Familiares que sufrieron pérdidas en la Tragedia de Once manifiestan que detrás de las declaraciones del maquinista Marcos Córdoba hay una "campaña sucia" para cubrir a los "gerentes de mantenimiento".

Esta mañana la defensoría del maquinista presentó un escrito en el que reconoce "haber anulado el dispositivo de freno", al mismo tiempo que se solicitó un pedido de libertad condicional. El primero en dar la noticia en redes sociales fue el abogado Gregorio Dalbón, quien expresó que "no se le pueden cargar las muertes a ningún funcionario publico ni a ningún empresario".

Sin embargo, Paolo Menghini, uno de los padres que perdió a su hijo en el trágico accidente de 2012, manifestó en un descargo que "esta noticia no es nueva" y esto "ya había sido demostrado en las pericias técnicas" del mismo año.

"Las responsabilidades están claras. Pero nuevamente tenemos que salir a explicar lo que desde hace ocho años venimos diciendo: funcionarios y empresarios corruptos generaron el abandono en la línea Sarmiento que tuvo en el 22 de febrero de 2012 su expresión más cruel y desalmada", sostiene el padre de Lucas Menghini Rey, una de las víctimas.

Descargo de Paolo Menghini, padre de Lucas Menghini Rey, una de las victimas de la tragedia de Once:

Ante la difusión de las declaraciones del motorman del tren chapa 16 señor Marcos Córdoba los familiares y amigos de las víctimas de la tragedia de Once queremos señalar que: lo dicho por quien manejaba el tren de la tragedia no es nuevo. Ya había sido demostrado por las pericias técnicas en 2012.

No hay ningún hecho nuevo o que no fuese conocido por alguna de las partes hasta el día de hoy. La difusión de una pericia psicológica que de ningún modo debió haberse adentrado en cuestiones de técnica ferroviaria absolutamente ajenas a las profesionales que evaluaban a Córdoba vulnera el secreto médico. Pero además volvemos a señalar que el sistema del “hombre muerto” es un mecanismo para ser usado en caso de una descompensación del conductor.  

Los sistemas de frenado que no debieron fallar fueron otros. Tanto el freno principal como el de emergencia y el del guarda fallaron en su capacidad operativa por la carencia estructural, el abandono y la falta de inversión. Eso también quedó demostrado en las pericias técnicas. Eso no releva al maquinista de culpa. 

La responsabilidad de Marcos Córdoba quedó probada y por eso fue condenado en diciembre de 2015. Pero es el último en una cadena de responsabilidades que comenzó mucho antes de 2012 en los despachos de los asesinos de escritorio.

Ahora otros condenados y abogados intentan instalar una supuesta confesión que no es tal. Esto responde nuevamente a una operación de prensa, que en incontables ocasiones pretendieron instalar para lavar sus culpas. El juicio Once 1 tiene sentencia firme de la Cámara Federal de Casación Penal. Ya no hay hechos que esclarecer. Las responsabilidades están claras. Pero nuevamente tenemos que salir a explicar lo que desde hace ocho años venimos diciendo: funcionarios y empresarios corruptos generaron el abandono en la línea Sarmiento que tuvo en el 22 de febrero de 2012 su expresión más cruel y desalmada.

La responsabilidad de Córdoba ya fue juzgada y por sus errores está pagando tras las rejas. Pero no nos olvidamos que en sus manos tenía un tren corroído por el óxido, sin ningún sistema de seguridad, con una capacidad de frenado nula y con una estructura que en palabras de los propios gerentes de mantenimiento estaba destinado al desguace.

Estamos hartos de las campañas sucias y de quién es se prestan a su difusión. Volvemos a pedirle con todo respeto a la Corte Suprema de Justicia que se expida, dejando firmes las condenas dictadas en 2015. Será la única manera de que la memoria de nuestros fallecidos no siga siendo mancillada. Justicia para los muertos y heridos de Once.