La costa bonaerense enfrenta una temporada de verano con niveles de reservas históricamente bajos, y los empresarios hoteleros no se guardan nada. Denuncian una “campaña de desprestigio” impulsada por los trolls del oficialismo que promueve a Brasil como un destino más barato, y apuntan directamente a Daniel Scioli, a quien acusan de fomentar este relato y no atender los reclamos del sector.

Esto de que Brasil es más económico es una mentira que instalaron y que nos está pegando muy fuerte”, aseguró Alfredo Baldini, titular de la Cámara de Turismo de Pinamar. Según el empresario, detrás de esta narrativa hay cuentas en redes sociales vinculadas al oficialismo, interesadas en que la costa pierda atractivo frente a destinos internacionales.

Las críticas no se limitan a las redes. La duplicación de vuelos a Brasil promovida por Aerolíneas Argentinas, con cuotas sin interés, es otro golpe que alimenta la bronca. “Es muy triste que desde el Gobierno se privilegien destinos externos mientras nosotros luchamos por subsistir”, expresó Jorge Cocco, de la Asociación Hotelera de Villa Gesell.

La carga impositiva también es un punto crítico. Según empresarios de Mar del Plata, hasta el 42% de las tarifas está compuesto por impuestos. Este escenario complica aún más la competitividad frente a Brasil, donde la explosión de reservas desvela al sector. “Si comparás costos reales, Brasil no es más barato que Pinamar. Pero el relato está instalado, y nadie desde el Gobierno lo refuta”, dijo Baldini.

Los empresarios aseguran que los aumentos aplicados este año no alcanzaron ni la mitad de la inflación interanual. Además, denuncian que los alquileres temporarios mantienen los mismos valores en dólares que el año pasado, algo inédito en un contexto de crisis.

El reciente decreto del presidente Javier Milei eliminando los feriados puente para 2025 también generó rechazo. Según Baldini, esta decisión profundiza la crisis del turismo interno. “Scioli no dijo nada. Nos da vergüenza cómo obedece directrices que van en contra del trabajo argentino, sentenció.

Mientras tanto, el sector alerta sobre el impacto en el empleo. En Pinamar, Baldini recibió más de 50 currículums en los últimos días, pero advierte que muchos de esos trabajadores no tendrán ocupación. “A esta altura, deberíamos tener todos los equipos listos, y no es el caso”, lamentó.

La situación pone en jaque la actividad turística, uno de los motores económicos de la provincia de Buenos Aires, y expone la falta de políticas públicas que prioricen el desarrollo del turismo interno frente al avance de destinos internacionales promovidos desde el propio gobierno.