Gabriela Brouwer: "Es inhumano lo de los jubilados, no pueden ser parte del ajuste"
La diputada por UCR-Evolución dialogó con Data Clave en medio de la discusión que se está dando en el Congreso por el proyecto de ley ómnibus. Críticas al Gobierno por la eliminación de la fórmula jubilatoria y los aumentos por decreto. También cuestionó el incremento de los derechos de exportación que repercute en las economías regionales. "Estamos en contra de las privatizaciones de las 41 empresas públicas de manera colectiva", advirtió. A su vez, plantea que el oficialismo no presentó un plan económico ni de estabilización.
Gabriela Brouwer de Koning es diputada nacional por UCR-Evolución en representación de la provincia de Córdoba. Forma parte del bloque de 34 legisladores que conduce Rodrigo de Loredo y que hoy discute el proyecto de ley ómnibus en el Congreso.
En diálogo con Data Clave, cuenta cómo fueron los primeros días en los plenarios y los planteos que le hicieron al Gobierno para que modifique sustancialmente el proyecto original. Su espacio ya dejó en claro que se opone a la eliminación de la fórmula jubilatoria, al aumento de los derechos de exportación para las economías regionales y a la privatización colectiva de empresas públicas.
“El proyecto ómnibus no tiene un plan de estabilización. Estamos tratando leyes penales, ambientales, laborales y de administración pública, pero no hay un plan económico”, manifestó.
Data Clave: ¿Cómo analizan hasta ahora los plenarios de comisiones que están llevando adelante el debate por la ley ómnibus?
Gabriela Brouwer: Venimos bien, estamos trabajando intensamente y analizando artículo por artículo. Nos estamos distribuyendo entre los 34 diputados de la UCR para poder atender y escuchar a todos. Son muchas las voces que quieren hablar debido a que el proyecto de ley abarca muchas áreas y plantea cambios muy profundos. La semana que viene vamos a escuchar a las organizaciones en las comisiones.
DC: ¿Alcanzan las tres comisiones para debatir todo el proyecto?
GB: Nosotros pedimos que se abrieran más comisiones. Si bien las tres que están son importantes, el proyecto abarca áreas que sería sumamente importantes que escuchen otras comisiones, como los casos de energía, agricultura y salud. Lo mismo en materia laboral. Lamentablemente no hubo consenso, por eso estamos poniendo toda la predisposición y apertura para trabajar todo lo que sea necesario y darle debate a este proyecto. Estamos contentos de que el proyecto haya mandado una ley, era lo que correspondía en un sistema democrático con división de poderes. Si el Gobierno quiere previsibilidad y seguridad jurídica, se necesitan leyes del Congreso.
DC: ¿Cuáles serían las medidas que en principio no van a acompañar?
GB: Como bloque le hemos transmitido al Gobierno que no estamos de acuerdo en las facultades delegadas, sobre todo por las formas y la magnitud. Nosotros defendemos la división de poderes y el sistema republicano. Un tema central en el que no estamos de acuerdo es en la suspensión de la fórmula de la movilidad jubilatoria. Un jubilado que cobra la mínima no puede ser parte del ajuste. No se les puede pedir más sacrificios del que ya tiene, y más cuando tiene que abordar todo su salario en el gasto de los medicamentos. Es inhumano lo que quieren plantear con los jubilados. Si no están de acuerdo con la fórmula por la inflación, entonces que el restante lo compensen con aportes del Tesoro. La fórmula jubilatoria es un derecho constitucional que al menos da previsibilidad.
El otro punto en el que estamos en contra es en materia de los derechos de exportación, sobre todo con las economías regionales. No estamos de acuerdo con el aumento de este impuesto, porque atenta contra la producción, inversión y dinámica de este sector. Tuve una reunión con el ministro (Guillermo) Francos por este tema porque afecta mucho al mercado.
DC: ¿Y las privatizaciones de las empresas públicas?
GB: Estamos en contra de las privatizaciones de las 41 empresas públicas de manera colectiva. Exigimos que por lo pronto se tiene que mandar una ley por cada empresa, porque no todas son iguales y algunas son pilares estratégicos. No vamos a acompañar a que las empresas estén a sola firma del Presidente para que se privaticen.
DC: ¿Está la posibilidad de que el radicalismo acompañe el proyecto de ley con modificaciones?
