data Clave, un legislador de peso del interior bonaerense negó que haya definiciones y solo deslizó “definen arriba: Grindetti, (Jorge) Macri y Rodríguez Larreta, equilibrado con Diputados”. Por el momento, no hay nombres que aventajen a otros entre los correligionarios.


Un bloque con peso territorial

“Hay un rol claramente más importante de los intendentes. Hay una situación de un cambio de poder a partir de la finalización de la gestión de Vidal y Macri. Los intendentes tomaron más relevancia”, confió a Data Clave un legislador que tiene anclaje en un municipio de peso en la provincia. 

En la misma sintonía, el dirigente agregó: “Los que participaron de las decisiones ahora en la Legislatura están apadrinados por algún intendente, más allá de la injerencia de Ritondo. Pero cada intendente tiene un ‘empleado’ en la Legislatura, Grindetti tiene a Urrelli, Garro a Perechodnik Montenegro a Rabinovich, etc”.
 

La avanzada de los intendentes sobre el parlamento bonaerense tiene que ver con una decisión de plasmar esa vocación de poder en hechos concretos. Desde hace tiempo los jefes comunales sostienen que el próximo Gobernador debe ser uno de ellos. Pica en punta Jorge Macri, pero su salto a la Ciudad generó algunos recelos que le pueden costar la conducción del PRO en la provincia.

Hay varios más que se anotan en la carrera por el sillón de La Plata: Diego Valenzuela de Tres de Febrero, el platense Julio Garro, y tampoco habría que descartar al jefe comunal de Lanús, Néstor Grindetti. Cada uno de ellos tiene un alfil en la Legislatura que le servirá para ganar volumen político