Jugaban al póker por dinero y los allanaron, pero para la Justicia no cometieron ningún delito
La Cámara del Crimen consideró que juegos de azar en un ámbito íntimo son acciones privadas protegidas por la Constitución.
Un grupo de amigos se juntaba todos los miércoles a jugar al póker en un club deportivo porteño. El encargado del bufet organizaba el evento y repartía fichas a los jugadores, quienes apostaban pesos y dólares. Tras un allanamiento por parte de la Policía, los participantes fueron imputados por realización de juegos de azar sin autorización, previsto en el 301 bis del Código Penal.
Todos fueron sobreseídos en primera instancia, pero la Fiscalía apeló. En este escenario intervino la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, y concluyó que los hechos "se encuentran comprendidos en la reserva garantizada en el artículo 19 de la Constitución Nacional".
Para así resolver, los jueces Ignacio Rodríguez Varela y Julio Marcelo Lucini analizaron las tareas practicadas por personal de la División Análisis Tecnológico del Delito de la Policía de la Ciudad que permitieron descartar que se hubieran dado a publicidad los encuentros lúdicos. Los testigos también confirmaron que en las actividades solamente participaban los socios de la entidad deportiva.
Según los imputados, las rondas de juego "consistían más que nada en reuniones de grupos de socios, mayormente amigos, en donde se jugaba a las cartas y a otros juegos de azar, algunas veces por dinero, otras por quien pagaba las entradas de algún evento deportivo otras por la cena" y que solo los socios podían acceder allí o las personas a las que invitaban.
Se precisó también que tales actividades se desarrollaban de manera espontánea entre los concurrentes y que cuando se jugaba por dinero, cada jugador abonaba en efectivo. Sin embargo, el establecimiento solo poseía autorización para funcionar un natatorio y no juegos de azar.
"En otro andarivel, la prueba reunida ha demostrado que no hubo siquiera una mínima oferta pública de la práctica en examen, la que se limitaba a encuentros entre los socios que deseaban participar de esa actividad lúdica, aun realizando apuestas en dinero, con una frecuencia de una vez por semana", concluyó el tribunal.