GB: Nosotros estamos trabajando en un texto en donde planteamos modificaciones a algún articulado y en lo que no estamos de acuerdo. Estamos viendo si este texto coincide con la mirada de otros bloques y generar un dictamen propio. Si lo podemos compartir con el Gobierno, habrá consensos mínimos de alguna cantidad de articulados y otros no saldrán. Nosotros queremos contribuir y colaborar en la medida que estemos de acuerdo.
DC: ¿Qué balance hacen del Gobierno en este mes de gestión? ¿Hay funcionarios más propensos al diálogo que otros?
GB: Lo que se observa es un Presidente que no quiere habilitar el consenso, él quiere imponer su idea. Después tenés ciertos funcionarios más abiertos al diálogo, como el caso del ministro del Interior, que es el más político de todos. Martín Menem te dice que hay predisposición, pero después toman decisiones de las que no hemos formado parte. Sí me llama la atención que se comprometieron a mejorar algunos artículos de áreas puntuales y terminaron trayendo cambios que son más perjudiciales que las leyes originarias. A veces nos planteamos si nuestra vocación de cooperar es la misma que la del Gobierno o si simplemente están entreteniendo al Congreso para después querer endilgarnos los problemas económicos.
DC: ¿Y cómo está el radicalismo internamente? ¿Hay una interna entre Rodrigo de Loredo y Facundo Manes?
GB: En las reuniones de bloques todos opinamos y las decisiones van en consonancia con el accionar que vamos teniendo todos. Yo veo bastante diálogo colectivo y Rodrigo lo expresa. Él dice que todos tenemos la misma idea y es así, todos queremos aportar para mejorar la ley. Esto no quiere decir que el Gobierno vaya a tener un cheque en blanco, eso es tener mala interpretación o estar jugando a otra cosa. Hay un bosquejo que hemos puesto a disposición que se llama “semáforo” y que plantea en lo que estamos de acuerdo, lo que no y en los puntos que podríamos llegar a consensos si se hacen modificaciones.
DC: ¿Se sintieron amenazados por Luis Caputo en su última conferencia de prensa? Dijo que si el Congreso no aprueba el proyecto del Gobierno generará consecuencias económicas más duras que las actuales
GB: El proyecto ómnibus no tiene un plan de estabilización. Estamos tratando leyes penales, ambientales, laborales y de administración pública, pero no hay un plan económico. Nosotros nos indagamos si este trabajo que estamos haciendo en el Congreso es de interés del Gobierno, porque en las declaraciones públicas vemos que lo único que hacen es echarle la culpa a la política de las duras decisiones económicas que están tomando y que ya están generando un descontento social.
DC: ¿Es decir que el proyecto de ley ómnibus no tiene la potencia del DNU?
GB: En algunos puntos están relacionados, pero el DNU tampoco tiene medidas trascendentales en la parte económica. Puede haber algún punto de derechos de exportación o el ajuste fiscal, pero hay otras medidas que se pueden tomar para reducir o mejorar la recaudación. Lo que sí es que no podemos estar de acuerdo de destruir todo el sistema productivo del interior de la Argentina en pos de tener más ingresos fiscales. También quieren afectar la movilidad jubilatoria porque uno de los mayores gastos del Estado es en previsión social. Nosotros le dijimos al Gobierno: si no te gusta esta fórmula, trae otra. ¿Por qué no tocaron las jubilaciones de privilegio y sí las de los haberes mínimos? Hay contradicciones…
DC: ¿Te sorprendió que Javier Milei haya ganado en Río Tercero? Hablamos de una ciudad históricamente antimenemista que votó en el balotaje a un candidato presidencial que lo elogió y hasta lo tomó como un modelo a seguir…
GB: Creo que fue un voto castigo contra el Gobierno anterior y un pedido de cambio. Ya de por sí Córdoba es una provincia muy resistente al kirchnerismo. Estuvo más en relación a eso que a internalizar o entender lo que representa o defiende Milei, que fue un Gobierno que generó que explotara nuestra ciudad. La gente priorizó el cambio y la necesidad de que no estuviesen los oficialistas de turno. Yo también fui parte de una propuesta que quería el cambio, por eso estamos mostrando predisposición en el Congreso. Pero no apoyamos cualquier tipo de cambio, porque la propuesta de los 90 no fue buena como dice Milei, a pesar de que Menem reunió los consensos para hacer las reformas del Estado. Hay que aprender de esos errores y cambiar haciendo modificaciones precisas.