Insólito fallo de un juez: apunta contra "Ra sin club", "Indesingente", "RiBer" y los veganos
En un dictamen que obliga a Racing a indemnizar a dos trabajadores ambulantes, el juez laboral Segura incluye bromas y anécdotas personales insólitas. Es hincha de San Lorenzo, fanático del "choripan" y antiliberal
Alejandro Anibal Segura es juez nacional de primera instancia del trabajo Nro 41. Es, además, hincha de San Lorenzo. Y en un fallo en que condena a Racing Club a pagar una indemnización a los vendedores ambulantes Domingo Vallejos y Ramón Cleofé Cardozo, el magistrado desnudó sus sentimientos futbolísticos y carga a varios clubes del fútbol argentino con chistes de cancha o, cómo se dice en la tribuna, en modo termo.
“Estas actuaciones, donde Domingo Vallejos y Ramón Cleofé Cardozo inician demanda contra Magary SA y contra Ra sin Club Asociación Civil por despido y cobro de pesos”, son las primeras líneas del fallo, en la que el juez anticipa lo que será un documento cargado de bromas, de anécdotas y de lenguaje inclusivo.
Los demandantes iniciaron un reclamo contra Racing y la empresa Magary S.A. por haber trabajado como “vendedores ambulantes de productos varios” dentro del estadio a comienzos de 1968. El fallo del juez ordena al club de Avellaneda y a la firma a indemnizar a los denunciantes. De esta forma, los trabajadores deberán ser resarcidos con $71.382.
En este marco, y en fin de enumerar antecedentes, y de poner en contexto a lo que refiere a la venta ambulante dentro de los estadios de fútbol, es que el juez se permite una licencia para la jerga y las bromas. “Soy un juez con un oído en la ley y el otro en el pueblo”, dice Segura, parafraseando a Monseñor Angelelli y por eso, argumenta que hablará en “lenguaje llano para que nadie se haga el distraído”.
Además del lenguaje inclusivo también manifiesta su espíritu anti liberal al señalar que “estar a favor del neoliberalismo que degrada la condición humana u optar por el Estado de Bienestar que la preserve, es una cuestión que carece de implicación partidaria”.
Para defender a los trabajadores de cancha, sostiene que “el que afirma la venta de un pancho o una coca no es la actividad principal de un Club de fútbol es porque nunca fue a la cancha”. Y cuenta cómo disfruta del choripán calentito, de una cerveza fría o de un helado (“solo de limón o de frutilla”), en la platea norte del “Nuevo Gasómetro”, su “segundo hogar”. Dice, también, que esos atributos de la cancha solo “un vegano circunstante puede despreciar”.
Antes, menciona a otros clubes que han enfrentado situaciones similares. Y es allí que se refiere a “RiBer”, a “un club de Parque Patricios que es vástago de San Lorenzo de Almagro" y a "Indesingente".
SENTENCIA VALLEJOS Y OTRO C... by Mariano Espina