Feroz interna en Lanús: “patota” agredió a militante de una agrupación del FdT
Desde el sector que lleva a Agustín Balladares como precandidato a intendente le apuntaron al ex viceministro de Justicia y también aspirante Julián Álvarez. Divisiones profundas.
Sucedió el fin de semana en Remedios de Escalada, partido de Lanús. Sin embargo, la noticia no rebotó. Y tiene sentido. Desde el Frente de Todos la idea (en teoría) es bajarle la espuma a todas las internas que puedan haber en la previa electoral. No sea cosa que se los devoren los de afuera.
A la hora de salir a ganar la calle en plan de militancia no hay ley primera. Pero los códigos, existen. Sobre todo si se trata de paredes importantes donde los candidatos quieren ver escritos sus nombres. Una suerte de parada que, ante cada movimiento electoral, todos buscan primerear.
Ese fue el caso de Andrés Segovia, un militante perteneciente al espacio que lleva a Agustín Balladares como pre candidato a primer concejal en una de las tres listas que pone en juego el Frente de Todos para intentar disputar el poder en el municipio que desde 2015 gobierna Juntos a través Néstor Grindetti.
Según contó a través de sus redes, David Ariza, militante de HIJOS y número tres en la nómina de Balladares, “una patota de al menos diez personas que realizaban pegadas de afiches increparon, primero verbalmente para luego bajarse de la camioneta en la que transportaban los afiches de Julián Álvarez con que realizaban las pegatinas y agredieron físicamente con golpes de puños, palos y patadas a dos compañeros del espacio de Lanús para Lanús. Siendo Andrés (Segovia) quien recibe la mayor cantidad de golpes al caer al piso”.
Segovia terminó hospitalizado y según pudo averiguar Data Clave desde el entorno de Álvarez no se hicieron cargo de la denuncia realizada por el espacio de su principal competidor interno. “Era pedir disculpas para adentro y seguir. Una persona que quiere ser intendente lo hace. Pero ahora queda mal para afuera. El tema es que ni siquiera saben bajar el mensaje. No podés cagar a palos a un pibe por una pared. Una semana cada uno y listo. Se arregla fácil. Pero acá La Cámpora es muy sectaria”, le dijo a Data Clave una fuente inobjetable que conoce en profundidad las diferencias internas del peronismo en el distrito.
En concreto, se trata de tres candidatos muy divididos. Hoy, Álvarez busca volver a posicionarse luego de irse a vivir a España y dos años después de que le negaron participar en la interna de 2019. Su espacio, El Ateneo Néstor Kirchner incluye a La Cámpora, Nuevo Encuentro y tiene el apoyo del ex candidato a intendente Edgardo Depetri.
Balladares, por su parte, representa al Movimiento Evita y generó los acuerdos necesarios con otros espacios peronistas locales. El objetivo es poder ser la cara del albertismo. Mientras que la tercera lista, alejada de la dura interna y de los votos, según dicen los dos primeros, lleva a Omar Galdurralde, representante local de Martín Insaurralde, quien llegó a un acuerdo con el ex jefe comunal Darío Díaz Pérez y el Frente Renovador. “Es un buen tipo. Nadie puede decir nada él. Pero tiene dos mandatos como concejal en Lomas de Zamora. Es la forma que encontró Díaz Pérez para intentar colar uno”, le cuenta la fuente a Data Clave.
La agresión al militante de Balladares no cayó bien fuera de Lanús. Y según pudo saber este medio, el propio Víctor De Gennaro, también ex precandidato a intendente local, quien apoya la lista de Álvarez, se comunicó con uno de los concejales del espacio contrario para pedirle que bajen la exposición del conflicto interno.
“Balladares escupe para arriba. Nos perjudica a todos los peronistas de Lanús. Es el mismo que cuando le tocó perder la interna en 2019, no acompañó”, le cuentan a Data Clave. “No hay que olvidarse que Álvarez es radical”, responden sin medias tintas.
Antecedentes
Si hay alguien que sacó provecho de las diferencias es Grindetti. El jefe comunal tiene en su gabinete y en el HCD a un buen número de peronistas desencantados. Desde el jefe de Gabinete y encargado de Seguridad del distrito, Diego Kravetz, hasta un pedazo de la historia del PJ local: la hija de Manuel Quindimil, Noelia, está a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social.
“Somos los principales responsables de que Grindetti siga ganando”, afirman. Lo cierto es que el mandatario actual se impuso en las elecciones de 2015 y 2019 y milita la ciudad con estirpe del justicialismo. “Los colores de las pintadas realizadas por el espacio de Kravetz son iguales a los peronistas”, agregan
Claro. La actual división tiene su antecedente más directo dos años atrás cuando el Frente de Todos llegó completamente quebrado, con cuatro candidatos a intendente para las PASO: Depetri (45 por ciento de los votos), el propio Balladares (29), De Gennaro (13) y Verónica Dell Ana (11).
Entre el cuarteto de aspirantes sumaron más de 120 mil votos (51 por ciento), 35 mil por encima de lo conseguido por Grindetti (36%). Pero aquello que se presumía como una victoria terminó en derrota justamente por la falta de unidad. “Encima el intendente modificó la estrategia de campaña y se separó de Vidal y Macri para militar el pago chico con el fin de que nos les saquen votos de arriba hacia abajo”. La táctica dio resultado. Y Grindetti logró la épica local. Pasó de perder por 15 por ciento de los votos a ganar por cinco.