Intendentes empoderan a Kicillof para dar la discusión por la obra pública
El gobernador recibirá los jefes comunales este lunes para sentar las bases de la nueva oposición. La desesperación de los alcaldes y el rol del radicalismo en el nuevo armado político. ¿Guiño en el gabinete?
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, recibirá este lunes en La Plata a los más de 80 intendentes que tiene el peronismo en la provincia de Buenos Aires. El objetivo principal del encuentro, que se llevará a cabo en la Casa de Gobierno a partir de las 9.30, será sentar las bases de la futura oposición provincial al presidente electo, Javier Milei.
La preocupación de los intendentes es grande. Y no la esconden. Al contrario. La amenaza de parte del líder de La Libertad Avanza de paralizar la obra pública encendió las alarmas y los chats seccionales entre los intendentes se llenaron de mensajes cruzados con un alto grado de incertidumbre y bronca.
“Estamos angustiados y desesperados. No sabemos cuánto de todo esto va a ser real. Y nosotros tenemos comprometidas obras importantes que podría quedar paradas”, sostuvo en diálogo con Data Clave, el jefe comunal de Salto, Ricardo Alessandro. El temor a lo que viene no termina ahí. Y agregó: “No sabemos cuánto se va a girar de coparticipación porque la Provincia también tendrá complicación con la Nación. Para nosotros el 60 por ciento de lo recaudado se va en sueldos y se nos va a complicar el pago de aguinaldo”.
En la misma línea, el intendente de Morón, Lucas Ghi, le pidió a Milei que “revise la premisa de suspender la obra pública” porque sería una iniciativa “negativa para todo el país”, y explicó que sólo en su municipio existen “más de 50 obras en ejecución”. Para Carlos Ferraris, a cargo de Leandro N. Alem, “el planteo, al afirmar el cese de la obra pública nacional, es como decirle a los intendentes ‘vean cómo pueden arreglarse, busquen financiamiento privado’. Yo pregunto: ¿Qué clase de negocio es para un privado un Centro de Desarrollo Infantil? Estamos hablando de obras con un contenido puramente social, que no resultan atractivas ni rentables para un empresario".
Milei manifestó en los últimos días que el país llevará adelante un sistema a la chilena donde “el sector público se va a achicar recortando la obra pública y llevándola a cero, licitando incluso las que están en curso” para que sean tomadas por empresas privadas para alcanzar el fin de su ejecución.
Sus declaraciones no solo golpearon en el corazón territorial del peronismo. Desde la UCR también se posicionaron. “Si no hay dinero, el modelo chileno, el cual algo conozco, desde mi punto de vista puede ser la concesión de algún peaje, pero obras de agua, cloacas, asfalto, cordón cuneta, creo que es inviable, lo digo con total honestidad, es una utopía”, aseguró en diálogo con un medio provincial Esteban Reino, jefe comunal radical al frente de Balcarce.
“Es complejo, pero es lo que votó la gente. Es importante que se salden las deudas, pero nosotros tenemos claro que hoy seguiremos siendo oposición”, le dijo a Data Clave el alcalde de General Viamonte, el radical Franco Flexas. Y abrió una ventana de discusión interna: “El radicalismo tiene que tener bloques propios y desde ahí repensar una nueva coalición para ver cómo nos rearmamos”.
Lo que está claro es que los jefes comunales viven momentos de mucha incertidumbre. Y ante ese panorama es que decidieron posicionarse y envalentonar la figura de Kicillof como líder de la futura oposición para dar una pelea de la que puedan sacar un provecho directo. “Está claro que el gobernador es el más capacitado para llevar adelante cualquier discusión. Es nuestro principal representante. No solo de los intendentes de Unión por la Patria sino también de todos”, aseveró Alessandro, en diálogo con este medio.
“Kicillof es el gobernador de toda la Provincia, no solo de los intendentes del peronismo. Nosotros tuvimos siempre una excelente relación y está claro que es la representación que tenemos los intendentes para con la Nación más allá de los posicionamientos partidarios”, la manifestó a este medio un alcalde radical.
Kicillof sabe muy bien que, con la alianza entre el partido amarillo y LLA, se abre una ventana de acuerdo con el radicalismo. Y es por eso que no mira con mala cara la idea de, como parte de la negociación, entregar algún puesto en el gabinete provincial a una figura del interior.
En este marco, Kicillof podría no solo ser empoderado por los propios sino también por los ajenos en una puja que, se sabe, dejará muchos heridos.