Luego de una recordada desautorización de la senadora del Frente de Todos Anabel Fernández Sagasti al ministro de Salud de la Nación, Ginés Gonzalez García, se sancionó el 23 de julio pasado la Ley de Protección Integral para las personas con Fibrosis Quística. La legisladora por Mendoza hablaba entonces, según sus propias palabras, en nombre del presidente Alberto Fernández

Ginés había planteado sus reparos sobre la norma: dijo ante los senadores que se trataba de "una muy buena intención, pero con una incorrecta forma de abordarlo". Fernández Sagasti fue la encargada de transmitirle al ministro la intención del presidente: dijo que Alberto había pedido explícitamente que la ley se apruebe "tal y como llegó la media sanción de Diputados"

El ministro había llegado a plantear que la ley "es inaplicable en varios de sus artículos" y explicó también de manera remota ante el Senado otro elemento que despertaba polémica: "Con esta norma se va a direccionar a una marca específica de un medicamento de un laboratorio"

La droga Trikafta se produce en Estados Unidos por la empresa Vertex y es importada por la farmacia de la Fundación Fipan, la asociación más importante para pacientes con fibrosis quística del país y una de las principales impulsoras de la regulación.

Un artículo de la ley proponía que el Estado debe garantizar “la cobertura integral del 100 por ciento de los medicamentos” y por otro prohibía “su sustitución y/o modificación por parte de la obra social, empresa de medicina prepaga y del sector público de salud". Con un valor anual de 300 mil dólares, el medicamento sería muy dificil de adquirir para las prepagas y obras sociales locales. Finalmente, ese artículo fue derogado. 

En una de sus presentaciones en el Congreso para debatir el tema, González García había propuesto la creación de un “plan nacional” para resolver este problema. La idea avanzó y hubo reuniones con el laboratorio argentino Gador, que trabaja ahora para sacar al mercado la alternativa local. El principal objetivo del ministerio de Salud es que la droga esté lista para mediados de 2021. 

Se producirá en las plantas que Gador tiene en Pilar y Villa Crespo, mientras que tendría un costo, según estiman en Salud, un 75 por ciento más barata que el medicamento importado de Estados Unidos.